- Glenda - la chica me mira atontada, como siempre - necesito que empaques tus cosas ahora mismo.
- Ah, si señor.
- Piccolo te llevará está tarde a la cabaña de las montañas. Quiero que en cuanto termines de empacar se vayan a comprar las cosas que necesites para hacer la comida y limpieza del lugar.
- Si señor. ¿Se tomará un descanso?
- Algo así. El sábado por la mañana llegaré con Bulma para pasar el fin de semana allí.
- ¿Con Bulma? - Pregunta desconcertada.
- Si, con Bulma - contestó y me doy media vuelta.
Quiero pedirle matrimonio a Bulma de una forma más oficial pero el romance no va conmigo así que no tengo ni puta idea de como hacerlo especial, además, es verdad que hace mucho no estamos juntos y probablemente sus gustos e intereses hayan cambiado. Sólo hay una persona que puede ayudarme en esto. Saco mi móvil del bolsillo y busco su nombre entre los contactos.
- ¿Vegeta? - lo escucho decir a través del móvil.
- ¿Qué tal? Eh, necesito hablar contigo ¿Puedo verte ahora mismo?
- ¿Justo ahora?
- Si, dime donde puedo verte.
- ¿Te parece si desayunamos juntos?
- Claro. ¿Dónde?
- En Le Plaisir.
- Claro, ahora voy hacia allá - terminó la llamada.
Tomo las llaves de mi coche que están sobre mi escritorio y salgo apresurado de mi casa.
Llego al restaurante y un hosste me encamina a la mesa en donde se encuentra mi cita.- Yamcha, gracias por venir - lo saludo de mano y tomo asiento.
- ¿Cuál es la urgencia?
- Primero que nada quiero agradecer tu enorme ayuda, de no ser por ti Bulma jamás me hubiese creído.
- Lo hice por ella - responde secamente.
- Lo se.
- Y ¿que es lo segundo de lo que quieres hablar?
No se por donde empezar. Tal vez soy cruel al solicitarle ayuda a Yamcha para pedirle matrimonio a Bulma por que él está enamorado de ella, pero de verdad lo necesito, nadie conoce a Bulma como él.
- Necesito tu ayuda - me mira inexpresivo - ayer le dije a Bulma que quería casarme con ella.
- Lo se, ella me lo contó todo - mira su copa de agua taciturno.
- Quiero pedirle matrimonio de una manera más especial, que sea un bonito recuerdo. No se mucho acerca de sus gustos actuales, sólo se cosas del pasado. Tú eres quien mejor la conoce...
- ¿Necesitas que te de algunas ideas de lo que a ella pueda gustarle?
- Si - contestó apenado por pedírselo.
- Esta bien - lo observo sorprendido, no pense que aceptaría tan rápido - Sus gustos siguen siendo los mismos de hace mucho así que la conoces tanto como yo.
- Tengo miedo de arruinarlo.
- No vas a arruinar nada, quiero que mi mejor amiga tenga un hermoso recuerdo de ese momento, así que por tu bien no la cagaras - es reconfortante ver que Bulma tiene a una gran persona como amigo, se que Yamcha no sólo es bueno con ella, lo es conmigo y estoy seguro de que lo es para más personas - el día que le llevaste la rosa azul diste en el blanco.
- ¿En el blanco? - No entiendo.
- Si, ella tiene un gusto sobrenatural por las rosas azules, tal vez es por que combinan con su cabello.
- ¿En serio? - Me parece gracioso que sea por eso.
- No lo sé, dije tal vez. Siempre está rodeada de ellas, en su departamento, en la oficina, en su cocina, en todos lados. Ese día despedazo la rosa que le llevaste, quizá está es buena oportunidad para recordarle su amor por ellas.
- ¿Entonces sugieres que hayan rosas azules?
- Pues si.
Nos miramos y parece que estamos teniendo la misma idea, y no me equivoco. Mientras desayunamos nos ponemos de acuerdo, necesitamos la ayuda de más personas así que me pongo en contacto con Nappa, Goku e incluso Dieciocho, aunque nos separamos repentinamente quedamos como amigos, le cuesta aceptar su amor por Krilin porque toda la vida creció rodeada de lujos y creé que el dinero lo es todo, es una mujer muy bipolar pero necesito su buen gusto por la decoración, por suerte todos ellos aceptan. Yamcha se hará cargo de todo mientras Bulma y yo nos vamos a las montañas, confío plenamente en él así que por el momento de lo único que me preocupo es por encontrar el anillo perfecto para ella.
- Dígame ¿cómo es su futura esposa señor? - me pregunta el empleado de la joyería.
- Es la mujer más hermosa que pueda existir en el universo - contestó mientras pienso en sus precioso ojos azules, aunque se que el empleado no se refiere a eso no puedo perder la oportunidad de adularla.
- Lo imagino - mete la mano en el mostrador de cristal para sacar un anillo - ¿Qué le parece este?
- Muy simple - tuerso los labios a modo de desagrado y me agachó para ver los que hay más abajo. Hay uno que llama mi atención - muestrame este - el joven lo saca y lo pone frente a mi.
- Casi a nadie le gusta ese, señor. No les gusta el color verdeazulado de la grandidierita en un anillo para pedir matrimonio, además de que es una piedra muy cara.
- Están tontos, es precioso - y realmente lo es, las piedras decorativas son pequeños y brillantes diamantes, la piedra principal es una hermosa grandidierita verdeazulada y el aro y la montura son de oro blanco. En la pequeña mano de Bulma se verá precioso - ¿Sabes que es lo mejor de todo? A mi chica le encantará. Me lo llevo.
- Por supuesto - lo toma para registrarlo en la computadora.
No puedo esperar para que llegue el día de mi boda con ella. Siempre soñé que me casaría con Bulma pero tiempo después mis sueños se esfumaron. Ahora pienso que lo que está destinado a pasar, pasará. Tarde o temprano.
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La Gorda Bulma © (Vegeta Y Bulma)(En Edición)Terminada
Fanfic*MUNDO ALTERNATIVO* Advertencia de contenido adulto. Gorda y fea. Esa era yo, Bulma Brief, la chica más repugnante en todo Orange School. Obra registrada en Safe Creative. Código de registro: 1711294959729 Licencia: Creative Commons Attribution-Non...