Capítulo 29: VAS A PAGAR POR ELLO

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No me fiaba de Nacho. Su historia era coherente pero, había algo en él que hacía que estuviera alerta.

Javi, Pablo y yo nos metimos en la cocina.

-¿Creéis que está diciendo la verdad?- Javi nos miró tras realizar la pregunta.

Lo cierto es que me moría de ganas por llamar a mis padres para que corroborarán la historia que Nacho nos había contado sobre que perdí parte de mis recuerdos, pero, sabía que si los llamaban acudirían a la policía para salvarme el culo, eso implicaría que Nacho fuese a la cárcel y yo desconociera toda la verdad oculta desde que tenía catorce años.

-No lo sé. Pero no parece una mentira ensayada.- Pablo al parecer también dudaba.

-Una parte de mí quiere creerlo, es una historia bastante coherente, pero no me fio de él. Si realmente fui su mejor amiga en un pasado, y nuestra amistad se quebrantó por mi supuesto accidente, ¿por qué me atropelló con la intención de matarme? Aquí hay muchas preguntas sin respuesta y debemos resolverlas.-

-Coincido contigo, llamaré a Alex y a Michelle.- Javi salió a la terraza que conectaba la cocina.

-Oye, todo saldrá bien.- Miré a Pablo. De verdad que quería creerle pero tenía un mal presentimiento.

-No lo sé, espero que ahora que tenemos su portátil y más información sobre él podemos indagar aún más.-

-Haremos lo que haga falta. Pero cuando esto acabe, él se va a la maldita cárcel, ¿entendido?- Su dedo indicé señalaba la puerta de la cocina. Le sonreí.- ¿Por qué sonríes?- Me acerqué a él.

-Sonrió porque tengo un guardaespaldas gratuito.- Ambos nos echamos a reír y le di un beso antes de dejarlo a solas con Javi.

-Luis, ¿te importaría dejarnos solos?-

-No sé yo...-

-Por favor.-

-Si necesitas algo avísanos.- Salió del salón y me senté en una silla enfrente de él.

-Vas a contestarme a unas preguntas, debes de ser totalmente sincero.-

-De acuerdo.-

-Suponiendo que toda la historia que nos has contado sea cierta, ¿por qué me atropellaste?-

-Estoy enamorado de ti desde que te conocí. No quiero que estés con alguien como Pablo.- Abrí los ojos de par en par.

-¿Me lo dices enserio?-

-Sí.- Suspiré y me pasé la mano por el pelo.

-Mira, has matado a un chico inocente.-

-¿Te refieres al asesino de Valerie?-¿Cómo sabía eso?

-Tú...-

-¿Cómo lo sé?-

-Estuve investigando a Pablo.-

-Tú tienes un problema.-

-He sido tu sombra durante estos dos años, me conozco todas tus rutinas, todas tus manías, lo sé todo de ti.- Este tío era un psicópata del tres al cuatro.

-Estás loco.-

-Loco por ti. Todavía estás a tiempo de dejarlo todo y venir conmigo. Podemos vivir los dos juntos, lejos de todo este mar de problemas, yo te cuidaré.- Me sonrió. Estaba loco.

-Escúchame atentamente: No voy a ir a ningún sitio contigo.-

-¿Estás segura de eso?- Su tono de voz me provocó un escalofrío.

-Completamente.- Arqueó los labios hacia abajo, parecía una muesca entre decepción y aprobación.

-Tú mandas.- Fruncí el ceño y vi cómo se ponía en pie con la silla.

-¡Pablo!- Pablo entró al salón cuando Nacho había logrado deshacerse la las ataduras que lo tenían enganchado en la silla tras romperla en mil pedazos como si fuera de papel.

Javi entró con Alex, Michelle y Luis. Cogí un jarrón que había y se lo tiré a Nacho causándole una brecha en el nacimiento de la frente.

-No seas mala.- Se tocó la brecha. Pablo aprovechó esa distracción para tumbarlo al suelo.

-¡Javi llama a la policía, corre!- Nacho derribó a Pablo y se enzarzó con Luis.

-¡Alex, llévatela de aquí!- Ale mxe cargó como si fuera un saco de patatas ya que me negaba a salir del apartamento de Nacho.Mientras Michelle nos seguía intentando localizar una ambuancia. Nada bueno iba a salir de esto.

-¡Suéltame!-

-¡No! Te quiere a ti, y no voy a permitir que te haga daño.-

-¡Están encerrados con él!-

-Son tres contra uno, creo que tienen posibilidades, ahora súbete a la moto.-

-¡Que no!- Oímos un estruendo y vimos como en uno de los balcones del edificio estaba Luis forcejeando con Nacho, y todo para protegerme.

-Joder...- Alex y yo contemplábamos la escena desde abajo junto con Michelle, la cual ahogó un grito.

-¿Dónde está Pablo?- El miedo invadía mi cuerpo cada vez más rápido.

-No lo sé.- Los tres nos pusimos tensos. Oímos las sirenas del coche patrulla.

Nos giramos y vimos las luces del coche de la policía, acto seguido oímos a Luis gritar.

Se precipitó al vacío. Alex corrió para intentar atraparlo, pero llegó demasiado tarde. Me llevé las manos a la boca y mis ojos se inundaron de lágrimas, acto seguido oímos a la ambuancia.

Nacho había matado a Luis e iba a pagar por ello. 

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