In love with ziggy stardust...

Move on

Lucille---
Aún no podía superar todo lo que acababa de pasar, y pensé en todas las veces que eso había pasado y Diane estaba sola.
Ella merecía alguien que la protegiera y  tenía en mente a  Mick porque parecía haber química. Pero en ese momento solo importaba alejarnos  de ese lugar y continuar con nuestra vidas, lo demás pasaba a un segundo plano.
Recuerdo el semblante de ambos chicos, era una mezcla  de odio e impotencia y juro que me daban un poco de miedo, no sabía si asesinarían a alguien.
Al llegar a casa de Bill; Mick abrió la puerta y ayudó a Diane a salir del auto. Recostamos a mi amiga en la habitación principal.
-¡carajo Bill! ¡Los calmantes, ya!- gritó Jagger abrazando a Diane
Bill entró al lugar con un vaso de agua y una caja de medicamentos.
-yo lo hago, Mick siéntate detrás de ella y sostén sus manos. Bill dame una pastilla
Tomé el rostro de Diane y coloqué una tableta debajo de su lengua.
-esa pastilla no se toma, se diluye con la saliva, solo así tiene un buen efecto- les dije a ambos
-mmmm... esa puede ser la razón por la que no había funcionado las otras veces
Rodeé los ojos y esperé a que ella comenzara a calmarse.
-¿mejor, linda?- susurró Mick en su oído
Di asintió y agachó la mirada.
Ya estaba anocheciendo y al día siguiente debíamos partir hacia Liverpool así que decidí dejarla descansar
-debes descansar para mañana- me levanté
-¿que harán mañana?- preguntó Bill extrañado
Miré a Diane seria y negó con la cabeza.
Suspiré pesadamente y le indiqué con la mirada, que les dijera lo que pasaba.
-yo... tendré una exposición en Liverpool en 6 meses, y debería estar allá en poco antes de 4 meses, pero después de todo esto...
-¿después de todo esto?- dijeron los dos al unísono
-le pedí a Lucy que me ayudara a ir allá lo antes posible y empezar de cero
-pero, ¿donde vivirán?- intervino Wyman preocupado
-oh, tengo una casa amueblada y con todo lo que necesitamos allá- traté de calmarlo
-¿y ya tienen como irse y todo?- preguntó Jagger
-así es, el autobús sale mañana a las 10:00 am
-de acuerdo, si así lo decidieron, es lo mejor, las llevaremos a la central y lo mejor será descansar- dijo su primo para después besar la frente de Diane y salir del lugar
-bien, linda te veré mañana a las 9:30 aquí. Descansa y todo estará bien, si necesitas algo, solo llámame. Adiós Mick- dije abrazando a mi amiga para después despedirme del Stone y de Bill para emprender el camino a casa.

Jagger----
No quería que Diane se fuera pero como ella había dicho "después de todo" era lo mejor, así que aproveché ese pequeño momento a solas para poder tener una despedida apropiada.
-vas a dejar solo al stone peleonero, ¿quien me va a curar y regañar cuando lo haga?- la miré tiernamente
-estarás bien, solo controla tus impulsos- soltó la primera risa en el día
-pides demasiado, pero lo intentaré- dije tocando mi cuello
-oh, Mick, tus manos- dijo Diane tomando una de ellas- no debiste ensuciarte las manos con él, no lo vale- agachó la mirada
Tomé su barbilla y alcé su rostro
-claro que valía la pena, se trataba de ti y nadie tiene el derecho de hablar así de alguien como tú. Además no te preocupes, me encargaré de él de otra manera
-promete que no mancharás tu nombre por un arranque de ira- dijo mirando mis nudillos lastimados
-descuida, Keith me controla
-eso no me tranquiliza
-¿Por qué no? Él es un tipo tranquilo
-si claro... tan tranquilo como tu
-bien...te dejo descansar ¿si?
-si, gracias Mick y ni creas que vas a poder evadir este tema de por vida
-no me agradezcas, ahora, me voy
-estás evadiéndolo de nuevo
-no sé de qué hablas
-ja... descansa señor problemático- rió
-así soy adorable
-no lo puedo negar
-lo sabía, ahora sí me voy- besé su mejilla y  después me dirigí a casa
Diane---

Era media noche y pensé que no podía dejar la situación con David como una interrogante, pero ya que el tiempo no era el suficiente, tomé una pluma y hoja, para empezar a escribir una carta.
Pasé algo así como media hora analizando a detalle que pondría y cómo afectaría a David. Debo decir que algunas lagrimas quedaron impregnadas en la hoja. Cuando al fin terminé, doblé el papel y lo guardé en el sobre. Lo coloqué en mi bolso de mano y me recosté quedando dormida.
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8:00 am
Lucille---

Mi despertador sonó, me levanté pesadamente y tomé una ducha para después vestirme con un vestido azul marino hasta la rodilla. Até mi cabello en una coleta alta, me maquillé un poco, tomé mi abrigo, maleta, dinero, bolso, todo y tomé un taxi hasta la casa de Bill.
Al llegar, me recibió Mick.
-hola, está acabando de arreglarse- dijo después de saludarme
-Lucy, está por acá- dijo Bill
Me disponía a entrar a la habitación, cuando la puerta se abrió.
-hola Lucy-dijo mi amiga débilmente mientras abrochaba su abrigo
- es hora de irnos, ¿lista?- dije alegre
-eso parece, solo quiero salir de Brixton
Entró a la sala, saludó a los chicos y salimos de la casa para subir al auto.
Llegamos a la central, bajamos las maletas y nos acompañaron hasta la terminal.
-bien, mensa, cuídate muchísimo ¿si?, llámame en cuanto lleguen para darme tu dirección y poder llevarte el resto de tus cosas en una o dos semanas- dijo antes de quedar en silencio-Ahh... te amo enana- dijo abrazándola tras un suspiro- cuídala, Lucy, suerte- dijo para después despedirse de mi

Jagger---
Estaba alejado de ellos, noté que Diane se dirigía hacia mi.
-¿no se va a despedir señor Jagger?- tocó mi hombro
Voltee a verla, y sonreí un poco
-claro que si, ven aquí- dije abrazándola fuertemente- cuídate por favor, tal vez te llame o visite, pero no te desharás de mi, suerte en todo señorita Wyman
Nos separamos, acarició mi mejilla con tristeza, depositó un beso en la misma y corrió a abordar el autobús.

Diane---

Me dolía dejar ese lugar, pero me dolería más quedarme allí.
Abracé por última vez a mi primo y le entregué la carta que había escrito.
-dásela a David, no le digas a nadie más, solo encárgate de que la reciba- dije triste
-considéralo hecho, ahora sube o perderás el viaje- dijo guardando el sobre en un bolsillo de su chaqueta
Tomé asiento junto a la ventanilla y me despedí por última vez de esos dos.
Mick parecía más triste que mi primo y honestamente no deseaba alejarme de él. Tal vez me estaba haciendo a la idea de lo que mi carta decía, permanecí mirando por el cristal mientras el paisaje cambiaba. Lucille tomó mi mano y me sonrió.