Los rayos solares, se filtraban a través de las rendijas de la ventana dibujando franjas luminosas en mi rostro. Sentí como una mano trazaba el recorrido de mi mejilla hasta la clavícula suavemente, una y otra vez. Luego tomó una de mis manos y masajeó su dorso.
Abrí ambos ojos y solamente moví la cabeza hacia la izquierda para luego encontrarme con la imagen de Justin jugando con mi cabello y una mirada tierna en su rostro.
-Biebs…-Murmuré somnolienta mientras frotaba mis ojos y él seguía mirándome de la misma manera.
-Siento haberte despertado, pero debes comer algo, ten esto- Me extendió una bata color blanco.- Bajemos a desayunar.
-Pero si tengo mi pijama puesto- Me senté en la cabecera de la cama prestándole atención.
-Exacto, y no quiero que los chicos te vean así….- Señaló mi pequeño pijama. Al decir verdad, tenía razón. Mis shorts eran demasiado cortos, tanto que dejaban ver gran parte inferior de mis nalgas. Mientras que mi blusa de tirantes, parecía más como un pequeño top que dejaba ver mi vientre y su escote revelaba un poco mis pechos.
-No me pondré eso.- Me levanté y miré la bata con asco mientras se la devolvía. Creo que era peor usar esa bata que nada, la calidad de la tela era horriblemente áspera.
-Es una orden.- Me fulminó con la mirada.
-Pues no pienso cumplirla….-Murmuré y salí del cuarto dejándolo con cara de pocos amigos. Escuché como maldijo por lo bajo y salió caminando detrás de mí mientras bajaba la escalera.
Atravesé la sala y fui hasta el comedor, allí estaba Jace, Will y Harry. Los tres se me quedaron viendo, Harry con timidez y los otros dos con lujuria. <<Mierda…>>
-Wow…-Will pronunció. Enseguida me arrepentí de no haber obedecido a Justin y envolví mis brazos alrededor de mi busto.
-___, te dije que te pusieras la maldita bata….-Murmuró Bieber detrás de mí.
Todos se retiraron menos Will y Justin. El morocho se aproximó a mí hasta estar enfrentado y colocó su mano sobre uno de mis pechos sin disimulo.
Puso su boca en mi oído.- Quieres tener diversión, muñeca?- Susurró asquerosamente.
-Aléjate.- Dijo entre dientes Justin ahora a mi lado.
-Tranquilo, Bro, aprende a compartir….-Me impulsó contra una pared y apretó su pecho en mis senos tan fuerte haciéndome gritar de extremo dolor.
-Suéltame…por favor….-Dije pausadamente por la agonía que sentía.
-No, nena….-Me presionó causando una fuerte presión en mi caja torácica. Lágrimas empezaron a caer como cascada que tenía como vertiente mis ojos, el dolor era impresionante. Di un grito ahogado que cargaba con frustración y sufrimiento.
Justin no tardó en abalanzarse sobre él y derribarlo del otro lado del comedor. Golpeaba con su puño todo el rostro del morocho, mientras este se retorcía en todo el piso de madera. Biebs pateaba su estómago sin piedad, solo se escuchaba “Hijo de puta” entre otros insultos de su parte.
Deslicé mi espalda por toda la pared hasta llegar al suelo, puse mi rostro entre las rodillas y las envolví con mis brazos. Los alaridos y ofensas se seguían escuchando mientras yo lloraba desconsoladamente.
-Cobarde!- Se escuchó de parte de Justin, seguido por una puerta azotarse con fuerza. Sentí como corrió en mi dirección. Lentamente, subí mi cabeza para encontrármelo en cuclillas en frente de mí con una mirada de enojo.
-Eso pasa cuando no obedeces mis órdenes!!!- Me regañó.
-Lo sien…- Intenté disculparme pero él habló primero.
