Consecuencias

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Ya capítulo normal, esto que viene estará bueno...
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Bucky

Teníamos ya días que no despertábamos de esta manera. Nadie importaba más en este momento más que nosotros dos. Aún era temprano, no podía evitar encontrarme con la misma rutina todas las mañanas.

A pesar de haber pasado una noche que recordaré por mucho tiempo, mi cuerpo no parecía querer estar mucho rato sin tener presencia de Steve. Mis ojos lo parecían buscar siempre.

Es por eso que a pesar de querer pasar todo el tiempo posible dormido con el abrazado a mi espalda, no podía dejar de querer dejar pasar ese pequeño ritual de verlo dormir. La Luz del sol apenas y era visible a través de las cortinas.

Lo que ocurrió en la misión no podía ser ignorado más tiempo. Y aunque Steve me aseguró que nada saldría mal, yo no dejaba de sentirme culpable por lo que había sucedido. O había escuchado nada de nadie más, no habían venido a molestarnos ya o si quiera tenía conocimiento de que sucedía con lo que sucedió en la misión.

Decidí dejar dormir a Steve más rato. Necesitaba salir a caminar y despejar mi mente de todo esto. Aún, si me quedaba quieto, podía sentir esa sensación de la sangre seca sobre mi piel. Y escuchaba los sonidos de huesos rotos e impactos de bala.

Salí de la cama sin mucho esfuerzo y provocando el menor ruido posible. Aunque no era necesario, Steve parecía una roca cuando dormía. Me puse una chamarra para ocultar mi brazo de metal, una gorra y ropa de civil que no llamará mucho la atención.

No quería encontrarme con nadie por los pasillos y aunque este lugar era enorme y estaba altamente vigilado, los días que pase solo y costumbres de estudiar mi entorno me hacían buscar rutas de escape o maneras de pasar desapercibido por el lugar.

Asegurándome de pasar desapercibido y evitando la mayoría de las cámaras o pasando por sus puntos muertos, logre salir De la Torre sin mucho esfuerzo. Camine un poco sin dirección aparente.

Se sentía bien estirar las piernas y despejar la mente un rato. Finalmente como si lo hubiera planeado llegue a la cafetería que Steve siempre procuraba visitar. Adoraba el lugar y ya tenía mucho tiempo que no lo visitaba.

Sería perfecto dejar pasar un poco de tiempo en ese lugar y cuando el tiempo pasará podría llevarle algo de desayunar a Steve, adoraba la comida del lugar y como se que días pesados vienen no cabe duda de que esto le vendrá muy bien.

Llegue al lugar y nuevamente nomas entrar me encontré con Doris, aún recuerdo cómo me amenazó pidiendo que no le hiciera daño a Steve. Pero conforme nos veías más tiempo juntos se convenció de que era yo al que debía cuidar, pues Steve era muy sobre protector.

-Buenos días James, parece que fue una eternidad desde que tú o Steven se aparecían por el lugar.

-Hemos tenido unos días realmente ocupados Doris, ni se imagina cómo se pusieron las cosas últimamente.

-Aún así no deben abandonarnos por tanto tiempo. Que te trae por aquí a tan temprana hora.

-Cosas que ocurrieron no me dejan tranquilo, necesitaba distraerme un rato. Deje a Steve dormido y pensé que llevarle el desayuno de su lugar favorito sería una buena forma de empezar el día.

-Veo que lo quieres mucho. Eres muy atento y creo que no existe pareja como ustedes. Se ve que se cuidan uno al otro demasiado. Si bien Steve suele estar siempre queriendo que nada te pase, se nota que tú eres igual que el.

-No puedo evitarlo, lo amo demasiado. Daría mi vida por que nada le pase.

-Lo se. Ahora deja te doy café en lo que te preparan un platillo para llevar, se lo que les gusta a ambos y en nada lo tendrás listo.

Agradecí cuando Doris me dejo el café. Pero solo puse mis manos alrededor de la taza y deje que mi mente volviera a dispersarse. Si no me mantenía enfocado podría sentir que la locura me invadía.

Aún tengo en carne propia y muy presente los recuerdos de la misión pasada. Me preocupa y pesa que fuera yo quien decidiera poner fin con la vida de tanta gente. Aunque ellos no hayan obrado bien, no merecían que yo les diera fin de esa manera. Parece que por más que lo intente siempre habrá una parte de mi que puede que no sea del todo buena.

Estaba tan metido en mis pensamientos que no me había percatado que tenía a Doris y a la camarera, Ashley creo que se llamaba, viéndome con consternación.

-Muchacho, no has tomado tu café y tenemos ya rato tratando de llamar tu atención. James, seguro que todo está bien?

-Si. Parece que estás aquí, pero tú mente de encuentra en otro lado, algo te preocupa porque notamos que empezaste a temblar ligeramente.

No pude evitar bajar la mirada y sentirme algo apenado por haber reaccionado de esta manera en público. Me sentía un poco mal que me vieran en este estado, estaba frotando mis manos y aunque tenía un guante sobre la mano de metal, no dejaba de notar que era diferente y esa misma mano había quitado tantas vidas en la misión pasada, a lo largo de décadas.

-Si no quieres hablarlo no hay problema. No somos nadie para entrometernos en tu vida. Pero si algo te preocupa, si necesitaras algo. Puedes confiar en nosotros, sabemos que Steven te cuidara, no te sientas mal. Todos tenemos nuestros días malos, pero te aseguro que por más gris que se vea la situación el sol siempre saldrá.

No podía creer que alguien sintiera ese nivel de empatía conmigo. Si sabían quienes éramos Steve y yo, y aún así nos trataban con normalidad. Me hacía sentir más humano, más en control con mis emociones.

Les agradecí su preocupación y les prometí que no dejaría que lo malo de la situación me tumbara, no de nuevo. Agradecí por el desayuno, me dirigía a la salida cuando recordé que no había pagado. Apenado regrese la comida.

-Lo siento, Steve es quien suele encargarse de estas cosas yo...

-No digas nada más James, llévatelo. Es para hacer feliz a Steven de todas maneras, con tal de que no borres nunca esa sonrisa que parece ser solo muestras con el, dejaré pasar esta vez que seas tan distraído.

Agradecí enormemente el gesto y me dirigí de nuevo a la torre. Pero al llegar a la esquina algo parecía ir mal. Se observaba mucho movimiento y pareciera que algo grande sucedía.

No comprendía la situación. Algunos guardias estaban en la entrada y varias alarmas sonaban desde el interior, cuando uno de ellos me reconoció de inmediato alertó al resto y me apuntaron con sus armas.

No entendía nada. Porque de repente todos parecían querer acabar conmigo. Me gritaron que me pusiera de rodillas y no pude evitar sentir miedo, pareciera que de nuevo HYDRA venía por mi y me volverían a borrar la memoria...

Tienes que seguir (Stucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora