-Nena, ¿Ya empacaste todo?-Justin me abrazó por detrás, yo me giré y lo besé.
-Sip.- Dije emocionada.-Nunca fui a tu casa, solo he ido a ese lugar donde me secuestraste…-Hice una mueca extraña.
-No te hagas ilusiones, no es tan grande.-Dijo pareciendo modesto, yo ya sabía que su casa era impresionante.- ¿Vamos?-Asentí y me envolvió la cintura con un brazo mientras con el otro cargaba mi maleta.
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-¿Vives aquí?-Dije observando la gran villa frente a mis ojos babeando.
Las rejas doradas rodeaban todo el perímetro y uno canteros de rosas adornaban el camino de piedra hasta la entrada. Dos fuentes se encontraban a cada lado de las rejas.
-¿Te gusta?-Me miró con inocencia. Jadeé, ¿Acaso estaba bromeando? ¿A quién no le gustaría esto?
-Me encanta, Biebs, gracias por dejarme quedar contigo…-Susurré contra sus labios y los uní en un mágico beso.
Entramos y lo primero que vi fue la gran escalera revestida en mármol blanco que dividía a la sala en 2.
Corredores se extendían hasta donde daba la vista.
-¿Es de tu agrado, princesa?- Comentó tierno. Asentí emocionada.-Pues veamos la habitación principal.
Subimos la escalera, caminamos por un corto corredor e ingresamos a la puerta final.
Wow…
Una cama “Kingsize” se encontraba en el centro del cuarto. Un armario blanco con bordes remachados en dorado ocupaba todo el ancho y largo de una de las paredes, pinturas invaluables ayudaban a ambientar el sitio, y ventanales extensos hacían que aquella habitación luciera más elegante por la luz de la luna.
-Justin….esto es….-Respiré entrecortada.- Enorme….
-Esta es mi habitación, hay otras más, pero me fascinaría que durmieras conmigo cada noche….-Me estrechó contra él.- ¿Qué dices?-Susurró en mi oído.
-Me encanta. Gracias por todo ¿Qué te parece si ahora intentamos dormir un poco? Son las 11:50 de la noche.-Dije mirando el elegante reloj de pared.
-No quiero.-Dijo como un niño pequeño.-Quiero hacer otras cosas contigo….-Ronroneó y mi piel se erizó. Me separé de él y me le quedé mirando.
-¿Lo ves? Siempre eres tú el que dice eso y no se anima a hacerlo luego…-Solté molesta.
-Era una broma, baby…-Dijo riendo, pero a mí no me dio ninguna gracia.-Nunca haría eso contigo, nunca en la vida me acostaría contigo…
Una espada a mi corazón…. ¿Qué quiso decir con eso? ¿Qué soy fea? ¿Qué estoy gorda? ¿Qué tengo mal físico?
Lo miré fulminante y cogí mi pijama para luego ponérmelo en el baño. Me miré al espejo y maldecí a mis adentros al observar con más atención mi atuendo. Era demasiado corto. Una blusa de tirantes algo ajustada y un short corto que se ajustaba a la cadera.
Suspiré. Ya no hay vuelta atrás, me lo he puesto y estoy cansada como para cambiarme.
Tragué saliva y salí del baño. La mirada de Justin inmediatamente se situó sobre mí, escaneándome de pies a cabeza. Lo miré de reojo y él ya se había quitado su ropa, solo llevaba unos bóxers. Se acercó a mí con la intención de abrazarme pero lo esquivé.
Rodeé la cama acostándome del lado opuesto al de él, apagó la luz y se acostó junto a mí. Seguía con su mirada sobre mi cuerpo, le di la espalda.
Una mano cálida se posó sobre mi muslo mientras lo acariciaba cariñosamente. Quité su mano y envolví la sábana apretadamente a mí alrededor.
-¿Estás enojada conmigo?-Escucho su voz en forma de susurro.
-No.-Él quita las sábanas y me abraza por detrás entrelazando nuestras piernas.-No me toques.-Intenté soltarme, pero sin éxito.
-¿Por qué estás tan molesta?- Sentí su aliento caliente sobre mi cuello.- ¿Hice algo mal?-Dijo sin entender.
-Nada, déjame dormir.
-Definitivamente estás enojada, tú no eres así.- Besó mi cuello.
-Maldición, ¿Puedes dormir y dejarme en paz?-Me di la vuelta enfrentándomelo.
-No hasta que me digas que mierda te pasa.-Dijo cortante. Bajé la mirada.-____, mírame…-Cogió mi rostro entre sus manos.-Dime qué pasa, por favor.
-Nada.
-Sí, algo te pasa, dime.-Me miró suplicante.
-No.
-Sí.
-No.
-Sí.-Volvió a decir.
-No.
-No.-Dijo confundiéndome.
-Sí.-Caí en su trampa.
-¿Me dirás?-Dijo emocionado.
-No.
-Vamos, ¿Por favor?
-No.
-Vamos, porf - -
Lo interrumpí.
-¿Por qué dijiste que nunca en tu vida tendrías relaciones conmigo?-Solté repentinamente.
Su rostro formuló una pequeña sonrisa. Yo seguía inexpresiva.
-Nena…-Sonrió entre dientes.-Tú sabes que te quiero más que nada, te amo….-Dijo pesadamente.-Pero temo hacerte daño, deberíamos esperar más.
-¿Esperar a qué? El tiempo que pase no haría ninguna diferencia.-Dije segura.
-Lo sé, pero temo por ti, temo que te arrepientas de esto.- Acarició mis mejillas y plantó un dulce beso en mis labios.- ¿Entiendes? Cuando estés más segura, lista, ya verás…te haré mía-Susurró contra mis labios enviando ondas de lujuria a mi cuerpo. Enrojecí y no sé la razón, seguramente por imaginármelo a él desnudo o a él viéndome desnuda…..ay dios…..que vergüenza….
-Lo que digas…-Suspiré.
-¿No te convencí?- Me miró con detenimiento.
-Sí, es que….-Pensé bien lo que iba a decir.-Tengo miedo a que te vayas con otra chica porque te aburres de mí.
-Preciosa…-Me tomó de la cintura y me pegó a él ferozmente.-Nunca me aburriría de ti, sería un imbécil si me fuera con otra más…-Besó mi cuello haciéndome soltar un pequeño gemido.- ¿Entiendes? Yo te amo, solo eres tú, nadie más. Eres mía, solo mía, no te pienso compartir con nadie.-Dijo contra mi piel.
-Justin, yo…-El timbre sonó sacándonos de nuestro mundo.- Iré a ver quien es…-Me levanté.
-No, iré yo.-Se puso sus jeans y una camisa que no se molestó en abotonar.
-Mejor vamos los dos.-Le sonreí y él también, bajamos la escalera tomados de la mano y ambos abrimos la puerta.
-¿Qué haces aquí?-Dijo Justin mirando a la persona con detenimiento.
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