Un escalofrío recorrió mi espina dorsal; seguido por un calor abrasador en mis extremidades y un pequeño cosquilleo en mis labios. Sentía las dulces caricias de alguien, su suave tacto en mis mejillas me tranquilizaba, bajaba mi ritmo cardíaco.
Aún seguía sin abrir mis ojos, temía no sentir esas sensaciones si lo hacía. A continuación, sentí algo acolchado bajo mi cuerpo y una sábana cubrirme por arriba; allí fue cuando me di cuenta que no traía ni mis shorts o camisa, aún así, no abrí mis párpados, tenía ganas de seguir experimentando ese mar de sensaciones desconocidas para mí.
Unos labios se posaron en mi frente y luego una tibia mano a un lado de mi rostro proporcionándole leves caricias; allí fue cuando me decidí, abrí mis ojos.
Noté esos ojos mieles mirarme con una pizca de alivio. Retiró su mano de mi mejilla rápidamente y se sentó a los pies de esa cama.
-Hasta que has despertado….- Bufó él
-Dónde estoy? – Miré en todas las direcciones de esa acogedora habitación que era inmensa, toda decorada en beige y blanco.
-En Brookfield, a 520 kilómetros de los policías. – Se volvió a levantar
-Qué ha pasado? – Me senté en el colchón – Y dónde está mi ropa!?- Grité una vez que recordé que estaba semidesnuda.
-Simple. Intentaste escapar, no pudiste, te tiraste a un profundo lago y luego casi te ahogas. Al decir verdad estuve junto a mi pandilla tratando de que despiertes. Tu ropa estaba algo mojada aún, así que la colgué afuera para que se secara; y tengo que admitir que tienes un cuerpazo de 10…- Ronroneó en mi oído mientras yo me sonrojaba.
-Pervertido!!! – Lo alejé de mí mientras cambiaba mi mirada de dirección.
-Estarás un largo tiempo con nosotros, ___, así que acostúmbrate….. – Me tensé al notar que sabía mi nombre, pero cómo?
-…..Cómo…..sabes mi nombre?
Se volteó a verme e hizo una media sonrisa.
-Investigué un poco, además, te reconocí en el banco como la hija de la famosa Alice Lager, te escogí como rehén porque sabía que podría exigir una fuerte cifra de dinero a cambio de tu rescate. – Carcajeó, aunque yo no le encontré ninguna gracia.
-A caso no robaron suficiente dinero ya? – Me crucé de brazos
-A caso no conoces a “Fire Attack”? – Se mostró sorprendido. Negué con la cabeza. – Pues esa es mi pandilla, somos una de las más grandes en América, robamos bancos y secuestramos personas importantes y a veces no tan importantes. El punto es que nunca es suficiente dinero, ya sabes, debemos comprar municiones, armas, vehículos, territorios, fuertes, etc.
-Oh…claro….- Bajé la mirada. Nunca había visto a alguien tan orgulloso por decir tantas atrocidades.
-Por cierto, fui hasta tu casa y traje tu equipaje, estarás aquí por un buen tiempo, hasta que paguen el rescate. Cuando te vistas baja a la primera planta, y si tratas de escaparte la pasarás mal. – Me miró amenazante. Asentí con mi cabeza.
Se giró sobre sus talones y cuando estaba a punto de salir lo frené.
-E-espera….- Dije aún nerviosa por tanta información.
-Qué?- Se dio la vuelta para verme
-N-no….no sé tu nombre….- Diablos! Por qué tan nerviosa???
-A…me llamo Justin, Justin Bieber.- Asentí y se retiró de la habitación.
Me paré en seco y miré a mis alrededores. No puede ser que esto me esté ocurriendo! Secuestrada por una pandilla de ladrones de banco…que podría ser peor?
Asimilé la información recibida hace unos momentos y ordené mis pensamientos para no cometer locuras.
Me dirigí a la valija y desparramé mis cosas en el armario. Cuando estaba listo, cogí algo de ropa y me la puse. http://www.polyvore.com/cgi/set?id=95474711&.locale=es
Peiné mi cabello y me quité el maquillaje corrido para reemplazarlo por un poco de rímel, que esté secuestrada no es una escusa para dejar de lucir bien, verdad?
Tomé el pomo de la puerta entre mis manos, y largué un suspiro brindándome fuerza para hacerlo.
Bajé lentamente las escaleras, y los cuatro chicos se voltearon a verme.
-Toma asiento. – Un chico que pareciera ser el mayor de todos señaló un sillón cerca de los otros pandilleros.
-Cla-claro…- Me senté cuidadosamente en el sillón de cuero de vaca.
-Primero que nada mi nombre es Jace. – El mismo chico volvió a hablar. Era rubio, de ojos marrones y de baja estatura. – Él es Will – Señaló a un chico moreno y el más alto. – Él es Harry – Señaló a un chico con ojos grisáceos y cabello enrulado, su estatura era un poco más alta que la de Jace. – Y por último, él es Justin, pero ya lo conoces, él fue el que te salvo la vida, lo sábes?
Asentí con la cabeza y aproveché la oportunidad para mirarlo mejor. Sus ojos eran mieles o un tipo de ámbar líquido. Su sonrisa revelaba una perfecta dentadura y unos labios carnosos. Su cuerpo estaba perfectamente esculpido, sus hombros ligeramente anchos y su estatura bastante alta. La camisa que llevaba, dejaba ver sus trabajados brazos y se notaba desde afuera que su abdomen también estaba bastante remarcado.
-Toma una foto, te durará más….- Rió Justin junto a sus otros colegas. Cambié rápidamente de dirección mi vista y me sonrojé ante su comentario.
-Bueno, déjame explicarte lo que pasará.- Jace volvió a hablar. – Aquí harás todo lo que te digamos, no importa qué; Harry se encargará de tus necesidades como comida y todo eso, Will lo ayudará en algunas ocasiones, yo te daré la mayoría de las órdenes, pero todos te pueden decir que haces; Por último Justin se encargará de vigilarte y darte tus castigos….- Finalizó
-Mis…castigos? – Murmuré confundida
-Así es. No pienses que harás lo que quieras, aquí cada vez que rompas las reglas que él mismo impondrá (Justin) te “castigará” con lo que él decida que es apropiado, y si lo quiere puede hasta…matarte. – Sonrió de costado.
-Así que ten cuidado, muñeca….- Susurró Bieber a mi oído
-Como sea…..que puedo hacer cuando me aburra? – Rodé mis ojos
-Pues lo que quieras, mientras no trates de escapar, acuérdate que Bieber te estará vigilando varias veces al día. – Bebió un sorbo de café. – Si tienes hambre o algo pídele a Harry…
-No hay problema….estoy bien, hay jardín o algo?
-Sí, ve por la puerta trasera y encontrarás uno.
Seguí un corredor hasta llegar a lo que parecía ser una puerta trasera, tiré de la manija y la abrí cuidadosamente.
Salí de la casa y al ver la imagen de ese precioso jardín, mi corazón dio unos saltos, por lo menos no todo sería malo.
Las rosas rojas y blancas se combinaban juntas en los arbustos. Los caminos estaban hechos con piedras de río y había un pequeño lago, pero muy bien cuidado.
Me adentré aún más por el estrecho camino y me senté en la orilla del agua, bajo los frondosos árboles, y cuando me aseguré de que no había nadie me hundí en mis pensamientos. Nunca conocí a mi padre, dudaba de que mi madre me quisiera, mi amiga Sara estaría realmente preocupada en este momento, y creo que moriría porque mi madre no estaría dispuesta a pagar tanto dinero por mí; yo no valgo nada ni para ella ni para nadie.
Una lágrima rebelde se deslizó por mi mejilla y hundí mi cabeza entre mis rodillas mientras con mis brazos envolvía mis piernas.
La realidad….mi madre nunca me quiso, y me lo demostraba día a día con sus malos tratos hacia mí. La manera fría y distante en la que hablaba conmigo, cada charla que compartíamos vacía y sin sentimientos de parte de ella. Cuando enfermaba no se preocupaba, solo dejaba algo de dinero sobre mi almohada para que llamara algún doctor. Ningún abrazo, nada….solo dinero y fiestas elegantes, nada más que eso……
Luego de sollozar un buen rato con esos pensamientos negativos en mi cabeza, alcé mi cabeza y lo primero que vi fueron un par de converse rojos.
-Harry? – Pregunté cuando lo vi sentarse a mi lado
-Dime, por qué lloras? – Bajé mi vista, la verdad es que nunca lo he hablado con nadie, ni siquiera con Sara.
-Nada, estoy bien, no estaba llorando. – Limpié fugazmente mis lágrimas.
-Claro, estabas sudando por los ojos….- Sonrió irónico - Vamos cuéntame, quizás ayude hablarlo con alguien.
-Es que…yo….- No podía hacerlo, no tenía confianza en mi misma como para hablar.
-No le diré a nadie, lo prometo.
Suspiré y le conté todo, lo que estaba pensando hace unos minutos, lo de mi padre, lo de mi madre, hasta de mis ex novios, por alguna razón confiaba en él y eso que lo había conocido hace unas horas.
-Wow……eso es…..duro- Suspiró mirando el cielo.
-Lo sé, se siente raro contárselo a alguien, no acostumbro a hacerlo. – Lo miré fijamente con una pequeña sonrisa.
-Cada vez que te pase algo puedes contármelo te hará sentir mejor, puedes contar conmigo.
Sonreí. Él era muy inocente y puro, era tan solo 1 año mayor que yo y parecía aún más mayor por el hecho de que era muy maduro y responsable.
-Gracias Harry, gracias enserio, y me siento mucho mejor, después de todo solo necesitaba ser escuchada.
-No es nada, gracias a ti por contármelo.- Se levantó y me ayudó a hacerlo también. – A, Justin te estaba buscando, está en tu habitación esperándote, y temo decirte que no lucía tan contento….
Me pregunto ahora que le pasará a ese maldito depravador sexual?? Mejor voy, no quiero terminar violada como la otra vez casi ocurre.
Luego de entrar, subir las escaleras e ingresar a mi habitación, noté a Justin sentado en uno de los sillones del cuarto con sus brazos cruzados mirándome fijamente.
-Siéntate….- Señaló el sillón enfrente al que él estaba sentado.
-Pasa algo? – Me senté en el sillón mirándolo atentamente. Que hice ahora que le molestara?
Me miró intimidantemente y se aproximó a mí.
S*hit! Ahora que habré hecho?
