Capítulo 6

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La alarma del móvil de Axel volvió a sonar y esta tomó el aparato de mala gana y le quitó la batería para que la dejase en paz. No quería levantarse, no quería ir a trabajar, no quería dejar su casa que era su único refugio en ese instante. Además, no había podido dormir en todo el día debido a las pesadillas, así que estaba completamente irritada. Y eso sin contar las innumerables llamadas de amigos, familiares de Josh, preguntando porque cancelaban el matrimonio que se debía realizar en tres semanas.

- ¿Dónde está ese idiota? –había preguntado Perrie, la hermana de Josh –. No lo puedo creer... Axel, lo siento tanto, me siento tan avergonzada por su comportamiento y Amanda... Jamás creí que ella fuese a actuar de esa forma tampoco.

- ¿Acaso tú los obligaste a acostarse juntos? Tú no tienes nada por lo cual te debas sentir avergonzada –respondió ella, medio dormida.

- Mamá aun no le ha dicho nada a papá, teme por su salud. Estamos esperando el momento adecuado para hacerlo, ¿lo comprendes?

Claro que comprendía, pero no le parecía justo tener a Joseph en la ignorancia de los hechos y dejarlo hacerse más ilusiones, pero eso era algo que ya no le correspondía a ella decidir, era obligación de Josh, pero aun así no dejaba de preocuparse.

- Perrie, debo dormir porque vengo saliendo del trabajo y no sé ni que estoy diciendo. Hablamos luego.

Después de esa charla con la melliza de su ex, se durmió, solo para agregar a sus pesadillas a Dominic Bryce.

¿Cómo podía ser posible que Dominic Bryce tuviera el poder de acabar con su paz en cuestión de segundos? Él simplemente había llegado a invadir el único lugar en el que sentía que valía la pena pasar su tiempo y por un instante la hizo pensar en pedir unos días de baja solo para no verlo, al menos por el tiempo que Richard estuviese internado. Pero ella no tenía que irse, ella no estaba haciendo nada malo, en todo caso el que debía irse y evitarla a toda costa sería él y su estúpida novia.

Su novia. Elsa, esa bruja desgraciada se había quedado con él después de todo.

Suspiró con frustración y ahogó un grito con la almohada.

- Más le vale a ese par no estar en mi santuario ahora que llegue -refunfuñó, hablando consigo misma-. ¿Quiénes se creen para atormentarme de esta forma? Par de idiotas que se merecen el uno al otro.

Se levantó de la cama y buscó algo para comer en el refrigerador y maldijo en voz alta el nombre de Josh, al ver que lo único que había en el lugar era un cartón de leche y para colmos había caducado. Él era el que se encargaba de hacer las compras de la casa para evitar que ella comprara dulce y grasas en exceso.

Salió de su casa aún con su ropa de dormir y el cabello medio suelto y enredado, importándole muy poco si se veía bien o mal, estaba muriéndose de hambre y la tienda de conveniencia no quedaba muy lejos de su edificio de apartamentos.

A mitad de camino se arrepintió de no haberse puesto algo que la cubriese mejor ya que estaban empezando a caer los primeros indicios de nieve de la temporada y hacía demasiado frío, eso sin contar el viento que azotaba con violencia por todos lados. Hasta el cabello se lo había metido en la boca.

Corrió hasta llegar a la tienda y cuando ingresó al local, Steven, el dependiente de medio tiempo que le coqueteaba a Bella cuando llegaba la saludó con un efusivo movimiento de mano y pasó por alto su espantoso semblante.

Tenía unas ojeras enormes y un humor de los mil demonios debido al cansancio por la falta de sueño.

Buscó lo esencial para subsistir lo que restaba de esa semana y cuando se dirigía al pasillo de aseo femenino escuchó una voz que la hizo perder la poca paciencia que le quedaba.

Regresa a mi Lado✔ (Parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora