Capítulo 2: Aguas turbulentas

1.2K 42 2
                                    

-Nada de eso….tu vienes con nosotros muñeca…

Narra ___

-Qué! – mis ojos saltaron de sus cuencas

-Lo que escuchaste, camina….- Me tomo del brazo y empecé a forcejear.

-No! Suéltame!, déjame ir – Lloriqueé en su pecho tratando de zafarme de su agarre.

-Veo que será por las malas….- Me separó bruscamente de él. 

Tomó mi cintura y me alzó en el aire para luego aterrizarme sobre su hombro derecho; mi cabeza estaba sobre su hombro y mis rodillas golpeaban fuertemente su caja torácica para poder liberarme, pero fue en vano.

-Deja de patalear, o me veré forzado a tomar otras medidas – Dijo mientras se aproximaba a los otros miembros de su clan.

-Hey! Justin, veo que nos has encontrado un buen rehén! – Rió entre dientes un chico de tez morena.

-Así es Will, vamos, la policía no tardará en llegar. – Sentenció el chico de ojos miel que me cargaba como un saco de papas hacia el vehículo por la puerta trasera

-Suéltenmeeee!!!!! Auxilio! Policía! Policía!- Seguí pataleando hasta recibir una…¿nalgada? – Auch!!

-Te lo advertí, babe….- Susurró bajo pero lo suficientemente alto como para que solo yo lo escuchara. – Y más te vale que te calmes y actúes normal cuando salgamos a la calle, porque si nos descubren…- Hizo una pausa- Te daré algo peor que una nalgada…..

Me tensé al escuchar eso, me violaría? No, no, no, debo pensar en otras cosas, mantente fuerte y no muestres debilidad ante nada.

-No te tengo miedo….- Dije mientras él me sentaba en el asiento trasero de la camioneta negra.

-Qué has dicho? – Maldita sea el momento en el que dije eso!, pero ya no hay vuelta atrás, no puedes retractarte ahora.

-Que no te tengo miedo. Eres un maldito imbécil… – Subí la mirada para verlo. Sus ojos se tornaron de miel a negros en pocos segundos, y su agarre se apretó más sobre mi brazo.

Inmediatamente me acostó bruscamente en el asiento y se colocó en cuclillas sobre mí, tenía miedo y no podía negarlo.

-Ahora verás lo que es tener miedo entonces…. – Sonrió sombríamente mientras aproximaba una de sus manos al cierre de mi short. S*hit!!!

-Q-q-q- que haces? – Traté de no tartamudear, pero era imposible, ¿este chico realmente iba a hacer lo que creo que es?

-No te preocupes por los otros chicos, están terminando de amontonar el dinero del cofre de seguridad. Mientras tanto nosotros podremos divertirnos un poco… - Susurró en mi oído mientras deslizaba suavemente el cierre hasta llegar hasta abajo.

-Déjame! Quítate maldito pervertido!!! – Me sacudí debajo de él.

-No, te será de lección para que aprendas a temerme. 

Deslizó mis shorts por mis piernas- yo seguía sacudiéndome pero me di por vencida por que él no cedía- y cuando terminó de hacerlo puso una de sus manos bajo mi trasero y lo apretó fuertemente haciéndome gemir, pero de dolor. Bajó su boca hasta la mía y violentamente chocó nuestros labios; su lengua entraba fuertemente dentro de mi boca y sus dientes mordieron tan fuerte mi labio inferior que este terminó sangrando.

El beso se fue tornando cada vez más agresivo hasta que no me aguanté más y le di un rodillazo en su parte baja.

-Maldita perra!- Me soltó inmediatamente y se dobló de dolor en la alfombra de la camioneta. Aproveché esa oportunidad para rápidamente coger mi short y ponérmelo mientras salía corriendo en dirección a la calle.

Sentía sus gritos a lo lejos y como corría detrás de mí, me había metido en problemas, y en unos muy grandes.

La gente me miraba confundida, pero eso era lo menos que me importaba en este momento, quería vivir, y si quería hacerlo debía escapar.

Seguí corriendo hasta adentrarme a un inmenso parque, sabía que allí se le haría más difícil encontrarme.

Recorrí tanto que en un momento me vi acorralada contra un gran lago.

-No tienes escapatoria…..-Murmuró mientras se acercaba lentamente hacia mí.

Miré todas mis opciones, y sin pensarlo dos veces, me lancé a la helada agua. El frío penetraba mi piel y todas mis extremidades pedían a gritos que saliera de allí, pero de ninguna manera lo haría.

Sentía los gritos de desesperación y furia de parte del chico, y luego recordé…..Yo no sé nadar.

Sentía como mi cuerpo caía como piedra cada vez más en el fondo; mi vista se tornó borrosa y oscura, ya no divisaba nada con claridad; no tardé mucho en tocar fondo.

Casi instantáneamente, sentí el ruido de un gran chapuzón; Luego recuerdo haber visto una mirada color miel que lo único que transmitía era miedo y preocupación. Después de eso, perdí mi conciencia….

Being Kidnapped (Justin Bieber & tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora