She keeps me Warm ;; CAMREN

❝Mother knows best.❞

 El odio se acumulaba en el interior de Camila, mediante más pensaba en Normani. Tras el castigo, en el cual todas permanecieron silenciosas, observándose unas a otras, finalmente eran libres. Ally quería ir con ellas, pero Lauren y Camila tenían algo pendiente que hacer, y le pidieron que acompañara a Dinah a su casa para revisarse la zona que el golpe de la morena había afectado.

Lauren le dirigió una última mirada a quién solía ser su mejor amiga, antes de que esta saliera de allí. Aún tenía pendiente arreglar las cosas con ella, por que sabía que no era demasiado tarde para hacerlo, pero no era el momento indicado. Normani estaba furiosa, y en ese estado, sería imposible llegar a un acuerdo con ella. No había nada más que hacer al respecto, por lo pronto. 

— ¿Tu mamá no te dijo lo que quería? — Interrogó, para romper el hielo. El camino de regreso a su casa estaba siendo muy silencioso. 

— No. — Respondió, seca. — Mi padre debe querer que vuelva, y por eso le pide que hable conmigo.

— ¿Él sabe que estás...?

— Mamá ya debe haberle dicho. 

Temía la reacción que pudiera tener Alejandro ante la noticia, y por eso intentaría quedarse cerca. Haría todo lo que fuese necesario para proteger a Camila, pese a no tener fuerza alguna para hacerle frente a su padre. Confiaba en que hallaría la manera de resolver los problemas que pudieran surgir.

— Bueno, pase lo que pase, estaré para ayudarte. — Aseguró.

— Gracias, Lauren... — Esbozó una pequeña sonrisa, encontrando sus ojos con los suyos. 

Ella le devolvió la sonrisa, rodeándola con su brazo para atraerla hacia ella, formando una especie de abrazo. — Estarás bien. — Depositó un beso en su cabello, aunque Camila pudiera ser algo reacia a tanto cariño. Ésta se dejó, sin embargo. Era lo que necesitaba en esos instantes. 

El sonido del teléfono de Camila llamó su atención. Era Shawn.

— ¿No le devolverás la llamada? 

— No sé. Después de todo lo que le dijeron las chicas, debe estar queriendo una explicación, pero no quiero hablar con él ya.

— Era cómo tu novio hasta hace unas semanas...

— Las cosas cambiaron.

— ¿Ya no andarás con él? — Alzó las cejas, sorprendida. Camila y Shawn siempre regresaban, por más que dijeran que ya no lo harían, pero esa vez ella se oía mucho más convencida de que lo suyo había acabado.

— Lo dudo. Él va a querer salir de fiesta, y eso es algo que yo ya no podré hacer dentro de unos meses. — Hizo una breve pausa, para dejar escapar un suspiro. Estaba empezando a aceptar lo que sería su realidad en un futuro. — Además, ¿Recuerdas por qué estaba con él? 

— Por que te hacía feliz estar con alguien. 

— Y ahora me hace más feliz estar contigo. 

Esta vez, le dio un abrazo completo. La rodeó con los dos brazos, y ella hizo lo mismo. Estaba consiguiendo ayudar a Camila, aunque fuera en ese aspecto, y eso la alegraba mucho. Shawn era sólo otro punto de dolor en la vida de la cubana, y al parecer, había conseguido sacarlo de la ecuación. 

Ojalá pudiera hacer lo mismo con sus padres. 

Al llegar a casa de los Cabello, fue Camila quién se acercó a golpear la puerta. Lauren esperó a su lado, cómo si estuviera protegiéndola de una amenaza invisible. No se movió ni un centímetro, hasta ver que fue su madre quién las recibió.