Advertencia de contenido adulto.
Lee bajo tu responsabilidad.De todo el tiempo que llevaba entrenando con Vegeta logre bajar bastante de peso y la verdad es que eso me hacía sentir muy bien, sin duda aun seguía siendo gorda pero la diferencia era enorme, tenía tanto que agradecer a Vegeta, el fue un ángel que llegó para sacarme de la oscuridad.
Caminaba hacia su casa pensando en todo lo bueno que había pasado desde su llegada, hace mucho que me sentía así de bien.
- Buenos días señor. ¿Se encuentra Vegeta Ouji? - Pregunté a un hombre del servicio.
- El señor Ouji esta de viaje en una conferencia señorita - Vegeta era muy joven para eso y además no me dijo nada de que viajaría.
- ¿De verdad? No me aviso que viajaría, apenas hoy quedamos de hacer la tarea aquí.
- Oh perdón señorita, usted se refiere al joven Vegeta. Me he confundido con su padre.
- Que lindo, tienen el mismo nombre.
- Así es. Déjeme avisarle que esta aquí.
Después de unos minutos de espera una mujer se acerca.
- ¿Tu eres Bulma?
- Si señora.
- Eres muy linda Bulma. Vegeta me dijo que en cuanto llegarás subieras a su habitación.
- Claro.
- Sube las escaleras, de lado derecho al fondo esta su habitación.
- Con permiso.
Subí las escaleras hasta llegar. No supe si tocar o abrir. Toqué y la puerta se abrió como si el hubiera estado ahí parado esperando el mínimo ruido para abrirla.
- Hola nena. Te vez preciosa.
Me dio un beso en la comisura de los labios que me estremeció. Me ponía muy nerviosa en especial por que estaba sólo en boxer, su cuerpo era muy hermoso, note que tenía unas cuantas cicatrices esparcidas en su cuerpo pero aún así era perfecto.
- Pasa, siéntate - Me senté sobre su cama y él cerro la puerta con seguro- ¿trajiste el libro?
- Eh... s... si - respondí nerviosa.
- Otra vez tartamuda.
- No, perdón.
Le di el libro y se puso buscar las páginas mientras se acomodaba a un lado de mi. La piel desnuda de su pierna rozaba con la mía, yo llevaba puesta una falda. Una corriente eléctrica me recorrió desde esa parte hasta mi sexo, estaba muy pero muy nerviosa y avergonzada por sentir eso.
- Sabes que... mejor leé tu esta parte, me arden un poco los ojos.
Vegeta me dio el libro que tome entre mis manos temblorosas y sudadas. Leí para ambos y noté que me contemplaba pero no pare. Yo estaba más que nerviosa y el corazón me latía tan rápido que juro que podía escucharlo, o tal vez era la adrenalina que sentía. Se acercó a mi y me quitó el libro con cuidado, pude ver en su mirada que estaba un poco asustado, pero también vi algo que nunca antes vi en alguien más, deseo.
Tomó mis mejillas entres sus manos y me jaló hacia el, me dio un beso suave y tierno, se separó de mi y me miro, sus ojos ardían por mi y yo no se como es que el corazón aun me latía. Volvió a besarme pero esta vez con más fuerza, me recosto sobre su cama y me acarició la pierna desnuda y poco a poco la intensidad de sus caricias subía. Estaba experimentado algo completamente ajeno a mi, era una sensación dolorosa pero no un dolor desagradable, más bien era como un dolor de necesitar algo. Mi sexo palpitaba pidiendo a gritos al hombre que tenía sobre mi basándome.
- Déjame hacerte mía Bulma.
Su voz ronca y bañada de deseo y súplica me hacía humedecer. Yo de verdad me entregaría a él, lo amaba y mi cuerpo y el suyo lo deseaba.
- Vegeta yo... yo... yo nunca he... no he hecho... esto.
- Lo se... déjame ser yo por favor.
Por supuesto que yo quería que fuera él. Jamás me arrepentiría de eso. Lo tome del cuello con fuerza y lo bese. Mi lengua y la suya jugaban de una manera morbosa que nos estaba matando. Podía sentir su pene erecto sobre mi vientre. Vegeta estaba a punto de quitarme la blusa. No quería que me viera desnuda y se arrepintiera de lo que estábamos a punto de hacer.
- No Vegeta. Por favor.
- Bulma... Me gustas tal y como eres, no seas insegura.
- No Vegeta.
Me miro y se levantó, apagó la luz y apenas y estaba iluminada la habitación por la luz de la luna. Se acercó de nuevo a mi y esta vez con toda la seguridad del mundo me quitó la ropa. Sus dedos rozando mi piel me brindaban un choque de electricidad. El besaba mi cuello y lo mordia dulcemente. No podía creerlo, estaba a punto de ser suya. Se quitó el boxer y levantó las caderas acomodandose en medio de mis piernas. Me miro a los ojos, estaban completamente fuera de este mundo.
- Mirame.
Se introdujo en mi lentamente. El dolor era increíble. Vegeta salió de mi y volvió a entrar esta vez un poco más fuerte. Seguía doliendo pero cada vez el dolor se hacía menos y el placer comenzaba a abrir paso a sensaciones nuevas y fascinantes.
- Te amo Bulma.
Abrí los ojos asombrada al escucharlo. Vegeta me amaba. Mi corazón sentía un calor que se expanda en mi. ¿Esto era amor?. En ese momento sólo deseaba que todo esto no fuera un sueño.
Aun puedo recordar el dulce aroma de su piel y lo suave que era su cabello.¿Que les pareció este capítulo?
Espero que haya sido de su agrado mis amores.
Dejen sus comentarios y todo que adoro leerlos 😍
Besos 😘
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La Gorda Bulma © (Vegeta Y Bulma)(En Edición)Terminada
Hayran Kurgu*MUNDO ALTERNATIVO* Advertencia de contenido adulto. Gorda y fea. Esa era yo, Bulma Brief, la chica más repugnante en todo Orange School. Obra registrada en Safe Creative. Código de registro: 1711294959729 Licencia: Creative Commons Attribution-Non...