Low

92 7 0
                                    

Diane---

Me encontraba sentada en mi estudio, con un cigarrillo en la mano, pensaba en David, su carrera, Jagger y su forma de ser, pero sobre todo, en el infierno que se estaba convirtiendo mi vida, pero solo debería de soportar 4 meses y me largaba a Liverpool.
*|*|*|*|*|*|*|*|*|*|*|*|*|*|*|*|*|*|*|*|*|*|
1 semana después

Estaba caminando mirando los aparadores de algunas tiendas de antigüedades, cuando una mano en mi hombro me distrajo, voltee y ahí estaba él.
-menso, me asustas- dije tratando de fingir enojo

Bill---

En el momento en que Diane volteó a verme, la noté demasiado demacrada.
-¿vamos a comer linda? Yo invito
-claro- dijo mi prima
Al tomar asiento en el restaurante, la mesera tomó nuestra orden y se alejó.
-¿me vas a decir qué pasa contigo?- le pregunté serio
-no quería decírtelo, pero no es fácil ocultarte algo. Veronica y su porqueria , regresaron y están en mi casa- dijo cabizbaja
-¡¿pero que?! ¡¿Diane como es posible que quisieras ocultar algo así?! Es demasiado grave
-no, no es tan grave aún
-¡en este momento te vas a mi departamento!
-no, tomo medidas precautorias y puedo con esto
-¿cuales medidas?
-no salgo de mi estudio o cuarto y siempre están cerrados con llave. Además coloco mi tocador frente a la puerta de mi habitación y duermo sentada frente a eso
-¿estás loca? Diane, tienes que salir de allí
-no te preocupes, lo puedo manejar
-ahhg... eres increíblemente terca, me tendrás que llamar lo más que puedas y si necesitas algo, lo que sea, vienes por favor- dije antes de ser interrumpido por la camarera, quien colocó los platos frente a nosotros
-señor Wyman, ¿me podría dar un autógrafo?- dijo una pequeña niña de 10 años
-por supuesto, ¿para quién es, cariño?- dije amablemente
-Liesel-dijo con voz tierna
-aquí tienes linda- dije y después se apartó
Al voltear a ver a Diane, había comido poco más de la mitad de su comida y parecía que acabaría en un segundo
-¿has comido bien?-pregunté preocupado
-como manzanas-dijo mirándome apenada
-¡¿que?! Diane, ¿que?¿quieres ser anorexica?
-no, pero son tiempos difíciles
-ay, pide lo que quieras niña
-con esto está bien, gracias- dijo tomando mi mano
-me preocupas, entiéndelo- dije mirándola
-siempre tan sobre protector
Terminamos de comer y decidí acompañarla a su casa. Mi "tía" abrió la puerta y saludó
-cuídate pequeña-dije ignorándola y besando a Diane en la frente

Diane---
Corrí hasta mi estudio para acabar mi segundo cuadro.
Había pasado ya una semana desde que vi a Bill y desde entonces, no dejaba de llamarme por todo. Esa tarde, Lucille me llamó y tuve que confesar lo que estaba pasando, ya que cada vez era más notorio que no estaba bien.
-¿necesitas ayuda?-dijo Lucy preocupada
-no, lo tengo bajo control, te dejo, nos vemos pronto- dije despidiéndome
-claro y cuídate por favor
-por supuesto, bye
-bye
Colgué y de nuevo hice la guardia de siempre para poder "dormir".
Desperté más temprano de lo normal, tomé un vaso de agua y dos manzanas. Entré a mi estudio y cerré con llave, comí mi "desayuno" y comencé a pintar, el tiempo se me fue volando y de pronto, eran las 12 del día, escuché que cerraban la puerta principal, no le tomé importancia y seguí pintando.
Coloqué mi godete en una mesa cercana y me levanté de mi asiento para poder descansar un poco. Me encontraba viendo los botes de pintura cuando la cerradura de mi estudio se abrió, quedé estática al momento, escuché unos pesados pasos a un metro de mi y después la puerta cerrándose de nuevo.
-tiempo sin verte y ve como has crecido- dijo esa maldita voz
Volteé temerosa y lo miré con asco
-¡lárgate!- le grité
-en un rato me voy, pero primero debo de ver que tanto has cambiado- dijo acercándose rápidamente dejándome en contra de la pared
Sentí una de sus manos bajar hasta mi cadera y de inmediato comencé a forcejear con el.
-¡déjame en paz maldito bastardo!- grité para poder sacar una de mis manos mientras el rasgó un poco mi blusa dejando al descubierto mi hombro.
Forcejeaba más fuerte con él
-¡quédate quieta maldita sea!- dijo para después golpearme fuertemente en el labio
Lo empujé como pude y cayó al piso, traté de salir rápidamente pero me tomó del tobillo y me hizo caer, provocando que me golpeara el rostro y abdomen.
Rápidamente me colocó boca arriba y ahora estaba encima de mi tratando de hacer que dejara de manotear.
-¡maldito idiota!- grité y le escupí en la cara
-¡maldita!- golpeó de nuevo mi rostro y su mano se dirigía hacia mi busto.
Alcé mi vista y visualicé un grande y metálico bote de pintura, abierto, estaba justo en el borde de la mesa más baja, comencé a estirarme hacia el lugar, mientras sentía sus asquerosas manos recorrer mis piernas, mis nervios aumentaban y mi desesperación era increíble, al fin alcancé el bote, lo empujé un poco, haciendo que cayera sobre su cabeza, en ese momento pude empujarlo y salir corriendo el lugar.

In love with ziggy stardust...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora