Capítulo 24

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- Su invitación por favor.

- Aquí tiene.

Yamcha le entrega la invitación al hombre que se encuentra en la entrada de la mansión Ouji.
Un joven se acerca para llevarnos a nuestra mesa la cual está en la parte trasera de la casa. Miro atenta el interior de esta y me doy cuenta que ha cambiado bastante desde la última vez que estuve aquí, ahora se ve fría y vacía.

- Esta es su mesa señor Brief - Dijo el joven pensando que Yamcha era mi padre.

- Gracias - Yamcha retira la silla para que yo tome asiento y acto seguido el se acomoda en su lugar.- Te noto bastante nerviosa. Trata de disimularlo.

- Eso intentó pero me es difícil Yamcha. Siento que cada minuto que pasó aquí mi corazón va a salirse de mi pecho, incluso me tiemblan las manos.

- Te pediré un trago, tal vez eso te calme un poco.

- No tomo Yamcha, lo sabes bien.

- No quiero emborracharte, sólo quiero que estés tranquila.

Yamcha le pide a uno de los meseros que se encuentra cerca dos copas de alguna bebida que no conozco mientras yo repaso con la mirada nerviosa a toda la gente que está aquí. No conozco a nadie.

- ¿Te has dado cuenta que la mayoría de las personas aquí nos miran demasiado? En especial a ti.

- Es verdad.

- ¿Los conoces?

- No Yamcha y si fueran personas de mi pasado tampoco los reconocería y dudo mucho que ellos llegaran a reconocerme.

- Es verdad, tal vez están sorprendidos de ver a una mujer tan hermosa como tu y de ver a un hombre tan perfecto como yo.

- Ya estabas tardandote en decir una estupidez.

- Es broma, sólo quiero animarte, parece que en vez de venir a una boda veniste a hacer retos suicidas.

El mesero llega, deja las copas de alcohol sobre la mesa y se retira. Sin pensarlo tomo la copa y bebo hasta el fondo. Veo de reojo a Yamcha un poco sorprendido pero hago caso omiso y sigo observando a las personas y en especial al lugar de donde llegan esperando ver llegar a Vegeta.

- ¿Qué haces aquí?

Una voz fuerte me interrumpe y me doy cuenta que Nappa está parado frente a mi mirándome enojado y preocupado. Al parecer aún tiene contacto con Vegeta, espero que no le haya dicho nada sobre el encuentro que tuvimos hace poco.

- ¿No es obvio? Soy invitada de Vegeta.

- Eso no es verdad, él no sabe nada de ti. ¿Cómo carajos se te ocurre aparecer este día?

- Cálmate. Ya te dije que soy invitada.

- Ella tiene razón, el día que vine para la firma del contrato Vegeta me dio la invitación para ella - Dijo Yamcha en mi defensa.

- ¿Qué? Pero esa invitación es para el dueño de Capsule Corp.

- ¿Y tu quien crees que soy yo? - Nappa me mira sorprendido tras darse cuenta de que soy la dueña de la empresa de mi padre. Estuvo a punto de decir algo más pero decidió darse media vuelta y retirarse.

- Menos mal él no le dijo nada sobre aquella vez que se vieron en el torneo.

- Ahora mismo me da igual. ¿Sabes? Ni siquiera se que carajos le voy a decir.

- Pues, supongo que si antes no le interesaba nada de ti, el verte ahora le dará gusto ¿No lo crees?

- No, la reacción de Nappa fue bastante extraña.

- En eso sí tienes razón - Yamcha miro detrás mío, respiró hondo y dejo salir el aire lentamente - Querida Bulma, ya está aquí.

Voltee poco a poco y lo vi. Vegeta Ouji estaba aqui.
Tenía una amplia sonrisa en su rostro mientras saludaba a algunas personas.
Algo en mi interior se encendió en ese momento, me di cuenta que mis sentimientos del pasado se hicieron presentes en el momento en que lo vi.
Estaba tan distinto, mas alto y fornido, más maduro y guapo.
Me sentí diminuta, como si la gorda Bulma estuviera aquí y no la nueva Bulma. Me sentí débil.

- Bulma... Bulma...

Yamcha me hablaba preocupado, pero yo hacía caso omiso a todo lo que había a mi alrededor. Me sentía como si no estuviese aquí, como si hubiera viajado al pasado... pero no era así.

Yamcha me tomo de la mejilla obligándome a voltear, verlo me calmo, está vez no estaba sola. Se que Yamcha no esta de acuerdo conmigo en muchas cosas pero también se que a pesar de eso él está dispuesto a apoyarme hasta el final, es como el hermano que nunca tuve.

- No tengas miedo Bulma, ahora más que nunca tienes que mantenerte firme.

- Gracias, por estar aquí.

El negó con la cabeza haciendome entender que no había nada que agradecer. Decidí no volver la vista hacia atrás para no ver a Vegeta, aunque estaba luchando por lograrlo.

La fiesta continuó como si nada, las únicas personas que se notaban tensas eran Nappa a quien veía por ratos, Yamcha y yo. Ya no aguantaba más está situación así que decidí que era momento de volver a casa de mis padres a descansar, ya después volvería a verlo, supongo.

- Ahora vuelvo Yamcha, necesito ir al baño.

- Claro.

Me encaminé al interior de la casa y le pregunté a una jovencita donde se encontraba el baño. Ella me llevo por un pasillo en el que al final se encontraba una puerta.

- Es aquí.

La joven de retiro del lugar.
Al entrar me mire al espejo, vi a la niña gorda de hace mucho tiempo, asustada, triste... rota. Tranquila mi niña, pronto se acabará tu dolor.
Alguien llamo a la puerta y limpie un par de lágrimas que habían en mi rostro y no me había dado cuenta en que momento salieron.

- Un momento por favor.

Me mire una última vez antes de salir. La niña gorda desapareció y vi a una mujer esbelta y hermosa, esa era la nueva yo, la que se encargaría de hacer pagar a Ouji del daño que le hizo a aquella niña.
Salí del baño y me encontré a una hermosa mujer blanca de cabello oscuro y ojos de igual color.

- Disculpa que te haya apurado, desde la iglesia estoy aguantando las ganas - Soltó una risa nerviosa y entró al baño. Me parece conocida.

- ¡Milk! ¿Dónde estás?

Escuche la voz de un hombre y en seguida me di cuenta que me había topado hacía apenas unos segundos a la que fue mi mejor amiga.
Decidí salir de prisa del pasillo para ver quien era la persona que la buscaba pero justo en ese momento choque con un fuerte torso masculino que provocó que yo cayera al suelo.

- Discúlpame, no te vi.

- Que tonto eres Vegeta. Déjeme ayudarla señorita.- ¡Carajo! Alce la mirada poco a poco y vi a Vegeta parado a un lado del chico que me extendía la mano para ayudarme a levantarme. - Wow, que hermosa. Mi nombre es Goku y ¿usted es?

¿Goku? Estaba teniendo sentimientos encontrados justo en ese momento, estaba impactada por que no pensé que fuese así como debia encontrarme con Vegeta y en parte estaba muy feliz de ver a Goku después de mucho tiempo.
Por otro lado Vegeta no dejaba de observarme, su mirada se posaba por todo mi ser. No podía articular palabra alguna.

- Yo... eh... yo... soy... Me llamo...

- ¿Bulma?

Yamcha apareció en el lugar preguntando por mi sin percatarse de la presencía de estos dos. Volteó poco a poco y se quedó atónito, lo mire y el a mi, supo en seguida que la había cagado. Vegeta lo miro justo después de que dijo mi nombre y después me miro a mi con los ojos muy abiertos y con los labios un separados.

- ¿Bulma?

Fue lo único que dijo sin dejar de mirarme.

La Gorda Bulma © (Vegeta Y Bulma)(En Edición)TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora