La Gorda Bulma © (Vegeta Y Bulma)(En Edición)Terminada

Capítulo 6

Él limpio mis lágrimas y me miro a los ojos. Tenía una expresión extraña que en ese entonces no supe descifrar pero ahora se que era dolor.

- Vámonos.

- ¿A clase?

- No.

- ¿A donde iremos entonces Vegeta?

- Haces muchas preguntas. Sólo vamos.

Salimos de la habitación de limpieza en la que estuvimos como una hora. Detrás de Orange school había un enorme jardín en el que no podías pasar por que era propiedad privada, Vegeta me llevo por ahí con mucho cuidado de que nadie nos viera. Recuerdo que el corazón me latía a mil por hora y las mejillas me ardían como si estuviera frente al fuego, era la primera vez que me escapaba de la escuela, sentí que estaba cometiendo un crimen enorme pero no me importó, yo sólo quería estar con Vegeta.

- ¿Te gustan las artes marciales? - Me preguntó mientras caminábamos por la calle.

- La verdad es que es algo que no llama mucho mi atención... Goku las practica.

- ¿Por que no te llama la atención?

- No se... No es algo que me apasione, no me gusta.

- ¿Haz visto todo eso, lo has praticado?

- No, en absoluto.

- ¿Cómo sabes que no te gusta si nunca le has puesto la atención necesaria?

- No se... sólo... ¿a donde vas con todo esto?

- Bueno... a mi me encantan las artes marciales. Para mi es entrar a un universo diferente en el que puedes sacar todo lo que llevas dentro, toda tu furia, tu tristeza, tu alegría, todo. Para mi es liberarme.

¿Como es que alguien como el necesitará liberarse... ¿liberarse de que? El era perfecto ¿Que problema podría tener él?

- Bulma... creo que tu deberías probarlo - Solté una risa. ¿Una bola de grasa como yo en artes marciales? Pff era una pésima idea - No te rías Bulma. Estoy hablando en serio.

- Vegeta... Ya en serio, mirame.

- Eres una niña muy necia Bulma. Te voy a meter a mi mundo preciosa así que prepárate.

Pidió un taxi y nos encaminamos al lugar donde él y Goku entrenaban. Se escuchaban los golpes y gemidos de las personas, yo veía sus rostros sudados, rostros furiosos y otros victoriosos, no me agradó mucho estar ahí con todos esos hombres y todo ese ruido.

- Maestro Roshi, ella es Bulma - Vegeta le hablo a un anciano que estaba en aquel lugar. Era un viejito muy gracioso.

- Mucho gusto señorita.

- Maestro, quiero enseñarle un poco de esta arte a Bulma ¿me concede el permiso?

- Por supuesto Vegeta, siempre y cuando esta niña quiera aprender.

Yo seguía teniendo la misma idea de que esto era una tontería pero daba igual, lo iba a hacer por Vegeta.

- Si quiero.

- Muy bien mi niña, empecemos.

Vegeta sonrió de lado y fruncio el ceño, se veía tan sexy.