Capítulo 23

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Yamcha entra a mi oficina y deja un sobre color blanco aperlado sobre mi escritorio.

- ¿Qué es eso?

- Algo de parte del señor Ouji.

¿Qué pudo haber enviado ese imbécil? Mientras habría el sobre note el rostro de Yamcha frustrado.

El amor es como un puzle...
siempre existe en el mundo
una persona que completa a otra.
Y cuando se cruzan y sus ojos se encuentran, las piezas del rompecabezas cobran sentido.

Nosotros, Vegeta y Dieciocho, nos hemos encontrado y por eso...

¡Nos casamos!

Esperamos contar con su agradable presencía el día 26 de septiembre en la parroquia principal de Ciudad Satán.
También esperamos que asista a la fiesta que se llevará acabo en la mansión Ouji.


¿!Pero que carajos!? ¿Vegeta se casa?
Se casa... que maldita ironía de la vida, se casa nada mas y nada menos que con Dieciocho. Que bajó caiste Ouji, pudiendo conseguir a cualquier otra mujer decidiste quedarte con esa engreída, aunque claro que más se puede esperar de alguien tan estólido como tu. Si me atrevo a decir eso de Dieciocho es por que la he visto en pasarelas de moda pavonearse como si fuese la mujer más hermosa en el mundo, estúpida.

- No irás ¿cierto?

- Por supuesto que iré, no podemos despreciar la invitación del señor Ouji, será un día muy importante para él y su amada.

- Estas loca Bulma.

- Tal vez... ¿Será divertido no crees?

- No, no lo creo. ¿Qué pasa contigo?

- Nada Yamcha, llegó el momento de volver a mi pasado y hacer pagar a todos los que me hicieron daño.

- Tu no eres así, pero aún tengo fe de que todo puede cambiar.

- Ashh. Lo arruinas todo, eres tan magnánimo, eso en estos días ya no es apreciado por nadie Yamcha. Somos pocas las personas que admiramos eso, pero si no quieres ser lastimado es mejor que olvides tu nobleza.

- Yo fui lastimado antes y eso no me arrebató mi buen corazón, se que hay mucha bondad en ti, pero tu deseo de venganza te impide ser feliz.

- Ya basta, no quiero hablar más de mi, la boda es dentro de poco así que es mejor que vayamos de compras ¿no lo crees?

Solté una risa burlona mientras Yamcha negaba con la cabeza, pero no me importó, la verdad me sentía nerviosa por dentro, en una semana me enfrentaría a Vegeta.

*********

- ¿En verdad quiero hacer esto? Es decir, unirme a alguien que no me complementa-. Observé mi figura frente al espejo, era la viva imagen de mi padre, aunque más joven y corpulento.

- ¿Listo?-. Nappa asomaba la cabeza tras la puerta.

- Nappa... ¿crees que seré feliz?

- Yo... creo que todo es posible en la vida. Dieciocho es una buena chica y creo que sabrá hacerte feliz y espero que tu puedas hacerla feliz... no necesitas nada y a nadie más para tener un matrimonio feliz, sólo amor.

El "a nadie más" fue aun mas marcado que las demas palabras de lo que me dijo. Sus palabras no eran muy claras, tal vez se refería a Bulma, el sabía perfectamente lo que en mi provocó aquella niña, pero no entiendo el por que me ha dicho esto si hace ya un par de años dejamos de hablar sobre ella.

- No entiendo, no hay nada que me impida ser felíz.- Él agachó la mirada y tocó su labio inferior como si recordará algo que lo frustrara-.

- Así es, vamos ya. Vas a llegar tarde a tu boda y se supone que es la chica quien se retrasa.

- Es verdad.

Ambos bajamos hasta donde se encontraba el coche que nos llevaría a la parroquia de la ciudad. Había mucha gente en mi casa, todos trabajando en los últimos detalles de la decoración para la fiesta después de la boda.

- Señor Ouji, espero no ser una molestia, se que va tarde a su boda pero me gustaría darle un regalo.

- Ah, Glenda, es tarde... creo que deberías esperar después de todo esto ¿te parece?

- Claro señor, disculpe.

- No te preocupes.

Nappa y yo subimos al coche y me percaté de que Piccolo era mi chofer y no Krilin, quien se supone debería ser quien me lleve a la parroquia. No es gran cosa pero me molesta que no respeten mis órdenes.

- ¿Por qué Krilin no está aquí?

- Él no estaba listo señor y como se está haciendo tarde me dijo a mi que lo lleve y él se encargará de la señorita Dieciocho.

- Que maldita irresponsabilidad.

- Tranquilo Vegeta, se que estas nervioso por la boda pero no te alteres por estupideces.

- Tienes razón Nappa. Vámonos ya Piccolo.

- Si señor.

Al llegar mucha gente aún se encuentraba afuera de la Iglesia - Al parecer no llegue tan tarde.

- Vegeta, mira nada más que guapo luces con tu traje de bodas.

- Gracias Chi Chi. Que gustó que hayan venido, pensé que dejarías castigado a Goku por haber bebido tanto en la despedida.

- Aún me lo debe.

- No le des más ideas a Chi Chi, Vegeta - interrumpió Goku.

- Demasiado tarde Kakaroto.

Entre la gente que me saludaba note la presencia de Yamcha y me acerqué para saludarlo.

- Yamcha, que gustó verte aquí.

- Vegeta. Para mi es un placer estar aquí.

- No veo al señor Brief ¿él vino?

- Eh... llegará a la fiesta de su boda más tarde, no se sentía muy bien para estar en la ceremonia.

El Padre se acercó para decirnos que era hora de entrar ya a la iglesia para esperar a la novia.

- Entiendo. Un placer verte. Vamos.

La gente se acomodó en los asientos mientras yo me puse de pie en el lugar que me correspondía para esperar a mi futura esposa. Me mantuve estático ante la espera. La verdad es que por mi ser no se asomaba sentimiento alguno, sólo estaba allí, como un fantasma.

Después de unos minutos más de espera Dieciocho llegó, estaba hermosa con su vestido blanco, parecía una reina. Su postura era erguida y su rostro mostraba victoria. Era como si estuviese cobrando algún premio después de una lucha larga por conseguirlo. Tenía miedo, miedo de hacer lo incorrecto, pero ya era demasiado tarde para arrepentimientos, además, ¿que podría pasar? Mi vida seguirá tal cual hasta el momento, con la diferencia de que está vez no había marcha atrás para intentar buscar lo que una vez perdí.

La Gorda Bulma © (Vegeta Y Bulma)(En Edición)TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora