Capítulo 12: TENGO QUE IMPEDIRLO

181 15 0
                                    

Me puse unos pitillos negros rotos junto con una blusa de tirantes y escote de pico en color rojo.

Todavía me faltaba maquillarme y ponerme los zapatos pero prácticamente había acabado. Me peiné dejándome el pelo suelto y liso, como siempre. Me senté en mi escritorio frente al espejo que había y me delineé los ojos con un eye-liner negro, me puse rímel y un pintalabios 24h mate a juego con mi blusa.

Por las noches empezaba a refrescar lo suficiente como para llevar una buena chaqueta. Saqué mi cazadora de cuero de color negro y mis tacones a juego con el color de mis pantalones y de mi cazadora.

Recogí mi escritorio y me dirigí al baño para echarme mi colonia de Pacha Ibiza: "Sexy"

Ya eran las ocho y media así que salí de mi casa tras coger mi bolso y meter mi cartera; móvil; llaves y mi maquillaje en caso de que necesitara algún retoque. Me despedí de mi familia y cogí dos cascos.

Estaba acostumbrada a conducir con tacones pero por si acaso llevaba unas sandalias rojas de vestir debajo de mi asiento. Aceleré y me dirigí al cruce. Vi a Michelle con un vestido morado, bastante elegante y con la espalda completamente al descubierto. Iba preciosa. Aparqué a su lado y le di un casco. Se montó en la moto y se lo puso. 

Bajamos a Murcia por la autovía y nos dirigimos a la Plaza de las Flores. En uno de los semáforos Michelle saca el móvil y me hace saber que todos nos están esperando. Cuando se pone verde acelero y voy todo lo rápido que puedo. Pegué un giro causando un derrape, aparqué y dejé que Michelle bajase primero.

-¡Eres una bestia! ¡Conduces muy rápido!- Me quité el casco y comencé a reírme.

-A lo mejor eres tú. No todo el mundo prefiere ir como las tortuguitas.- Me bajé de la moto y vi como una multitud nos miraba. Quité las llaves de la moto y saludé a la multitud de chicos y chicas con los que saldría esa noche. Noté como todos los chicos me miraban. Seguí la acera hasta el bar y entramos. Saludé a Jorge. Era uno de los camareros que se quedaban los sábados.

-Alex, el jefe me ha dicho que no abras durante la semana.- Mis amigos se fueron sentando, yo me quedé en la barra hablando con Jorge.

-Qué raro, no me dijo nada. Ayer me dio la tarde libre y no me lo mencionó.-

-¿No lo sabes verdad?- Lo miré dubitativa.

-¿Saber qué?- Me crucé de brazos sin apartar la mirada de Jorge.

-Tomás, fue ingresado ayer por la tarde en el Hospital de Juan Carlos I. Por eso te dio la tarde libre. No quería que te quedases sola en el bar.-

-¿Ingresado? ¿Sola? Pero está Pablo, su sobrino.-

-Tomás está enfermo. No sabemos todavía que tiene pero no parece algo fácil de tratar.-

-Espero que se recupere. Iré a verle. ¿Qué hay de Pablo?-

-Lleva sin venir desde el jueves. Han intentado contactar con él para decirle que su tío está ingresado en el hospital pero no consiguen dar con él. Si lo ves házselo saber.- Asentí. Antes de sentarme en la mesa le envié un mensaje a la mujer de mi jefe deseándole que se recuperara pronto y diciéndole que iría a verlo. Terminamos de cenar y nos fuimos a Las Atalayas. Cuando llegamos nos dirigimos a Teatre, una de las mejores discotecas de allí. Cuando llegamos a la puerta vi como salía Salva, el chico que compitió contra Pablo en la final. No parecía muy contento. Detrás de él iban tres chicos.

-Salva, tío, cálmate.- Uno de los chicos intentaba calmar a su amigo.

-Voy a matar a ese capullo.- Intenté agudizar mi oído.- Voy a matar al capullo de Pablo.- Cuando oí su nombre mi corazón se paró. Salva sacó una navaja lo suficientemente grande y afilada como para destripar a un cocodrilo.-Le voy a abrir de arriba abajo. Ganaré cueste lo que cueste.- Sus amigos se miraron entre sí pero no añadieron nada. Se fueron y vi cómo se montaban en la moto. Tenía que seguirlos, tenía que impedir que Pablo sufriera algún daño...

Me despedí de mis amigos con la excusa de que no me encontraba bien. Salí corriendo hacia mi moto mientras en mi iPhone marcaba el teléfono de Pablo...

-"Hola soy Pablo, ahora mismo no puedo contestar, ya sabes lo que tienes que hacer después de la señal."- El buzón de voz. Volví a marcar. El buzón de voz. Me monté en la moto y recurrí al mensaje del número privado. Escribí un mensaje: "No sé quién eres, pero confío en que puedas ayudarme, donde se celebra la final de la carrera?" Espere. A los segundos me dieron una dirección, arranqué y corrí todo lo que pude para alcanzar a Salva y sus secuaces...

---------------

Buenas tardes, mis amores!! Aquí os dejo el capítulo 12. Espero que os esté gustando. Hace mucho que escribí este libro y no hay día que no me enganche jajaja Espero que a todos os pique algo la curiosidad!! Hasta el próximo capítulo:)

OrígenesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora