Me limpié las lágrimas con el dorso de mi manga. Ya pasaron 2 días desde que tuve esa “mini” pelea con Justin, él está aquí, en mi casa, pero ni nos dirigimos la palabra, solo hago la cena, cenamos, y él duerme en el sofá, y la verdad que me duele que no nos hablemos.
Terminé de desayunar y me dirigí al baño. Me lavé la cara, los dientes, cepillé mi cabello y por último me puse unos jeans negros y una blusa pastel ya que todavía estaba de pijama.
Lo vi pasar y sentarse en el sofá frente al televisor. Debíamos hablar de esto ya, antes de que fuera peor.
-Justin….-Me puse en medio de él y el televisor.
-¿Qué?- PERFECTO (Noten el sarcasmo) Sigue igual de ignorante.
-Debemos hablar.
-¿De qué?- Me miró burlón y cínico.
-De nosotros.-Arqueó una ceja.
-¿Hay un nosotros? Es decir, hace 2 días solo te alejabas de mí.- Dijo en tono dolido.
-Yo no quería alejarme de ti, solo que es duro para mí que no sientas lo mismo que yo.-Se me quebró la voz.
-Lo que pasa es que se me hace difícil amar a alguien tan caprichosa, piensas que todo el mundo te ama.
-¡Pero soy tu novia! Se supone que me amas.- A esta altura ya estábamos gritando. Él ya estaba de pie.
-¡No! Puede que los novios se amen, pero este no es el caso, yo te quiero, me gustas mucho, ¡Pero no te amo! Es imposible.
-¿Qué es imposible?
-Amarte. Me lo haces imposible cuando te pones así e insoportable, o sea casi siempre.
-¿Entonces por qué mierda eres mi novio?- Le grité molesta.
-Pues porque me caes bien, ya te dije que me gustas mucho…-Dijo inseguro.
-“Gustar”…-Reí irónica.- Es exactamente lo mismo que “Me caes bien”.-Gruñí.
-¿Piensas que no te quiero? Entonces ¿Por qué estaría con alguien tan insoportable si no fuera así?
-¿M estás diciendo que soy insoportable?- Sentí un fuerte dolor en mi interior.
-¡Sí! ¡Te lo estoy diciendo! Eres malditamente egoísta, egocéntrica, hueca, insoportable, tonta, insegura, manipuladora, zorra ¡Y otras cualidades espantosas!- Gritó. Estaba respirando fuertemente, su pecho subía y bajaba aceleradamente.
-Justin…..-Susurré casi inaudible. No podía creer todas las cosas espantosas que me había dicho.
-¿Justin qué? ¡Todo lo que dije es verdad! ¡No te soporto! Eres como una estúpida niñata engreída….-Eso fue directo a mi corazón.-Es más, ¿Sabes algo? ¡Terminamos!- Me miró desafiante.
No podía creerlo, estaba en shock. Mi vista se nubló, las lágrimas salían a montones. Mi boca temblaba. Una presión en mi pecho crecía cada vez más, me estaba ahogando.
La cabeza me pesaba. Me tambaleé, me sostuve de la barandilla de la escalera, pero no fue suficiente, caí duramente al piso de madera.
-¡____!-Justin corrió a mi lado y me envolvió en sus brazos.-¡____!
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Me había desvanecido por el fuerte golpe en mi cabeza.
Abrí mis ojos y allí estaba él, sentado junto a mí, en mi cama. Sus ojos delataban que había estado llorando.
-____.....- Acarició mi mejilla.-Perdón….-Respiró sobre mí rostro agitadamente. Pero esos horribles insultos seguían resonando en mi cabeza.
-Vete….- Cerré mis ojos tratando de aligerar el dolor de mi cabeza y corazón.
-____, perdón, fui un idiota, tú no eres nada de eso, tú eres perfecta.
-Justin, ninguno de tus cumplidos solucionará esto, vete por favor…
-Pero yo te quiero, y mucho.
-No. Tú solo me quieres hacer sentir mejor, pero temo que no funcionará.
-Eso no es verdad, eres lo más importante para mí.- Besó mi frente.
-Terminase conmigo, y ya te encargaste de decir todo lo que piensas de mí, no te molestes en recordármelo, no será necesario.-Dije molesta.-Porque ya no eres mi novio.- Vi la tristeza en sus ojos color miel reflejarse. Bajó la mirada.
-Tú no lo entiendes….
-Tienes razón, no entiendo. Primero me quieres y luego te dedicas a decir cada cosa horrible que piensas de mí, y ¿ahora solo piensas que con un simple “Perdón” me harás pensar que nada pasó?
-____, ¿Sabes algo? Es difícil para mí dejar de lado todo mi orgullo, pero lo hice por ti, y aún así ni lo notas, eres una desagradecida, y espero que sepas que todo lo que dije sobre ti es cierto, cada pequeña palabra es cierta.-Dijo con desprecio.
Me levanté de la cama rápidamente y me encerré en el baño para evitar seguir escuchándolo.
