❝And I go back to black.❞

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Lauren suponía que su efímera relación con Camila llegaría a un final luego de que entregaran el trabajo en el que se les pedía que cooperaran, pero tras el esperado día, nada cambió. Seguía llevándola a su casa para que durmiera a salvo, seguían viéndose, y seguía siendo ese sostén emocional que a Camila le hacía falta cuando Dinah no podía estar allí para ella. Con la rubia también había desarrollado un buen vínculo, aunque no fuera tan fuerte cómo el que tenía con sus amigas. Ally y Normani seguían algo molestas por ser la "segunda opción" de Lauren, pero sus celos ya no eran tan evidentes. 

Con el avance de las semanas, sus sentimientos hacia Camila se volvían más y más confusos. Tras lo hablado en el baño, no habían vuelto ni a rozar sus labios. No por que ella no quisiera, sino por que la contraria era quién se negaba a volver aquello más complicado de lo que era. Había tratado de provocar que un momento así sucediera, pero pese que la latina comprendiera con facilidad a dónde quería llegar, no le seguía el juego. A su vez, Camila estaba volviendo a verse con Shawn, para continuar con esa relación de tapadera que llevaba con él para evitar que saliera a la luz la verdad sobre su sexualidad. No habían vuelto de forma oficial, pero se veían, y más seguido de lo que a Lauren le gustaría. Sería cuestión de tiempo para que retomaran ese romance tóxico que los perjudicaba a ambos en igual medida. 

Quería evitarlo, pero era consciente de que sus sentimientos interferían en el tipo de relación que la castaña quería llevar con ella. No estaba en busca de nada serio, y lo que sentía por ella no era correspondido. Lauren tampoco quería nada en concreto con ella, pero... No podía negar que ella le parecía bonita, y cada vez que tenía la oportunidad de descubrir su lado romántico, le gustaba más. 

Le dolía ser la única que se viera confundida por la situación. 

Esa noche, había ido a casa de los Jauregui a escondidas, cómo siempre, para cambiarse y dirigirse a casa de Shawn. Algo en ella le decía que impidiera que eso sucediera. No quería que volvieran a lo mismo, y le hiciera más daño del que ella ya recibía de por si, de parte de Alejandro. 

  — Laur. ¿Puedo darme una ducha? — La voz de Camila la sacó de sus pensamientos. Para que pudiera utilizar la ducha sin generar sospechas, debía colarse luego de que Lauren entraba al baño, para que pareciera que esta última era quién se estaba duchando. En caso de que su madre preguntara, era la mayor quién respondía. Todo estaba fríamente calculado. En algunas de estas ocasiones, tenía la chance de verla mientras se secaba, y revisar que tal iban sanando las marcas en su espalda. Desde la última vez, había prestado especial atención al cuello, la espalda y el pecho de Camila, ya que eran los más afectados. Su aspecto ya había mejorado, por suerte. 

No le dio una respuesta, pensando más en cómo interferir en sus planes, que en contribuir a que se arreglara para ir a casa del bizco. 

— Tierra a Lauren. — Se sentó a su lado en la cama, dándole un suave empujón para que le hiciera caso. — ¿Puedo o no? —

La aludida bajó la cabeza momentáneamente, pensando en cómo soltar lo que pasaba por su mente. Decidió ser directa. 

— ¿Para qué vas a ir con él? —  Cuestionó, con un deje de tristeza en su voz. — Después de la última vez, se supone que no volverían. — 

— En teoría, no volvimos. — Se defendió. — Sólo estoy haciendo con él lo que hacía contigo. — 

— ¿Y por qué conmigo no lo haces ya? — 

Se observaron por unos segundos. Camila esperaba que su mirada lo dijera todo. 

— Tú ya sabes por qué. No te pongas fastidiosa con eso otra vez, por favor. — Lauren sabía bien a que se refería. — Sólo dime si puedo usar el baño o no. No quiero bañarme en su casa. — 

She keeps me Warm ;; CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora