Ya eran las nueve. Las horas seguían pasando, y ahora era Lauren quién no había ni comenzado a vestirse. Estaba en los planes de Camila salir a las once, con Dinah. Ella ya estaba arreglada, dándose los últimos retoques con el maquillaje de la mayor de los Jauregui. Sin embargo, la susodicha no tenía demasiadas ganas de salir.
Le motivaba el hecho de que fuese con Camila, pues ella podría guiarla en esa experiencia que le resultaría completamente nueva, ya que jamás había asistido a eventos así. Sin embargo, por otro lado, tenía el presentimiento de que sus dos acompañantes se divertirían mientras que ella se quedaba jugando al Temple Run. No sabía bailar, y sin Ally o Normani para conversar si no tenía nada que hacer, era hasta probable que se quedara dormida en algún sitio pequeño a la espera de que pudiese regresar a casa.
— ¡Vamos, Lauren! — Apresuró, sin muchos resultados.
— Me siento un poco enferma... Quizás debería quedarme a esperar a que mis papás vuelvan. — Se excusó, frotándose la frente. — ¿Y si vas tú, y yo te abro la puerta cuando llegues?
— Me dijiste que vendrías. — Insistió, tomando sus manos y tirando de ellas con suavidad, en un intento de ponerla de pie. — Será sólo esta vez, Laur. Además, sabes que si no te gusta, podemos irnos.
— Digo muchas cosas. — Se levantó, perezosa.
— Vamos. — La sacudió un poco. — ¡Tienes que venir! No volveré a salir por meses enteros.
Lauren resopló, pasándose una mano por el cabello. — No sé ni que ponerme.
— Yo te ayudo. — Volvió a tomarla de la mano, guiándola hacia el armario. — Podemos buscar algo entre todas tus... cosas. — Revolvió entre las ropas de Lauren, que le parecían demasiado sosas y carentes de estilo. — Aquí tienes un vestido, mira.
— No lo uso hace mucho.
— Pues es el momento. Póntelo, vamos.
Se cambio con rapidez, ya que hacía frío, y no quería pasearse en ropa interior por una sala sin estufa. Aún estaba descalza, despeinada y más dormida que despierta, pero ahora tenía puesto un vestido. Claramente era un avance.
— ¿Quieres que te maquille?
— No quiero maquillarme... Creo que sólo me arreglaré el cabello, y ya.
— Que aburrida eres. Pero bien.
Camila se encargó de supervisar la transformación de Lauren estándar a Lauren versión fiesta. Se planchó el cabello, buscó zapatos bonitos, y parecía una persona nueva. Lo único que le hacía falta para verse perfecta, era una sonrisa. Por más que no quisiera, se tuvo que dejar tomar una fotografía. Camila no se detendría hasta conseguirlo.
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She keeps me Warm ;; CAMREN
Fanfiction"Lauren estaba dándole vida, y Camila estaba dándole, a cambio, la emoción de la que carecía su existencia. Eran cómo el ying y el yang. El sol y la luna." triggerwarning;; TEMAS FUERTES.