-¿Pudiste recoger las cosas de Alice?- Pregunta Justin una vez me ve saliendo del edificio con una caja.
-Sí, sí, todo está aquí dentro.-Golpeé suavemente la caja mientras nos montábamos en un taxi.- ¿Quieres recorrer Sidney?- Pregunté en tono entusiasta.
-Claro, lo que tú quieras, preciosa…-Besó la punta de mi nariz y el taxista nos recomendó una plaza a la cual ir.
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-Me encanta este lugar es tan pacífico…-Dije sentada desde una de las bancas del parque con mi novio a mi lado, el cual tenía su brazo envuelto en mis hombros.
-Sip, a mí también.-Suspiró y me sonrió de lado.-Oye, en este momento estamos faltando a clases, a más de 100.000 km de distancia.-Rió
-Lo sé, pero en cuanto terminemos todos los trámites del sepelio de mi madre aquí volvemos a USA, así que no desesperes…-Bromeé.-Pronto podrás volver a clases…-Sonreí satisfecha.
-Bah…-Bufó gruñendo.- ¿Podemos no volver?-Me miró como un niño a su madre.
-Nop. Tenemos que estudiar, bueno, yo tengo que estudiar, tú has lo que quieras…-Reí.-No te hace mucha falta, tú tienes tu trabajo, pero yo no.
-No necesitas estudiar…-Me apretó contra él.- Ya eres muy inteligente, más que yo, y eso que soy 1 año mayor…-Rió con ganas.
-Necesito estudiar para conseguir un trabajo, es normal.-Suspiré.
-No necesitas un trabajo, yo ya tengo uno, y además el dinero a mí no me falta.
-Sí, pero cuando tengamos hijos no quiero ser una madre que no haga nada…-Solté sin pensarlo dos veces… ¿Hijos? Joder…no pensé antes de decir eso, a penas somos novios, ni siquiera nos casamos.
-Oye…-Escuché la risita de Justin.- ¿Esa fue una indirecta?- Me apretó a él sonriendo con nuestros rostros a centímetros de distancia.
-Mhm…no sé…-Me hice la interesante, quería ver su reacción.- Tal vez…tal vez no…-Susurré, él unió nuestros labios con ganas.
-¿Quieres un helado?- Dijo sobre mis labios. Asentí y él se dirigió a un puestito de helados a unos 15 metros de distancia.
Miré el horizonte. Sentí una sombra, alguien se paró en frente a mí. Me puse de pie.
-¿Tú eres ____ Lagers?- Un hombre pelirrojo con una cazadora verde olivo habló en mis narices.
-Em… sí, ¿Qué se le ofrece?- Pregunté lo más educada que pude. El chico desprendía olor a cigarrillo y cerveza a montones.
-¿Recuerda usted al Sr. Pattinson?-Un nudo se formó en el medio de mi estómago, tragué con dificultad.
-Sí.-Dije con toda la naturalidad del mundo.
-Él quiere saber en qué ha quedado el acuerdo de ustedes dos, ya sabe, si al final va a trabajar para él.-Me penetró con su mirada fría.
-Em…yo aún no lo sé, pero ¿Por qué yo?
-Robert dice que usted tiene lo que se necesita para trabajar aquí, para él.-Balanceó todo su peso en una de sus caderas.- ¿Qué dice?
-No, gracias, pero si cambio de opinión le haré saber…-Me puse nerviosa. Realmente no quería meterme en ese trabajo, fuera lo que fuera, no confiaba en ellos.
-Escucha…-El hombre se puso aún más serio de lo que estaba.-Tú entrarás, te guste o no. Si no lo cumples, abstente a las consecuencias…
-No me amenace.
-Solo le advierto señorita.
-Vallase ahora mismo, le dije que no entro.- Le dije con ira creciente. El pelirrojo enfureció y me cogió del cabello acercándome a él.- ¡Suélteme!- Me agité.
NARRA JUSTIN:
Le estaba pagando al gentil hombre de los helados cuando los gritos de mi novia me desconcertaron por completo. Joder….
-Disculpe….luego vuelvo…-Le dije al heladero. Corrí hacia donde estaba anteriormente y sí….me encontré con lo que pensé.
-¡Auch!- Se quejó bajo el apretado agarre de ese hombre. Sin esperar nada, y antes que me viera, me abalancé sobre él derribándolo al suelo. Lo golpeé, él me lo devolvió. Me giré sobre él, 1, 2, 3, 4 patadas de mi parte hicieron que escupiera un suministro entero de sangre.
-Joder…-Se quejó el hombre.-¡Váyanse a la mierda ambos!-Gritó. Luego se dirigió a ella.-Y tú, recuerda que te lo advertí…-Murmuró con enojo.
¿Advertir qué? ¿De qué no estoy enterado? ¿Qué coño pasa?
El chico corrió antes de que lograra preguntarle algo. ____ estaba de rodillas sobre el suelo, llorando sobre sus manos. Corrí a ella, la ayude a levantarse y al notar que sus piernas estaban débiles, yo mismo la cargué.
Luego le preguntaría que fue toda esta mierda que acaba de pasar, pero ahora debo ayudarla, me necesita, y ella es mi chica…
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La desvestí toda y le preparé un baño de agua caliente. Luego la sequé y le puse uno de sus pijamas.
-¿Cómo te encuentras? ¿Te duele algo?- Acaricié su cabello. Ella solo asintió, dándome por entendido que le dolía algo. Señaló su cuello.
Maldición….estaba rojo, irritado…se notaba su sufrimiento. Cerré mis ojos mientras acariciaba su herida deseando que ella no estuviera pasando por esto… ahora todo me cierra perfectamente…sé quien le hizo todo esto, tiene sentido…. creo que son solo sospechas.
-¿Qué fue lo que pasó?- Pregunté en un tono suave para no asustarla. Ella solo me miró con temor, no contestó.- Vamos, puedes decirme, podría ayudarte…-Le dije en tono de súplica. Ella negó y bajó la mirada.
-No…no puedo…-Sus puños se tensaron.-Juré no decirte nada, no puedo, me asesinarán si digo algo….-Susurró, me asusté más. No hay manera de que la deje en paz hasta que me diga absolutamente todo.
-O me dices o yo mismo me encargaré de averiguarlo.-La miré fijamente. Suspiró pesadamente.
-Bueno…em…-Jugó con sus dedos.-¿Conoces a un tal “Robert Pattinson”?- Subió su mirada hasta encontrarse con la mía.
Tensé mis puños. Él ha vuelto….y quiere venganza.
-Ese maldito hijo de puta….
