P. I. Cap. 2.2

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—Cuáles son los resultados. —pregunté con énfasis y cierta emoción y esperanza.

—Los sujetos examinados muestran gran capacidad para soportar dolor, algunos han superado miedos y traumas infantiles, cada uno posee un indicio de evolución para un contacto más personalizado; sin embargo, recomiendo una prueba más. —contestó el programa de inteligencia artificial.

—¡Cual! —grité.

— ... —no contestó mi primera pregunta, pero informó de un acercamiento peligroso—. enemigos detectados, tomar acciones evasivas —automáticamente esta preparó las pantallas y activó el sistema de defensa.

—¡Tenían que llegar justo ahora! -—volví la mirada a donde veía volar a ciertos enemigos Draco que por cierto son de mi especie; todo desde mi nave invisible a las afueras de aquella ciudad.

—Computadora..., activa modo vigía; protege a los civiles, pero no dejes que te vean, intenta que parezca coincidencia o algo por el estilo... —alcancé a decir descendiendo por una rampa conduciéndome a la salida de la nave.

Esta vez no llevaba camuflaje que me proteja a la vista de las personas, mantuve un perfil bajo movilizándome entre callejones y sombras.

1:00 pm
—Ahora tendré que escoger a uno de los militares para un contacto, ¿pero a cuál de los cinco elijo?, tiene que ser uno que al menos me dé tiempo de hablar... Umm ... —durante un segundo pensé en el candidato; entonces lo supe, esa persona que no detonó el explosivo el primer instante en que me vio, esa primera vez que marcó sus vidas al contemplar un ser del espacio, ¡Max!—, escuché un ruido, por su puesto me sacó de mis pensamientos de inmediato.

Oportunamente se apareció...

—No encontrarás a los rebeldes aquí. —comenté saliendo de entre las sombras cambiando a forma a humana.

—Estela... —a pesar de su sorpresa levantó el arma apuntándome con fiereza.

—Ya hemos pasado por eso, sabemos que no vas a disparar. —me acerqué a él cautelosa quedándome a cierta distancia...

(¡baaank...!) tronó el arma; sin embargo, la bala cayó en otro lado... Dejé de caminar quedando inmóvil...

—No sabes de lo que soy capaz de hacer. —dictó desafiante.

—Entonces no falles; fija bien la mira de tu jurásica arma. —era más agresiva a cada segundo, el miedo se esfumó de mí.

—¡Que quieres! —dijo apuntándome por la mira del arma.

—Ayuda mutua. Max, hay una guerra que está por nacer; no hay forma de impedirla y está en tus manos evitar una tragedia. Ahora mismo los rebeldes como ustedes le llaman, atacaran este tranquilo lugar sin piedad; lo peor es que no vienen solos, están acompañados por las criaturas mostradas antes en los vídeos de la base militar. ¿que piensas hacer, atacarme o proteger a esta gente...? te mostraré todo mí poder, a cambio me llevaras con tu gente y evitaras que me disparen antes de decirles lo que le está a punto de pasar a la tierra ¿¡de acuerdo!? — naturalmente no pude evitar mi autoridad en él; sonaba más a una orden que una petición...

—Que te hace pensar que voy ayudarte... —gritó.

—No tendrás alternativa... —retrocedí volviéndome invisible dejándolo a él con la mirada buscando en todas partes.

—¡Aaahhhhhh! —se oyó un terrible grito de los civiles; los rebeldes y los de reconocimiento ya estaban aquí...

—Max, donde rayos estas, no oyes los disparos; acaban de atacar por el lado norte, los estamos guiando hacia tu sector, ¡joder contesta ya! —decía Anderson por los intercomunicadores, también se oía a sus demás compañeros gritar—. ¡abran fuego!

Por cierto, a esa hora ya se había intercambiado turnos en dormir en la cabaña por lo que Dani sería el siguiente en dormir, anterior a él estuvo Garrett. El último en montar guardia hasta el amanecer seria nuestro líder, pero para desgracia de él solo pudo descansar una vez ya que era la segunda ronda de vigilancia, los demás descansaban o descansaron por segunda vez...

3:00 pm

Como terribles gárgolas del cielo cayeron Dracos vestidos con armadura oscura, mostrando los dientes y lanzando un estruendoso rugido. Las personas despertadas por el alboroto de las balas corrían a buen recaudo, pero enseguida los demás rebeldes llegaban eran 8 de ellos, curiosamente llevan puestos en los cuellos aparatos blancos, estos son controladores Draco usados por el comandante militar de Áuron, mi planeta. Los disparos no paraban; incluso el segundo grupo de soldados estaba allí, llegando oportunamente para combatir...

—¡Contacto, contacto! —gritaron los soldados del segundo grupo; signos de encontrarse con los enemigos.

Entonces hice mi aparición. De la nada, entre energía autocreándose con partículas luminosas juntándose y formando en un mismo lugar una silueta reptiloide alada; en un acto de intimidación a mis rivales ansiosos por pelear, alcé las alas extendiéndose por completo dando la impresión de ser más grande. Mostrando los finos colmillos propios de un cazador carnívoro, como acompañamiento perfecto bufé con fiereza; los Draco enemigos me reconocieron alzando el vuelo creando ráfagas de viento por sus poderosas alas. Siendo 4 ataques simultáneos por distintas direcciones, por delante, por la espalda y por los laterales; en un segundo junté mis manos acumulando energía en forma esférica formándose a partir del centro creciendo gradualmente para después estallar impidiendo que los atacantes siquiera logren acercarse a mí; algunos cayeron en los techos de las casas destruyendo los tejados, otros se dieron de golpe con árboles que parecen blindados por el diámetro que tenían, uno cayó de espalda al suelo dejando todo su camino una profunda huella con la tierra levantada a su alrededor.

Otros dos volaban en picada lanzando llamaradas directas, cambie de forma a modo guerrera que en sí es un dragón casi dorado. Enseguida esquivé a ambos sin antes levantar la cola, un peligroso mazo de hueso cambiando radicalmente la dirección de ambos golpeándolos con la misma muy fuerte, tomé ventaja del último golpe por lo que salté al lomo de uno de ellos al que no había golpeado con la cola directamente clavándole los dientes aplicando 200 cm de presión por cada centímetro cuadrado. por desgracia al otro que no golpé directamente emitió llamaradas directamente logrando que cayera al suelo algo desconcertada, en esa posición era vulnerable ya que ambos venían mostrando los dientes y sacando las garras bufando a la vez; pero pasó algo que no me esperaba...

los militares anteriores ya habían acabado de pelear con los rebeldes obteniendo bajas del segundo grupo, al verme en ese estado levantaron el arma y dispararon directamente a los Dracos enemigos restantes, enseguida cambié de forma a la humana retrocediendo en el suelo ayudándome con los pies resguardándome a su lado; al verme iguales a ellos con vestimenta militar no dispararon, sin embargo ello no evitó que si me apuntaran. La pelea no había acabado los primeros cuatro atacantes descendieron una vez más retándome con 5 metros de distancia entre ambos, me levanté del suelo rápidamente con los soldados tras mío.

—¡Atrás¡ —le grité a los soldados en mi afán de protegerlos. Con mi fuerza mental los empujé levantando mí brazo, haciendo que arrastren lo pies dejando marcas en el suelo casi elevándolos. Sin más corrí hacia ellos dejando 2 metros de distancia; a la vez cambié de forma, pero no al dragón si no a mi apariencia normal humanoide lista para pelear, tenía los sistemas auditivos hacia atrás... igual a una fiera protegiendo su territorio.

4:35 am
—Parece que la tierra no te a caído tan mal ¿verdad mi reina? —se burló, hablábamos en un idioma que los terrestres jamás podrán pronunciar o entender del todo ya que se basaba en susurros y variantes en s, h, z etc.

—¡Lárguense de aquí! —bufé—, o prometo perseguirlos hasta acabar con cada uno de ustedes...

—Estarás muy ocupada salvando tu vida cuando él os asesine. —amenazó con la voz cavernaria.

—Eso ya lo veremos... —tenía las alas arqueadas símbolo de autoridad y fuerza.

—Si mi reina, lo verás muy pronto. —puso su tono misterioso y malvado—. ¡porque él ya está aquí! —los cuatro se marcharon volando verticalmente desapareciendo entre las nubes del naciente sol mañanero...

FURIA ESTELAR, La Alianza (Correcion Para Libro En Fisico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora