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-la cirugía fue un éxito. Sin embargo la paciente se encuentra muy delicada, perdió demasiada sangre debido a una hemorragia que pudimos controlar en la cirugía.
-¿por qué no le ponen un aguja en el brazo y le hacen una transfusión? No es tan complicado- dije desesperado
-eso quisiéramos señor Jones pero su tipo de sangre es muy poco común. A negativo
- ¿A Negativo?.... ¿Cuánta sangre necesita?
- al rededor de un litro
- ¿doctor que tengo que hacer para donar ese litro de sangre?
- ¿usted es A negativo?
- así es- respondí ansioso
- bien sígame- dijo el médico guiándome hacia alguna parte del hospital donde me sentaron en una fría silla, colocaron una pequeña aguja en mi brazo y la conectaron a lo que parecía ser una especie de bolsa. Trataba de no pensar en que tenía una aguja en mi cuerpo y que la sangre fluía fuera del mismo; pero mi curiosidad ganó así que giré la cabeza y permanecí mirando aquel líquido rojo. Poco tiempo después apareció una enfermera, la cual me retiró el instrumental y me dio algo de comida para que no me sintiera mareado por la sangre que había perdido.
Regresé a la sala de espera, me senté; noté que ahora era de noche, sabía que no me darían alguna noticia sobre mi novia así que decidí salir a ver las estrellas. Caminé hacia una especie de área verde, me recargué en una columna y alcé mi vista. No sé cuánto tiempo estuve ahí mirando hacia el cielo como idiota, pero supongo que pasó al rededor de una hora hasta regresé a la sala de espera. Solo podía mirar atento hacia la habitación a la cual llevarían a Diane.
De nuevo el sueño me venció, a la mañana siguiente, desperté temprano, fui a la cafetería y regresé lo más pronto posible.
Permanecí de pie algunos minutos hasta que sentí la mirada de alguien, alcé la vista y pude ver al médico que atendía a mi novia. Movió la cabeza en señal de aprobación y me condujo hasta la puerta de la habitación.
Abrí lentamente y ahí estaba ella: aún con vendas en la cabeza, ojos cerrados, perfil demacrado, piel pálida, suero y sangre conectados a su ahora más delgado brazo.
Acerqué un banco a la camilla y tomé asiento junto a Diane mientras analizaba cada centímetro de ella, no lucía como la linda chica de vestido rojo a la que encontré llorando en la plaza el día de su cumpleaños, ella se veía tan frágil que me daba miedo tan solo tocarla, tenía la sensación de que la lastimaría. Acerqué mi mano a su rostro y aparté un mechón de cabello de su mejilla; al verla de frente y tan de cerca, pude notar que su mandíbula era más notoria, casi tanto como la mía, sus pómulos se encontraban en las mismas circunstancias y debajo de sus ojos ahora habían grandes y notorias ojeras. Suspiré con pesadez y de nuevo me coloqué tomé asiento. Con suma delicadeza tome su delgada mano y la besé lentamente.
- "Starman" te espera "Lady Stardust"- dije mientras una lagrima rodaba por mi mejilla
Permanecí tomado de su mano por lo menos media hora hasta que el médico entró para informarme sobre algunas situaciones.
- señor Jones, la señorita Wyman estará bien, aunque necesitará por lo menos 1 mes de reposo absoluto, con ciertas restricciones e indicaciones que deberá seguir al pie de la letra. No hay rastro de secuelas ni lesiones mayores en su cerebro, así que en cuanto despierte, será cuestión de horas o días para que esté consciente en un 100%, deberá tomar algunos medicamentos y acudir con regularidad a realizarse análisis. Perdió demasiado peso debido a que no ha ingerido nada de alimento en por lo menos 3 días además de que ha estado grave últimamente y ha perdido nutrientes y vitaminas. También debo decirle que su problema de presión arterial se ha vuelto más crítico, aunque estará bien con ciertas prescripciones. Ahora sí me disculpa me retiro
Asentí con la cabeza y volví a mirar a Diane.
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Habían pasado dos días y Diane seguía sin despertar. Cada día en la tarde me retiraba para cambiarme y regresaba para pasar con ella el mayor tiempo posible.
A cada momento la contemplaba y anhelaba que abriera aquellos hermosos ojos avellana que tanto me gustaban.
Eran más de las 4 de la tarde cuando Diane movió un dedo y después de unos segundos apretó mi mano.
La miré atentamente, comenzó a abrir lentamente los ojos y volteo débilmente hacia mí para esbozar una pequeña sonrisa
-¿Starman..?- preguntó casi inaudible
-así es Lady Stardust, aquí estoy linda- sonreí  tomando aún más fuerte su mano
-ven David- dijo débilmente
Me acerqué a su rostro
-¿qué pasa linda?
Dirigió su mano hacia mis labios como el día en que habíamos llegado a ese lugar. Sabía a lo que se refería
-es mejor que descanses
-no David, hazlo- dijo Diane aún con su mano en mis labios.
Me incliné hacia ella y la besé lenta y delicadamente. Fue un corto pero dulce beso. Al separarnos acaricie su mejilla mientras le sonreía.
-vámonos de aquí David- me miró a los ojos
-no, aún estás muy débil
-siempre consientes mis locuras, ¿por qué ahora sería la excepción?
-porque tu salud está de por medio
-vamos David, estaré bien, solo larguémonos de este frío e insípido lugar
-no Diane, esta vez no
-por favor... Necesito que me lleves a casa
-yo...- no me dejó terminar
-es lo único que pido hombre de las estrellas, estar en mi habitación contigo a mi lado, solo llama al medico
Hice lo que ella me indicó, el médico entró en la habitación.
-quiero mi alta. Exijo mi alta voluntaria
-pero señorita Wyman
-¡ahora!. mis padres pagarán los gastos, ahora deme mi alta
-los gastos están cubiertos desde hace 2 días, pero ¿de verdad desea su alta?
-si, ahora
-señor Jones, ¿piensa hacer algo al respecto?
-si, llevarla a su casa y cuidarla, así que denos esa alta ya
Diane me miró y sonrió ampliamente. El médico salió y regresó a los pocos minutos con algunos papeles y una pluma, me los entregó y después de que firmara, se los entregué a mi novia. Algunas enfermeras trajeron su ropa.
Esperé afuera mientras ellas la ayudaban a cambiarse. Una de ellas me indicó que podía pasar.
-traigan una silla de ruedas- dijo una enfermera
Diane y yo nos miramos como si nos comunicáramos con la mirada y sonreímos maliciosamente, asentí con la cabeza.
Las enfermeras salieron de la habitación en busca de aquella silla de ruedas. Me acerqué a la camilla.
-fuguémonos Starman- extendió sus brazos hacia mi
-lo que diga Lady Stardust- dije mientras tomaba a Diane y comenzaba a correr con mi novia en mis brazos directo a la salida
Me dirigí a su casa mientras ella me miraba y reía débilmente. Corrimos hacia su habitación y la deposité delicadamente en su cama mientras reíamos.
Después de unos minutos Diane me indicó que me sentara a su lado, colocó su cabeza en mi hombro y pasó sus delgados brazos por mi cuello. Deposité un beso en su frente y comencé a acariciar su cabello. El timbre sonó, me disculpé con mi novia y abrí la puerta
-señor Jones- dijo una mujer alta y con semblante serio. Traía una especie de sobre, me miró severa y....

In love with ziggy stardust...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora