Capítulo 16: MÁS TARDES CON ÉL

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Me pasé todo el fin de semana con él. La verdad es que me había divertido muchísimo viendo películas, cocinando, jugando a juegos de mesa... Hacía tiempo que no tenía un fin de semana tan auténtico como este. Solían ser bastante moviditos. Llegué al instituto y me dirigí a la taquilla. Abrí la puerta de la taquilla y cogí los libros que necesitaría las siguientes dos horas. Miré mi iPhone y vi que tenía un mensaje de Pablo: " Vendrás hoy a casa?" Sonreí y respondí rápidamente: "Seguramente. Pero primero tengo que hacer los deberes." Me respondió rápido: "Hazlos aquí. Por mí no hay ningún problema." Le envié un último mensaje a modo de despedida: "De acuerdo, cuando acabe las clases me voy para tu casa. Luego hablamos." Bloqueé el iPhone y me encontré a Alejandro subiendo la escalera.

-¡Buenos días!- Alejandro y yo nos llevábamos genial. Pasábamos mucho tiempo juntos.

-Buenos días, idiota.- Me pasó el brazo por encima de los hombros y me besó la cabeza. Siempre había sido muy cariñoso conmigo, eso nos ha hecho hacernos tan buenos amigos.

Recorrimos el pasillo hasta nuestra aula correspondiente donde nos sentamos en nuestros respectivos asientos.


Cuando finalizaron las clases salí pitando hacia la moto después de pasar por la taquilla. Iba chateando con mi madre explicándole donde pasaría la tarde. Mi madre siempre me había educado diciendo que las cosas había que planificarlas. La avisé y esperé una respuesta: "De acuerdo cariño. No llegues tarde."

Me puse el casco y Alejandro me agarró de la cintura antes de que me subiera a la moto.

-Alexis, ¿me haces un favor?- Me quité el casco y me apoyé en la moto.

-Claro, dime.-

-¿Puedes cubrirme esta tarde?- Me crucé de brazos. Le hice un gesto para que siguiera hablando.- Eres una cotilla.- Me reí.

- No es cuestión de ser o no cotilla, que lo soy, pero si tengo que cubrirte, tengo que saber por qué, dónde estarás y con quién. Lo veo justo.- Le sonreí pícaramente.

-He quedado con una persona.- Me puse recta y le agarré los hombros.

-¿Es una chica misteriosa?- Se puso rojo y me rogó que bajara la voz.


-Sí. Cúbreme. Por favor.- Me agarró la cara y le sonreí.

- Descuida, si me preguntan, pasamos la tarde estudiando en la biblioteca.- Me sonrió y me dio un beso en la frente.

-Gracias, guapa.- Me reí y me monté en la moto. Alejandro y sus escapadas con innumerables chicas misteriosas se hacían cada vez más frecuentes.

Llegué a la casa de Pablo después de hacer una parada en el supermercado y comprar su helado favorito. Le cuidaba demasiado bien según su tía. Al final lo acabaría poniendo gordo.

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Buenas tardes, mis amores!!! Iré subiendo capítulos de tirón, por eso en algunos no pondré nada al final de cada capítulo. Para no hacerme tan repetitiva. Hasta el próximo capítulo:)

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