Capítulo 27

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Dentro de dos semanas se hara la primera venta a la empresa de Vegeta, el contrató estipula que se le entregarán los materiales cada quince días durante el tiempo tratado. Si todo va tal y como lo planeó esa empresa pasará a ser mía en un mínimo de dos meses.

- Todo lo que Vegeta dijo parece una locura, pero ¿no te has puesto a pensar que puede ser verdad?

- No lo sé, aquel día su padre tuvo una reacción extraña cuando le dije mi nombre, llamo a Vegeta en privado y hablaron durante un largo rato, después de eso la actitud de Vegeta conmigo cambio totalmente.

- Si lo que él dijo es verdad ¿que harás ahora?

- No cambia nada. No tuvo por que hacerme todo eso, bien pudo haberme alertado... lo amaba tanto que habría aceptado estar con él en secreto.

- Cambia mucho Bulma, eran jóvenes y débiles, tal vez el no vio otra salida en ese momento. Si su amor por ti era tan grande ¿te has puesto a pensar en el sacrificio que el hizo?

- ¿De qué lado estas Yamcha?

- De ninguno, sólo trato de hacerte razonar. Entiendo el dolor que tuviste que soportar, pero es pasado, hay que dejarlo ir. Vives obsesionada con hacerle daño y eso no es vida, si lo amaste tanto perdonalo y olvidalo ya, déjalo hacer su vida y tú has la tuya.

- No quiero hablar más del tema Yamcha.

- Bien. Iré a la playa si no te molesta.

- Para nada.

- Nos vemos. - Planto un suave beso en mi mejilla y se retiró del lugar.

Sacrificio. ¿Hacer un sacrifico por mi? No quiero creer que eso es verdad. Yamcha tiene razón, cambiarían muchas cosas por que entendería que lo que dijo fue mentira... pero eso no quita el dolor.

Han pasado tres semanas desde mi encuentro con Vegeta y hoy por primera vez tengo una reunión con él para la firma de un par de documentos que tienen que ver con la entrega que se ha hecho. Me siento nerviosa por que no he dejado de pensar en lo que dijo aquel día, además claro, cada vez que lo veo mi corazón se alborota como cuando íbamos a Orange. Se ha puesto en contacto conmigo vía email para darme la ubicación de la reunión que por cierto será en su casa.

Espere que abrieran la puerta y una jovencita como de unos veinte años me recibió.

- Hola ¿que tal? Él señor Ouji me está esperando.

- Bulma.

- Eh... si.

- Eres aún mas hermosa de cerca. Eso explica el por que estaba así aquella noche - Su mirada recorría mi rostro con fascinación.

- Ah ¿de quien hablas?

- Tienes un cabello precioso. - Acercó su pequeña y fina mano para tocar mi azulado cabello.

- Niña, estas retrasandome.

- Como lo siento. - Dijo incorporándose como la chica servicial que debió haber sido cuando llegue. - Me llamo Glenda, cualquier cosa que necesite estoy para servirle. Acompañeme de este lado por favor.

La seguí al patio trasero de la casa y me indicó tomar asiento en una de las sillas de la mesa del jardín.

- En un momento llamo al señor Ouji.

Que chica tan rara. Pasados unos minutos Vegeta se acercó, al parecer estaba ejercitándose. Llevaba puesta una camiseta negra y unos pans de igual color, su preciosa piel morena brillaba por la luz del sol que se reflejaba en su sudor. Con una pequeña toalla seco su rostro mientras se acomodaba en una de las sillas.

La Gorda Bulma © (Vegeta Y Bulma)(En Edición)TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora