Capítulo 2
-¡Axelia! ¡Axelia!- gritaba Caronte
-¿¡Qué haces aquí!? ¡Mi padre te puede ver!
-Tranquila, está todo controlado, toma- me dió el ordenador, era de un color que nunca había visto, pero era muy bonito- Es rosa, sólo dale a este botón para encenderlo,...-me explicó todo su funcionamiento, finalmente lo volví a su forma natural y se fué.
Fuí a mi habitación y cerré la puerta, abrí el ordenador ¿portátil? Sí, portátil, y comenzé a buscar información y a ver lo maravillosa que era la Tierra. Era tan hermosa como mi madre siempre me dijo, nunca pensé en ir, bueno en realidad si, pero era imposible. Tal vez si se lo pedía a Caronte el me llevaría, pero sería un secreto demasiado grande, podría ocultarlo sí, pero sería difícil. Tenían música muy... Como decirlo, ¡Genial! Era perfecta y habían muchísimos chicos atractivos, y las chicas eran diferentes a mí, eran guapas pero diferentes, en algunas se veía el ego en sus miradas, en otras maldad y en otras la bondad. No apreciaban su mundo, era tan perfecto, necesitaba ir, lo necesitaba, era necesidad, necesitaba salir de ese maldito castillo.
Tenían muchísimos colores, todo era bonito y colorido, si viniesen aquí valorarían lo que tienen, es increíble como un simple objeto te da tanta información. Estaba decidido, tenía que ir.
Desperté al día siguiente, me había dormido pensando en como lo haría y me desperté pensando en lo mismo. Siempre visualizaba como viviría en la Tierra pero ahora esa perspectiva había cambiado totalmente, ahora me imaginaba en ir gracias a Caronte, salir y respirar aire limpio lleno de vida e ir a explorar el lugar donde me encontrase. Me compraría ropa colorida, iría a la peluquería, porque mi pelo era muy simple y había visto en internet, el pelo teñido de colores y me gustaría teñirmelo de azul electrico y cortarmelo un poco tal vez.
-Buenos días- dije bajando las escaleras para llegar a la cocina.
-Buenos días cariño- mi madre siempre era tan comprensiva y cariñosa, ella me entendia como nadie y no la cambiaría por nada, pero me daba pena, mi padre era un demonio ¡era odioso!
-Buenos días Axelia, ¿ya has cambiado de opinión?
-No- dije seca, hoy mismo me iría, sabía que mi padre me encontraría por eso debía volver, sino fuese por eso, me iría para siempre con mi madre.
-Axelia...-me replicó mi madre
-¿Qué? Soló he dicho lo que pienso ¿o que pasa que no puedo?
-Coge el desayuno y vete- dijo mi padre enfadado, y con mala cara respondí a sus órdenes.
Probablemente él se refería a que fuese a mi habitación, pero no lo había especificado así que fuí en busca de Caronte. Cuando lo encontré le confirmé mi decisión, al principio se negó pero finalmente cedió y subí a la barca.
ESTÁS LEYENDO
Inframundo
AléatoireHasta el momento, yo seguía encerrada en aquel tétrico castillo, pero lo que no sabía era que mi vida pudiese dar un giro tan grande en apenas días y luego, mi historia continuaría.