Mañana

1.5K 129 36
                                    

Bucky
Me levante de nuevo aturdido. Sabía mucho antes de abrir los ojos que no me encontraba en ningún lugar conocido. Sabía e intuía que algo andaba mal, pues nunca había pasado mucho tiempo sin recibir órdenes, mucho menos el estar fuera de mi estado inanimado tanto tiempo.

Los sucesos de las últimas horas solo me dejaban más confundido y no pude evitar pensar que esto era otra prueba, que era un nuevo acondicionamiento, donde trataban de quitar hasta la última parte que queda de mí.

Abrí los ojos lentamente observando el cuarto en el que me encontraba. Analice la estructura, trate de familiarizarme con mi entorno y darme cuenta que solo había una vía de escape, pero que esa vía era un muro de cristal especial para detenerme. Seguí observando a mi al rededor hasta llegar a un rincón de la celda donde se encontraba un hombre que se adivinaba estaba muy incómodo en esa pequeña silla donde dormía de manera profunda. Mi primer pensamiento fue acabar con él y lograr salir del cuarto, pero algo en el me resultaba familiar, era como si lo conociera y fue cuando caí en cuenta, era el mismo hombre rubio que ayer se me quedó viendo de una manera triste y nostálgica. El mismo al que ataque no una sino dos veces, que hacía que cada vez que pronunciaba mi nombre, detuviera todo lo que estaba haciendo en ese momento. No entendía porque se interesaba en mí o cuales eran sus intenciones, me preguntaba si sería mi nuevo amo o simplemente alguien lo bastante escupido para estar en el mismo cuarto que yo con la guardia tan baja.

Decidí no hacer nada por ahora, así que simplemente permanecí sentado en medio de la cama y me dediqué a observar a ese hombre que me hacía sentir algo. Ni yo sabia que era.
Steve
Desperté con un dolor fuerte de espalda, sintiéndome más cansado a pesar de haber logrado dormir un par de hora. Pero nada de eso importaba, pues de inmediato sentí su mirada.  Lograba sentir como estaba atento a mi presencia y el hecho de que me esté analizando de una manera tan intima sin siquiera apartar la mirada,hace que aparezca un leve sonrojo en mis mejillas.
-¿Bucky?

Apenas y susurre su nombre, el retrocedió con lo que parecía ser miedo. Pero al parecer estaba equivocado, no era miedo ni siquiera un atisbo de preocupación. Retrocedió porque me detectó como si fuera una amenaza. Su postura y la manera en la que me miraba daba entender que no confiaba en mí. Me volví a sentir triste e impotente. Porque el simple hecho de que esta haya sido su primera reacción al escuchar mi voz, daba entender que me costaría mucho que confiara en mí y que de alguna manera me recordara.

-Bucky quiero que me dejes explicarte lo que pasa. Antes que nada quiero que sepas que no te haré daño. Que no estás en peligro y que nadie más te utilizará ni dañara. Trata de recordarme, soy tu amigo Steve. Crecimos juntos y aunque parezca una locura fuiste tú el que siempre me protegía. Si no puedes recordar nada de eso ahorita está bien. (Me mentía a mí mismo pero era lo mejor), ahorita lo único que importa eres tú. Que entiendas que no pasara nada y solo estoy aquí para ayudarte y que lo único que importa es que estés a salvo.

Dije  esto con un tono calmado y con toda la confianza que mi voz pudo transmitir. Porque era más que la verdad lo que había dicho, nada importaba más que el hecho que Bucky entendiera que se encontraba a salvo.

Bucky
De nuevo este hombre rubio me miraba con una pose sería pero daba entender que quería que lo que decía era cierto. No podía encontrarme más confundido, pues nunca nadie me había dicho estas palabras. ¿Realmente estaba a salvo?. La parte más profunda de mi ser quería creerlo, quería creer que de alguna manera este hombre decía la verdad, y que la pesadilla que a sido mi vida por fin pueda ver una luz al final de este pozo oscuro en el que años de tortura habían logrado someterme. Pero no podía bajar la guardia tan rápido, a pesar de que el hombre me pareciera de alguna manera conocido no podía dejar de pensar que todo esto era un nuevo acondicionamiento.
-¿Quién eres?

La mirada triste que me dedico el hombre rubio era de tristeza, no lograba entender porque alguien me miraría de esa manera a mi, a un arma, un hombre que en menos de un segundo puede acabar con tu vida si se me ordenaba.

-Soy Steve. Tu amigo.
-¿En dónde estamos?
-En la torre de los vengadores.
Los vengadores. Le resultaba familiar eso, según podía recordar era un grupo de gente que de alguna estupida manera buscaban hacer el bien. HYDRA naturalmente los odiaba y no dudaba que en algún  futuro cercano le dieran la orden de acabar con ellos. HYDRA el simple recuerdo de ese nombre hizo que se paralizara pues volvía a dudar que se encontraba  realmente fuera de su alcance.

- ¿ qué es lo que quieren de mí?
El rubio no dudó en responder, pero nuevamente lo dejaba confundido.
-No queremos nada de ti. Eso lo hizo sentir incómodo pues de inmediato pensó que lo eliminarían, pero siguió escuchando. Bucky eres mi amigo, pensé que te había perdido pero ahora que estás aquí haré todo lo posible para ayudarte y quiero que entiendas que estás a salvo, nadie aquí quiere hacerte daño ni usarte como arma.

Ya no podía decir nada, tenía mucho que pensar, mucho que asimilar. Decidí sentarme nuevamente a la cama sin dejar de sentir la presencia de aquel hombre en todo momento, siempre atento por sí decidía cambiar de táctica y torturarme.

Pasó el tiempo y ambos seguíamos en la misma posición esperando que alguien dijera algo, pero algo rompió el silencio entre nosotros. Un gruñido proveniente de mi estómago. Nunca había sucedió y de inmediato pensé que me habían engañado  pues no existía explicación lógica para que yo pasara hambre.

Levante la mirada y escupí con odio.
-¿De verdad crees que puedes engañarme? Alcé la voz más de lo necesario para demostrar que no dejaría que me dominarán sin dar lucha. Vienes y me dices que estaré bien que estoy a salvo, y ahora sé que me has envenenado.

Lo mire con furia y estaba más que decidido a atacarlo pero lo que vi me dejo paralizado.

-Yo lo siento tanto. Lo dijo  susurrando y sabía que si había sido envenenado, pero no entendía porque estaba llorando. Antes que nada quiero que sepas que no e hecho tal cosa, nunca haría nada que te hiciera daño. No as sido envenenado y supongo que debes tener hambre. ¿Cuándo fue la última vez que comiste?

Decía la verdad.? ¿Realmente solo era eso, tenía hambre? Si lo que dice es cierto y soy libre el hecho de que las necesidades fisiológicas vuelvan puede que sea algo bueno, o estoy en una misión larga que no recuerdo o realmente soy libre.

-Supongo que por haber sacado semejante ruido deduzco que no e comido en al menos dos semanas.
-¿Dos semanas? Lo dices en serio.
-Nunca e necesitado comida, siempre me daban suplementos alimenticios que cubrían todo, pero se les debió olvidar o esto es una clase de castigo.

Observaba como el hombre se secaba las lágrimas  y con una débil sonrisa me dijo.
-Iré por algo de comer, espera aquí. Bueno digo sé que ahorita no puedes salir, y no porque estés encerrado si no porque debemos estudiar primero la situación y ver cómo ayudarte. No me hagas mucho caso sólo iré rápido por algo de comer.

Dio media vuelta y antes de salir del cuarto me miro por última vez. Sabía que de alguna manera decía la verdad pero no dejaba  de dudar una y otra vez. Solo asentí sin decir nada y volví a sentarme en la cama, esperando que el hombre rubio con esos hermosos ojos azules que me miraban con algo que no lograba reconocer volviera.

Tienes que seguir (Stucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora