Monumentales hoyos negros aparecieron en el cielo, dando paso a naves de combate draconianas. El espectáculo de ver objetos triangulares volando con rayos disparando a todos lados era asombroso tanto que dejaba con la boca abierta a la mayoría de humanos presentes...
Era clásico que Dargos llegara de este modo provocando miedo a todos los que lo vieran para que nadie se atreva a cuestionarlo.
Había usado velocidad crucero, este permitía realizar viajes de una galaxia a otra en minutos, pero a un costo terrible, la propulsión de este tipo necesitaba cristales que solo se hallan en el corazón de Áuron, que son cristales energéticos, era un crimen usarlos, para nosotros solo nuestros líderes supremos pueden darnos lo necesario; este era usado de muchas formas una de ellas era como combustible, pero él, pensé, él, iría a prisión tanto tiempo que su vida no le alcanzaría para nada.
Refugiados ya bajo lo que parecía una iglesia a medio caer, lo que vino después fue perturbador. Las radios sonaron, era su voz cavernaria, hablaba en nuestro idioma nativo cambiando poco a poco al castellano, un escalofrió pasó por todos nosotros al escuchar esa palabra.
—USTEDES TERRESTRES NO ESTÁN SOLOS YA HAN ESTADO MUCHO TIEMPO CREYÉNDOLO, VERÁN QUE NUESTRA FUERZA ES MAYOR OPONGAN RESISTENCIA Y MORIRÁN, EN ESTOS MOMENTO NUESTRAS NAVES SE EXTIENDEN POR TODA LA TIERRA, NUESTROS GUERREROS BAJARAN COLOCANDO A CADA HUMANO UN APARATO DE CONTROL SI INTENTAN QUITÁRSELO LO SABREMOS, SOMETERSE ¡LA TIERRA ES MÍA!
Típica amenaza draconiana; los aparatos controladores que mencionaba obligaban a obedecer en contra de los portadores, pudiendo ser activada o desactivada a voluntad por los segundos al mando de Dargos. Emitía su mensaje apocalíptico por toda vía de comunicación radios, televisores, celulares, Tablet, computadoras no había objeto que se salvase.
— ¡quien mierda es ese!
— ¡¿No me quedare a averiguarlo?! —respondió Ander muy asustado.
— Es Dargos, excomandante militar de nuestro planeta.
— a que se refiere con la porquería que dice... —preguntó Dani.
— ¿acaso no querías ver una verdadera invasión alienígena para creerme?
— ¡no me refería a una real! —respondió Erick muy alterado.
— eso ya no importa, es un hecho que no vienen en paz, debemos evacuar la zona y salir de aquí.
— Max, tienen que decirle al general donde están su nave principal, estas personas ya está muertas ¡debemos irnos!
— ¡no voy a abandonarlos! Vamos. —impulsó a sus amigos a seguirlos, sin embargo, genere un campo de fuerza para que no pasen—. ¿Pero que haces?
— está bien ¿quieres salvarlos? Lo haré yo, pero ustedes deben irse de aquí ¡YA!
— ¿cómo sabremos que lo harás?, los condenaste hace un rato — protestó Garrett.
— ¿cómo tú lo hiciste con Erick? Observen atentamente el pueblo. —recomendé quitando la cúpula de energía.
En esos instantes mi nave capturaba civiles llevándolos al interior. Recorría a gran velocidad cada rincón del pueblo camuflado del enemigo y de los civiles siendo solo visible para nuestros ojos. Rescató a niños adultos, hasta las mascotas eran capturadas.
— ¿más tranquilos ahora?
— ¿a donde se los llevará?
— cerca de la base militar, no deben preocuparse.
EN LA NAVE NODRIZA...
NARRA COMANDANTE DARGOS...
Aaa... por fin en la tierra, observando el terreno ordené a mis súbtitos alistarse para ejecutar mis planes de reabastecerse en la planeta tierra y quitarle la voluntad a cada ser humano con aparatos de control mental. Me encontraba en mi nave en la sala de controles donde se podía observar todo el entorno que pudiera estar a la vista de mi nave. Al frente consola de mandos a los lados pantallas panorámicas, el techo tenía forma de cúpula achatada y el piso era metálico, todos variaban en distintos matices de gris o azul opaco, más atrás se encontraban guardias Dracos corpulentos con especies de lanzas vestidos de armadura plateado opaco con sus respectivos cascos. Yo por otro lado llevaba la vestimenta estilo jefe militar, claro, sin cubrir mi corpulento cuerpo atlético y físico culturista.
— ¡quiero a cada humano bajo mi control y lo quiero para ayer! —ordené con las manos cruzadas a la espalda, como todo militar Draco, después de todo eso soy, aunque después de asesinar a los patéticos líderes de Áuron, creo que subí de rango ja ja ja ja, reí perversamente en mi mente.
— ¡si señor! —respondieron otros 2 centinelas retirándose de mi nave.
—comandante, ya he alertado a los grupos de 10000 guerreros que ingresarán por los agujeros a todas las direcciones de la tierra para la invasión; están listos ¿desea algo más?
— Séfor, no quiero a ningún humano con el cuello libre, recuerda que cualquier error a mis ordenes te costara la vida. Maten a los que se recistan y tráigame a los que sean fuertes, me servirán como obreros.
— si comandante.
— ¡soy rey! ¿Acaso lo olvidas pedazo de escoria?
— discúlpeme mi rey. —el muy estúpido agachó la cabeza, pero para mí eso no era suficiente—. ¡De rodillas, ahora!
— claro, mi rey. — el muy inútil se arrodilló muy lento para mi gusto.
— si no eres capaz de arrodillarse como se debe, entonces no me sirves, pero no me ensuciare la mano contigo y tu lentitud, tráeme a Énova y podrás vivir. -— le susurré mientras colocaba bruscamente mi mano en su cuello tensionándolo cada vez más, levantándolo del suelo hasta dejarlo centímetros sin tocar el suelo.
— si mi rey. —respondió este con las justas.
— lárgate. —cayó al suelo, arrastrándose en un intento de alejarse de mí.
— mi señor. —otro subordinado se hizo presente llevando la mano en puño al corazón a forma de saludo.
— ¡que quieres! — gruñí.
— sus niveles de energía están bajando peligrosamente y la de los demás soldados también, necesitamos energía de los cristales.
— bien, tomen un cristal pequeño y tráiganmelo.
— pero señor no será suficiente para...
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FURIA ESTELAR, La Alianza (Correcion Para Libro En Fisico)
Science FictionUn mundo destruido por la ambición obligó a Énova, un espécimen de raza Draco del planeta Áuron, perteneciente a la constelación alfa draconis; a dejar su mundo y advertir a otro de la destrucción y dominación, por su milicia rebelde que asesinó a s...