Look up to the stars

394 27 3
                                    

Desperté temprano aun pensando en David, incluso había soñado con él. Pude ver el regalo que me había dado , me levanté y corrí para reproducir el vinilo.

La voz de 4 chicos inundó la habitación y debo decir que me agradaba cada tema que escuchaba, solo había escuchado hablar de ellos como todo el mundo pero jamás me había tomado el tiempo de oír su música, no eran precisamente mi estilo, prefería a The Rolling Stones, ellos me parecían tan increíbles. Solo tenías que pensarlo: 5 chicos guapos, rebeldes, talentosos, perfectos, carismáticos, chicos malos, con Jagger como líder... era la combinación perfecta. Mientras escuchaba el vinilo quise tanto que David estuviera conmigo, aunque bien sabía que eso era imposible, no sabía nada de él, ni siquiera su edad y yo estaba creándome imágenes mentales estúpidas.
Ese fin de semana pasó sin novedad, y el lunes llegó demasiado pronto.
Después de tomar una ducha y vestirme, salí de mi casa. Justo en la entrada encontré algo que llamó mi atención, una pequeña tarjeta roja se asomaba del buzón.
La tomé y sólo encontré un mensaje que decía "ve hacia tu derecha", ese debía ser la nota más extraña que jamás hubiera recibido, pero mi curiosidad fue más grande, así que decidí hacer lo que la tarjeta indicaba. Al mirar hacia el lugar, visualicé una figura alta y delgada, me acerqué lentamente, y pude darme cuenta de quien se trataba. Comencé a correr hacia él como si fuera una pequeña niña y él me extendía los brazos.
David------
Extendí los brazos hacia Diane, se veía linda como siempre.
Cuando al fin llegó hasta mi, la abracé fuertemente mientras disfrutaba su aroma a perfume indescriptiblemente delicioso. Permanecimos un tiempo, nos separamos y miré sus ojos avellana que me volvían loco, pasé mi brazo por sus hombros y comenzamos a caminar hacia su escuela.
-gracias por el regalo David, me encantó- sonrió
-no fue nada, linda, me alegra verte sonreír de nuevo
-¿de verdad?- dijo tímida
-si, por cierto, ¿Crees que podría  verte al salir del colegio?
-increíble
-¿eso es un...
-si, obvio si- rió
Continuamos caminando aun con mi brazo sobre sus hombros y a ella parecía agradarle.
Llegamos a ese gran y antiguo edificio, besó mi mejilla y se alejó. A la hora de la salida esperé a Diane afuera, me sonrió y caminamos hacia su casa.
Las semanas eran iguales, cada día acompañaba a Diane a donde me fuera posible, además íbamos cada viernes al lugar donde la encontré llorando pero no fue hasta después de dos meses que decidí invitarla a salir como tal.

Ese viernes al salir de clases la esperé y comenzamos a caminar como de costumbre
-Diane, ¿Te importaría ir a un lugar diferente hoy?- dije a mitad del camino
Ella me miró confundida pero aceptó de igual modo, mi brazo de nuevo se encontraba en sus hombros y caminamos hacia un hermoso lago al que solía ir cuando la depresión llegaba a mi. Al llegar, ella comenzó a detenerse un poco mientras miraba nostálgica .
-¿pasa algo?- la miré extrañado 
-no, no es nada - sonrió nerviosa
Nos sentamos en una roca a la orilla del río.
-y bien cuéntame de ti, quiero conocer más del chico que mejoró mi cumpleaños- se acomodó cerca de mi
-sabes todo de mi, linda;  esto era lo único que no conocías de mi, este lugar es donde busco refugio cada vez que las cosas van mal, tenía la necesidad de mostrártelo- Diane me miraba atentamente, parecía analizarme con la mirada, aunque no me molestaba en lo absoluto, incluso lo disfrutaba
- tampoco sé tu edad David- interrumpió
-cierto, que idiota soy, el 8 de enero cumplí 18 años
-¡no puede ser!, el día que me encontraste llorando era mi cumpleaños número 18-dijo sorprendida, al igual que yo
-te dije que había algo especial
-si, así es- rió un poco
Continuamos platicando hasta que comenzó a jugar con el agua del río. Por más cursi que suene, lucía hermosa bajo la luz de la luna, no tenía idea de que hora era, pero podía deducir que eran como las 9 de la noche.
-David, Una estrella fugaz- gritó emocionada mientras apuntaba en dirección al cielo-pide un deseo- dijo aún emocionada
-no puedo desear nada más- dije, provocando que volteara hacia mi
-¿Por qué no?- cuestionó aún confundida
-tú eres todo lo que deseo, no hay nada más perfecto que este momento- tomé una bocanada de aire-escucha, se que suena raro pero desde el momento en que apareciste no te puedo dejar de pensar, te necesito  y daría lo que fuera por verte feliz . Se lo que estás pensando, tal vez creas que estoy loco o algo, y tienes razón, estoy loco por ti, sé que tal vez lo que te estoy diciendo no tenga sentido para ti o parezca mentira pero solo te pido que después de esto no te alejes, ni dejes de hablarme porque sería lo peor que podrías hacerme- dije mirándola a los ojos, su sonrisa se había desvanecido y solo me miraba atónita - ya que creo haber arruinado todo, quiero saber algo antes de que me odies por siempre
-ajá, dilo
-¿te gustaría ser más que mi amiga? ¿Quieres ser mi novia?- la tomé de las manos
Pareció una eternidad entre la pregunta y su respuesta, solo podía verla y tenía los ojos abiertos y una cara de confusión. Después de algunos segundos; se levantó y me indicó que hiciera lo mismo, se acercó lentamente a mi, sentí sus labios sobre los míos, la rodeé por la cintura y apegué más a mi. Colocó sus manos alrededor de mi cuello y comenzó a desordenar mi cabello. Sus labios eran tan suaves y dulces, continuamos así por un tiempo, hasta que nos separamos a falta de oxígeno, aunque no pasaron ni 15 segundos, para que de nuevo uniéramos nuestros labios.
-supongo que eso responde a tu pregunta David, te quiero y vas a tener que lidiar conmigo un largo tiempo porque no pienso alejarme de ti
De nuevo la tomé por la cintura y la acerqué a mi
-me encantas, preciosa- dije y la besé de nuevo

In love with ziggy stardust...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora