Ya habían pasado 20 minutos. Yo seguía contra un muro color blanco con mi rostro oculto entre mis piernas. No podía dejar de llorar, me sentía frustrada, impotente, y quizás ustedes digan que es infantil, pero es como me siento, quizás Justin no me quiera volver a hablar. ¿Por qué? Pues porque él dejó más que claro que yo no le gusto, y Analía no solo me había humillado a mí, sino también a él.
Una presencia más estaba allí, primero pensé que era una chica, pero su fragancia masculina descartó esa opción. Escuché como caminó y se sentó a mi lado.
-¿Otra vez Justin?- Preguntó como si fuera lo más obvio.
-¿Harry? ¿Qué haces aquí?- Levanté el rostro y no pude evitar sonreír. Lo abracé.
-Bueno, pues se te extraña en la casa, y no me venía mal estudiar de vez en cuando…-Bromeó. Ambos reímos.-¿Qué hizo esta vez Bieber?- Mi sonrisa se borró.
-Nada, solo que…-Suspiré abatida.-¿Recuerdas mi diario íntimo?-Asintió.-Bueno, allí había escrito todo sobre Justin, ABSOLUTAMENTE TODO. Una perra llamada Analía lo leyó en frente de todos y Justin estaba allí.
-¿Pero él no sabía que él te gustaba?
-Sí….-Lo miré.-Pero él no sabía que yo me estaba enamorando…-Una lágrima silenciosa cayó por mi mejilla seguida por otras más.
-¿Él se enojó contigo?
-No sé. Pero estoy segura que sí, luego de esa declaración él también quedó humillado, además de que él había dejado más que claro que yo no le gustaba…-Murmuré cerrando fuertemente los ojos obstruyendo la salida de las lágrimas.
-¿Quieres saber si le gustas?- Sonrió cómplice.
-No hace falta, ya lo sé, y la respuesta es NO.
-M….-Dijo pensativo.-La otra noche antes de que vaya a tu casa estuve hablando con él sobre eso, dijo que no estaba seguro de lo que siente por ti.
-¿Y?- Alcé mis cejas queriendo más información.
-Y que en lenguaje de chicos eso significa que tú también le puedes estar comenzando a gustar.- Sonrió abiertamente.
-No, él solo quiere ser mi amigo. Que le guste besarme no quiere decir nada, tú ya lo conoces, él besa a las chicas todo el tiempo, así es él.-Ambos nos empezamos a poner de pie.
-¿Te acompaño a tu clase?-Miró su reloj.
-No hace falta. Falta poco para que vuelva a comenzar el receso.- Así es, me perdí la clase de historia….
-M….-Miró su reloj.- Tienes razón, ¿qué quieres hacer?
Pensé unos momentos.- Quizás podrías acompañarme a mi casillero.- Asintió. Hicimos todo el trayecto hasta el corredor principal y fuimos a mi casillero. Los estudiantes me miraban con pena, picardía, discordia, y algunos con burla. Saqué mi libro de biología y me volteé para ver a Harry, que de costumbre estaba rodeado de chicas. Revoleé los ojos, no me sorprendía. Decidí ignorarlo y empecé a caminar. Rezaba para no encontrarme con Analía o algunas de sus perras, o con Bieber.
Caminé mirando el suelo, provocando chocarme contra un definido pecho. No era Justin, porque Bieber era más alto. Subí mi mirada y allí estaba Zack Efron.
-_____, ¿Te encuentras bien?-Me tomó de los hombros.
-Sí, no es nada…- Negué fingiendo una sonrisa.
-¿Segura? Estás llorando…-Dijo mirándome con pena.
-Sí, sí, enserio, no es nada…-Seguí negando con la cabeza.
-Bueno, pues me alegro…-Suspiró.-Bien, quería preguntarte si hoy por la noche querías ir al cine a ver la nueva película de “Posesión Satánica”.
