La Gorda Bulma © (Vegeta Y Bulma)(En Edición)Terminada

Capítulo 34

Al atravesar la puerta de mi casa escucho la voz de Yamcha y mi madre en el salón. Le hago una seña a Vegeta con la mano para que me siga.

- Buenas noches - saludamos Vegeta y yo al mismo tiempo.

- ¿Qué tal? - responde mamá quien se levanta para saludar a Vegeta.

- ¿De qué quieres hablar Yamcha? - Pregunto impaciente.

- Tomen asiento primero - señaló el sofá y obedecimos - más que nada no soy yo quien tiene que hablar con ustedes, es tu madre Bulma.

Vegeta y yo nos miramos sin poder todavía entender de que se trata.

- Bunny ¿conocías al padre de Vegeta? - cuestionó Yamcha a mamá, mire a Vegeta fugazmente y me di cuenta que estaba extrañado y ansioso por saber la respuesta.

- Así es, lo conocí cuando íbamos en Orange.

- ¿Cuál era su relación con él? - esta vez Vegeta fue quien pregunto, no se a donde van con esto.

- Fuimos novios - él fruncio el ceño como si algo no encajara y a mi verdaderamente me asombrada saber eso de mi mamá y del padre de Vegeta.

- Pero ¿que pasó después? ¿por qué terminaron?

- Bueno... tu padre era un hombre demasiado posesivo y controlador, no me gustó eso de él y nos separamos, pero él no quiso y me acosaba. Tiempo después conocí al padre de Bulma y nos llevamos muy bien hasta que terminamos siendo pareja. Tu padre no lo soportó y se obsesiono con hacernos la vida imposible, siempre pagaba para que golpearan a mi esposo y a mi no bajaron de zorra. Días después de que regresamos de nuestra luna de miel también pago para que asesinaran a mi esposo pero por suerte él negocio con el asesino y después lo demandó aunque él nunca dio el nombre de tu padre con la policía. Después de mucho tiempo al fin nos había dejado en paz porque conoció a la madre de Vegeta y él comenzo a evitarnos, no asistía a los nismos eventos en los que éramos invitados y evitaba a toda costa hacer algún negocio con nuestra empresa, incluso un día le llegó un correo a mi esposo que decía que alejaramos a Bulma de su hijo o era capaz de hacernos mucho daño, nunca específico que tipo de daño, pero no le dije nada a Bulma por que justamente ustedes habían terminado ya con su relación.

- Eso lo explica todo. Bulma, por eso mi padre me pidió que me alejara de ti...

No puedo creerlo, Vegeta tenía razón, todo este tiempo lo odie y lo único que él buscaba era protegerme. Duele saber la verdad. Duele saber lo equivocada que estaba. No puedo culparme por que a pesar de que él lo hacía por mi bien me hizo daño también.

- Creo que lo mejor es dejarlos sólos. Vamos Bunny.

Yamcha y mamá se retiran del salón dejándome en completa soledad con Vegeta.

- Dime que ahora me crees.

- Fuiste demasiado cruel conmigo. Pudiste ser sincero desde el principio y lo habría entendido, pero no había necesidad de decir todas esas grotescas palabras.

- Yo se que ese fue mi más grande error. Pero el miedo me cego, conocía a mi padre y sabía que hablaba en serio y temí por tu vida. Quise hacerlo de una forma que no te lastimara pero me querías tanto que no ibas a hacerme caso y la única manera de alejarte de mi era haciéndote daño...

- Vaya que lo hiciste - digo mientras reprimo las lágrimas, no me gusta que me vea así.

- También me hice daño. Sufrí tu partida, las cosas que dije también me marcaron, me odie incluso más que mi padre. Yo te amaba tanto Bulma. Y aún te amo. - Se acerco a mi y tomo mi rostro entre sus manos, con sus pulgares limpió las lágrimas de mis mejillas - Te amo en serio. Perdóname por favor.

Unió su frente a la mía, cerró los ojos e inspiró suavemente mi aliento. Tenerlo a esta distancia me hace sentir vulnerable, tonta y completamente suya.
¿Tengo que perdonalo? ¿perdonar que? ¿que me protegiera? ¿perdonar sus palabras que en realidad eran una mentira? Ya no se quien tiene la culpa.

- Yo en cierta forma también soy culpable.

- No, no lo eres, sólo eres una víctima como lo soy yo.

- ¿Y de quien es la culpa?

- Del miedo y el rencor.

- Entonces no hay nada que perdonar - añado siendo completamente sincera con él.

- Casate conmigo - sus preciosos ojos negros se clavan en los míos.

¿Casarme? ¿Cómo se le ocurre? Hace mucho que no estamos juntos como pareja, de cierto modo desconozco a este precioso hombre, es una estupidez lo que me pide.

- Estas loco Vegeta. Hace muy poco nos hemos reencontrado y apenas acabamos de aclarar las cosas.

- ¿Y? Yo te amo y tu me amas, eso es lo que importa - se le ve muy emocionado.

- ¿A ti quien te dijo que te amo? - Me cruzo de brazos.

- No necesito que me lo digan para saberlo. Se te nota cuando estamos juntos, tus ojos aún huyen de los míos y tu respiración sigue entrecortandoce, como hace años - Sonríe y yo me sonrojo, que tonto.

- Aún así, hace mucho que no estamos juntos. Técnicamente no te conozco.

- Tenemos toda una vida para conocernos y que mejor manera de hacerlo que formando un sólido matrimonio. Nunca he querido estar tanto tiempo con alguien como contigo y no quiero que seas de nadie más, sólo mía y yo tuyo.

- Es demasiado precipitado.

- Tal vez, pero eso no importa, hemos esperado mucho tiempo y no puedes negar que tú y yo nacimos para estar juntos.

Pienso exactamente igual, mi amor siempre ha sido para ti desde que te conocí. Incluso en todo el tiempo que pase alejada de ti yo te amaba detrás de todo ese rencor.

- No lo sé. Es pronto.

- Ya veo. Creo que la señorita necesita una salida con su futuro esposo - añade.

- No he dicho que si...

- Me vale, se que lo harás - se levanta del sofá y acomoda su saco - Tienes todo el día de mañana para dejar listas tus cosas en la empresa.

- ¿A qué te refieres?

- Pasado mañana tu y yo vamos a ir a la cabaña que tengo en las montañas a pasar un agradable fin de semana.

- Pero no quiero ir.

- Te secuestrare entonces - Sonríe de lado y se da media vuelta para encaminarse a la salida - Vamos a conocernos un poco más.

Estas loco Vegeta Ouji.