Capítulo once

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¡Hola de nuevo! Ya estoy de vacaciones y subiré más a menudo, por la noches sobretodo. Me estoy leyendo un libro que me dejo María, la autora de "12 deseos" y mi mejor amiga, llamado "Memorias de Idhún". Gracias a mis lectores, se que no son muchos, pero gracias a los que hay por el momento. Por favor dale a Like y si te gusta mi novela, recomiendala a tus amigos :3 Gracias.

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Capítulo 11

-¡Axelia! ¿Qué demonios haces? Si llego dos segundos más tarde, me podría haber encontrado con una imagen algo desagrable-. Por lo que había conocido de mi hermano, era sobreprotector, demasiado. Era un exagerado, no pensaba hacer nada, aunque a lo mejor Nate sí, pero yo no.

-Bastian, yo... Él es Nate. Tranquilo no estábamos haciendo nada. Vete Nate-. Se puso la camiseta y me dio un beso en la mejilla, mi hermano le gritó un "¡eso! ¡Vete, pero a la mierda!"

-¡Ah claro! ¿Te parece poco que entre a tu habitación y besándote con un chico sin camisa?- Estaba enfadado, realmente enfadado.

-Adiós Bastian, no fue nada, no pensaba hacer nada, no soy tonta-.Me fuí, necesitaba llegar a casa, tirarme en la cama y descansar.

Llegué a mi casa y todo estaba demasiado extraño, alborotado y fuera de lo normal. Mi padre gritaba y no entendía lo que decía, mientras mi madre lo mandaba a callar. Salí de mi habitación preguntándome a mí misma que demonios pasaba y ví a mi padre en la entrada caminando rapidamente y nervioso de un lado a otro recorriendo la estancia.

Era hora de un momento familiar.

-Papá, ¿qué demonios pasa? Estoy intentado relajarme y lo único que oigo son gritos.

-Querido, ves como la niña estaba bien, solamente no la encontrabas.

-Ven aquí hija-.Bajé las escaleras y le dí un abrazo. Casi me pillan, esto se complicaba y algún día debía decirselo, iba a una escuela, tenía "novio" y amigos de verdad. Tal vez debía empezar por mi madre, ella me cubriría, Caronte no ayuda mucho y ahora que no estoy mucho por aquí estamos un poco distanciados. Mi madre se fue dejandonos sólos, a mi padre y a mí.

-Papá tranquilo, voy a seguir aquí, no me voy a ir-. Dije aferrandome más a él.

-Sabes que me importas, ¿lo sabes verdad?

-Claro que lo sé, te quiero.

-Yo también. Pensaba que tal vez habías ido y te había pasado algo, es peligroso ese mundo es peligroso. Es mejor que todos mueran, y nos quedemos nosotros sólos.

-Vale papá-. Dije dudosa, eso se podría hacer realidad algún día, y yo perdería a Bastian y a mis amigos.

Me quedé pensado en las palabras de mi padre el resto del día, <<Es mejor que todos mueran, y nos quedemos nosotros sólos.>> Yo debía salvar a la humanidad de ese destino, y si eso suponía no salir nunca más del inframundo, lo haría. Era mi deber. Tal vez no era lo que me merecía, pero me debo arriesgar en caso de que pueda suceder. Nadie sabría la realidad, nadie sabría que yo los he salvado, a todos. Me daba igual. Yo tenía que salvarlos, que el mundo siguiese siendo como es. Y sobretodo, no quería perder ni a Bastian, ni a Nate, ni a mis amigos.

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