C. C. Cap. 5.1

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— ¿Tuviste un cargo importante? — interrumpió Dani.

— se puede decir que sí.

En mi planeta yo me encargaba de dirigir a nuestros ciudadanos a la evolución, juntos alcanzamos la paz y la prosperidad, pero no podía responder aquello.

— ¿Cómo es eso? Si o no tuviste el cargo — preguntó Max, mirándome como si no entendiera.

— El cargo duró poco. —dije como cerrando el tema. La forma en que lo exprese hizo que ninguno preguntara algo más.

Después de eso, la rutina de caminar no cambio hasta el anochecer. Nos encontrábamos muy lejos del ultimo enemigo oculto y desmayado en la tierra; en un área rocosa, se podía ver un área descampada con rocas grandes con formas cuadradas, creo que eran ruinas o una construcción no terminada.

—Debemos descansar, falta poco para llegar al segundo punto donde los crímenes fueron más seguidos. —recomendó Max.

— por cierto, Estela, ¿porque no nos despertaste para hacer turnos la otra noche?

— no fue problema quedarme despierta toda la noche — mostré autosuficiencia. Si claro, pensé en tono de sarcasmo; realmente necesitaba ahorrar horas como humana en el cambia formas.

— esta vez harán guardia ellos, tu dormirás — ordenó el líder.

Ya recostados en el suelo se sintió un ensordecedor silencio; fue extraño dormir así, solía dormir rodeada de árboles dentro de una arquitectura futurista para los terrícolas.

AL DÍA SIGUIENTE...

Abrí los ojos lentamente, el sol rosaba mi rostro con un calor agradable lentamente extendí los brazos los demás no habían despertado, incluso noté que Ander quien se supone debía cuidar mientras dormimos, estaba durmiendo plácidamente. Algo me dejó helada; ¡en una mano se notó la piel escamosa y piel de serpiente con las mencionadas finas garras!

Había excedido el tiempo de transformación, ¡se movieron, estaban despertando! Con los nervios no lograba ver donde esconder la parte transformada, tomé mi casco intentando ocultar siendo cada vez más obvia.

— ¿lista Estela? —para colmo Max tomo mi casco.

— no necesitaras esto. —lo tiró lejos. yo estaba más nervioso que cucaracha en gallinero, esto de las frases humanas se me están pegando...

— claro —escondí rápidamente el brazo tras la espalda. Así es; mi forma real se extendía rápidamente, el ADN humano perdía terreno. ¿Rayos que haré...?

Caminamos...

Ahora son las dos manos, pronto mis ojos, pero no antes de perder equilibrio por falta de la cola; caí al suelo, enterrando las manos en la tierra ocultando mi piel.

— ¿Estela estas bien? —Dani vino corriendo hasta mi intentando saber que tenía. Volví la mirada con los ojos cambiados. Observó mi mirada con asombro, pero no dijo nada, se alejó lentamente, con la cara tratando de entender; pensó que solo fue su imaginación.

— ¿algún problema Dani? —el miedo empezó a dominar todas mis acciones, cuando Ander y los demás se agruparon alrededor de mí con armas en mano; aún estaba en el suelo en cuatro.

— escuchen..., no soy lo que creen, no les haré daño; es por su propio bien que hago esto... —adquirí un aire misterioso estando en la misma posición.

— ¿a que te refieres?

— ¡Dios bendito! —no hace falta explicar la cara que puso Erick al ver salir de mi espalda dos enormes alas, aún mantenía rostro humano con mínimos rasgos humanos.

— ¡que es eso! —todos retrocedieron en formación triangulas asustados sujetando con fuerza sus fusiles de asalto. Yo por otro lado volvía a mi estado natural; esta vez la cola brotó rápidamente aterrando más a los soldados, emití ruidos semejantes a gruñidos por lo incomodo que era volver a mi forma, más aún si lo hacia delante de ellos.

Con la poca fuerza del momento me levante lentamente con las manos en alto. La transformación no estaba completa; mi rostro ahora tenía más rasgos draconianos que humanos. Como buenos terrícolas paralizados de terror me siguieron cada movimiento con sus armas. Mientras intentaba formular palabras mis vestiduras se rompían por todos lados como si fuera una un adulto con ropa de niño, dando paso a la armadura ligera de mi raza.

— tranquilos humanos, no soy su enemigo... si quisiera haberlos matado lo habría hecho mientras dormían, no disparen y después pregunten, por favor —les pedí; aunque esas no eran las mejores palabras para el primer encuentro ¿verdad? Bueno, que esperaba, toda la tención encima no ayuda mucho a pensar; así sea un ser del espacio yo también siento miedo, nervios y puedo también equivocarme. Cualquier ruido desataría el desastre; parada por completo y con apariencia de un hibrido humano y reptil esperaba lo peor de ellos, entonces provoqué accidentalmente un pequeño ruido con una roca del suelo mientras me movía, acto seguido terminaron lanzándome una lluvia de disparos ya que todos los ratos se habían quedado en shock.

—¡Disparen! —gritaba Garrett.

Envueltas en mis alas refulgente cubiertas de energía protegiéndome para todas las direcciones, reaccioné aventándome a un lado evitando más disparos; apoyada tras una roca grande ;mi respiración se aceleró, mi corazón latía con fuerza, el miedo invadió todo mi ser, tal vez sea porque a esa distancia si podían causarme un daño considerable, todo había acabado, la sutileza se esfumo cerré los ojos esperando una idea, el tiempo parecía detenerse cuando lo hice ;respiré profundo y me levanté mostrándome, de alguna forma ellos pararon los disparos; no sé por qué, pero levante las 2 manos creo que fue instinto, pero sentí que era lo que tenía que hacer; ellos lo entenderían como rendición. Seguían apuntándome cada vez que me movía con sus cacharros escupe metales.

Me distraje y Erick me golpeó en la nuca con la punta del arma desde atrás dejándome inconsciente o al menos eso creían. Susurraban nerviosos. Sentí como pateaban mi inerte cuerpo, sentí como Erick volvió a sus compañeros entonces me levanté de golpe atrapando a su amigo terminando mi trasformación, aumentando mi tamaño a los 2 metros de alto.

—¡Erick! — gritaron ellos.

Me puse más cómoda cuando estiré la cabeza a la vez que mis rostros ya era la de un dragón humanoide. Mantuve atrapado en una llave a su compañero, y claro con tanto ajetreo olvidé el asunto del idioma.

— Shh. Ssss scak wzt —Dije en mi idioma (tranquilos no les are daño).

A claro, el cambia formas no solo me mantenía humana sino también traducía lo que díga a su idioma, por lo que en un corto tiempo violé la privacidad de Erick usándolo a él como intérprete de mis palabras atra vez de una conexión telepática con su mente.

— ¡No teman! No lastimare a su amigo, mi nombre es Énova, vengo de la constelación alfa Draconis. —Dije hablando a través de Erick.

— ¡Porque no están disparando! —gritó Garrett.

— Porque su líder sabe que es mejor saber más sobre el enemigo que simplemente disparar— comenté.

— ¿Quién eres realmente? ¿porque haces esto Estela? ¿tú eres una de las criaturas que vimos en el video?

— Son demasiadas preguntas y su amigo no resistirá tanto ser interprete de mi idioma, puedo responder sus dudas, todas las que quieran; pero no tengo tiempo para que comprendan todo sin necesidad de un intermediario, además si quieres que Erick siga consiente no debo estar así mucho tiempo; su fuerza se desvanece. —dije sentenciándolo.

—¡¿dijiste que no le causarías daño, como podríamos confiar en ti?! —gritaba Max, mirando a su amigo casi sin fuerzas.

—Solo estará débil por unos instantes, fuera de eso no tiene ningún daño físico, además si quieren ganar la guerra que se aproxima tienen que escucharme; no hay otra alternativa, ¡¿saber más sobre los planes del enemigo, no les parece mejor?! —decía imponente.

—¡No le creas Max!, solo trata de engañarnos. —comentó Erick furioso e impaciente.

FURIA ESTELAR, La Alianza (Correcion Para Libro En Fisico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora