Cygnet Comitte

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Diane----------
•Flashback•
Corrí a mi habitación lo más rápido que pude, mis nervios estaban destrozados y mi corazón a punto de salir de mi pecho. Entré rápidamente y cerré la puerta con seguro. Tomé asiento en el frío piso del lugar y traté de controlar mi miedo. Sentí los firmes pasos que se dirigían directo a mi puerta, después de unos segundos, el ruido cesó y todo parecía ser tranquilo, debía de suponer que nada era paz y armonía en ese lugar. El silencio fue roto abruptamente por el sonido del cerrojo de mi puerta abriéndose; está se abrió con una lentitud desesperante, dejando a la vista a aquel repudiable "hombre", sonrió cínicamente y se acercó lentamente hacia mi. Me encontraba tan asustada que parecía, me encontraba pegada al suelo. El sujeto tomó mi brazo bruscamente, provocando que me levantara de inmediato, me arrojó a la cama, se colocó encima de mi y aprisionó mis manos fuertemente sobre el acolchado.
-¡imbecil, suéltame!!- gritaba entre llanto
-¡cállate!- gritó para después propinarme un fuerte golpe en el rostro.
Una de sus manos comenzó a recorrer mi cintura mientras la otra aún sostenía mis muñecas, forcejeaba para liberarme de su agarre pero era inútil. Una niña de 11 años jamás podría con la fuerza de un hombre de 30 años.
Mis músculos se tensaron al sentir sus dedos rozando mis piernas.
-¡idiota! ¡Déjame!- seguí gritando hasta que un fuerte golpe en el rostro me hizo perder el conocimiento, todo se tornó oscuro y no supe nada de mi. Desperté después de no sé cuánto tiempo, sin ropa, con lesiones por todo el cuerpo y un odio increíble. Tomé lo primero que encontré para vestirme, me paré frente al espejo y miré mi rostro dañado. Analicé cada rasgo de mi cuerpo, lo que más me preocupaba era aquella herida en el hombro derecho. Tomé un algodón con alcohol y limpié mi hombro.
•fin del flashback•
David me miraba atentamente.
-Diane... yo... sé que no debería preguntar esto pero... ¿quien era ese maldito?
-verás cuando tenía 6 años mi padre murió en un accidente automovilístico del que solo mi madre y yo salimos con vida, claro que por los golpes tuvimos que recibir atención médica. Mi madre conoció a alguien más y él se mudó con nosotras, desde ese día mi madre cambió, solo se preocupaba por él y no creía en nadie más. Siempre me sentí intimidada por la manera en la que me miraba pero nadie me creyó. Después de que el....-hice una pausa- abusara de mi... fui con mis tíos y primo, así es Bill y sus padres me apoyaron e hicieron hasta lo imposible porque mi madre y su pareja me devolvieran la herencia de mi padre, a cambio ellos deberían mantenerse alejados de mi, y así fue, ellos se dedicaron a viajar y me dejaron con los Wyman . En cuanto cumplí los 16 decidí vivir sola con el dinero de la herencia, que mis tíos guardaban hasta que tuviera 18. Después de eso me distancié de mis tíos y toda la familia en general, aunque siempre los he echado de menos. Mis tíos y yo, decidimos que lo mejor sería ocultar todo y empezar de nuevo, creamos la historia de que mis padres viajan por negocios y eso es todo-dije mirando hacia la nada mientras jugaba con mis manos nerviosamente y las lágrimas rodaban por mis mejillas
-¿por eso la cicatriz en tu hombro?- dijo David sorprendido
-si...al parecer nadie sabe qué pasó con mi hombro a ciencia cierta- dije agachando la mirada
David levantó mi rostro para quedar frente a frente
-jamás entenderé el porque de tus desgracias linda, pero hay algo que si entiendo, y es que, jamás permitiré que alguien te dañe, te juro que estaré para ti en tus momentos de duda y dolor. No dejaré que tu mundo se caiga y te prometo que pase lo que pase te amaré a sobre manera.
Sé que no ha sido fácil, y que no puedo arreglar todo tus problemas, pero trataré de hacer que levantes la cara en alto, mires hacia arriba y me regales la mejor sonrisa que tengas.- dijo David pausadamente
Mis ojos se abrieron un poco al escuchar cada palabra, ya que según mis ideas, el me rechazaría en el momento en el que supiera mi historia. Pero David siempre ha sido diferente al resto.
Me atrajo hacia él y pasó sus brazos por mis hombros formando un abrazo, solo que este era un abrazo diferente, podía sentir su corazón latiendo y su respiración pausada. Esta vez, se sentía como si fuera el primer abrazo, lleno de alegría y amor.
Las lágrimas siguieron deslizándose hasta llegar al hombro de David, mientras sus dedos pasaban entre los mechones de cabello. Permanecimos así por un largo tiempo, hasta que un fuerte ruido de hielo quebrandose en el mar nos hizo separar. Sus manos limpiaron mis lágrimas con ternura y sus labios depositaron un beso en mi frente. Nos dedicamos a mirar el paisaje abrazados y David comenzó a preocuparme, lucia pensativo, con el ceño fruncido y la mirada perdida en el horizonte.
-¿David...?-dije débilmente
El solamente sonrío fugazmente y regresó la vista hacia aquel lugar.
Su conducta llamó mi atención y solamente esperaba que mi historia no hubiera afectado su manera de ser conmigo...

In love with ziggy stardust...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora