❝Unexpected.❞

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(puede que este capítulo sea bastante improvisado, pero quería hacerles algo bien tiernis por haber entrado al ranking, y como allysus es un amor, tenía que darle un poco de protagonismo <333 

hasta les tengo un juego. pueden tomar un shot con clorex cada vez que ally hable sobre la religión en este capítulo. 

*c queda sin lectores* )


Las sábanas de Lauren se habían sentido especialmente cálidas esa noche. Sentía que algo había cambiado entre ellas dos, que el ambiente en el que se encontraban era muy distinto al que podría percibir días atrás. Y, a su vez, era distinto al que sentía al despertar junto a Shawn. No se podía comparar en absoluto el estar en compañía de alguien que estaba interesado en ella sólo por las noches de parranda que podían compartir, que estar con una persona que era mucho más íntima con su mente que con su cuerpo. Eso no hacía que Lauren dejara de ser una mujer, y si llegaba a salir a la luz que existía más que una amistad entre ellas, posiblemente sería su ruina. 

Ese no era el mayor problema, pero prefería pensar en eso antes de preocuparse por el resto de aspectos negativos que tenían lugar en su muy jodida existencia. 

No quería regresar a su propia casa en un buen tiempo, sin importar que sabía que tendría que hacerlo tarde o temprano. Cada vez que estaba en casa de ella, parecía que estaba en una burbuja. Su padre, su futuro, sus estudios, y demás monstruos, no podían acercarse a ella al encontrarse en esa habitación. Desearía quedarse allí por siempre.

El movimiento de Lauren llamó su atención, y la vio darse la vuelta. Estaba comprobando si Camila ya había despertado, y el contacto entre sus ojos le dio la certeza de que estaba tan despierta cómo ella. 

— Hola. — Saludó la mayor, acabando de voltear para quedar de frente a Camila. 

— Hola. — Respondió ésta, dedicándole una sonrisa. 

— Ally vendrá en un rato. ¿Quieres bajar a saludarla? 

— ¿Que vendrá a hacer Ally aquí? —  Hasta dónde sabía, Lauren y sus amigas estaban peleadas, por lo que no tendría mucho sentido que la rubia fuera a visitarla. — ¿La negra viene también?

— No, sólo Ally. Su padre habló con ella sobre lo tuyo, y quería decirte algo. 

— ¿No qué habías comprado su silencio? Ella no tendría que saberlo. 

— Es su hija, Camila. Es obvio que lo sabría. — El contacto entre Ally y su padre era mucho, y hablaban de todo. Se lo tendría que contar en algún momento. — Pero no saldrá de esa familia, descuida. 

— ¿Y que me vendrá a decir? — Enarcó una ceja. 

— No sé, no me lo dijo. Pero estará aquí pronto, y seguro le encantaría que pudieras ir a platicar con ella un ratito. 

— Está bien... Lo intentaré. 

La menor de los Hernández podría llegar  a ser un poco aburrida cuando daba sermones, pero cuando lo hacía, siempre decía verdades, aunque costara oírlas. Esa mujer no sabía mentir, y era honesta por encima de todo, sin importar las circunstancias. 

— No será tan malo. — Fue ella quién sonrió esa vez, para luego estirarse un poco, y abandonar la cama. — Mani no debe haberle hablado maravillas de ti, pero seguro le caes bien, y está preocupada por tu salud. 

Camila la siguió, estirando sus brazos para desperezarse, después de haberse levantado. — ¿Me prestas tu cepillo?

— Sí, tómalo. 

She keeps me Warm ;; CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora