- Necesitamos hablar.
Axel reaccionó de inmediato a la voz femenina que había hablado a su espalda y la poca paciencia que quedaba en ella se esfumó.
Había tenido una noche demasiado abrumadora debido a la gran cantidad de personas que habían ingresado a emergencias debido al choque de dos autobuses, el personal no estaba dando a vastos y tenía que dividirse en cinco para poder hacer bien su trabajo y ahora que estaba en su merecido descanso, luego de que la situación fuese controlada gracias a otros centros médicos, esa detestable mujer se atrevía a interrumpir su paz.
Tomó su móvil de la mesa en la que había ido a pasar el rato y se levantó de la silla, dispuesta a no darle la oportunidad de que se volviera a dirigir hacia ella de la forma tan altanera que lo estaba haciendo.
Elsa, la diosa de cabello platino se interpuso en su camino y se cruzó de brazos, notablemente irritada por la poca colaboración de ella.
- Te dije que necesitamos hablar.
Axel suspiró con frustración y se mordió el labio inferior con demasiada fuerza. Necesitaba estar calmada, ese no era el lugar adecuado para plantar un espectáculo.
- ¿Qué quieres? –evitó alzar la voz, para de esa forma no atraer la atención de nadie. Lo que menos quería eran más chismes de ella por los pasillos.
- Veo que no estás nada mal aquí. Incluso te vas a casar, felicidades –la risa burlona de esa mujer le provocó nauseas.
- ¿Qué quieres? –volvió a preguntar. No creía para nada eso de que solo se había acercado a ella para felicitarla.
- Esta ciudad horrible, esta pobre gentuza, tus patéticos amigos, aquí es donde realmente pertenecías. Solo quería recordarte cual era tu lugar en esta historia.
Axel masajeó su cuello con ambas manos y le pidió paciencia al de arriba. Esa mujer era increíble, ya tenía lo que deseaba y no parecía conforme con ello. ¿Aún se sentía intimidada por ella luego de tantos años y de todo el daño que le causó? ¿Acaso creía que siquiera tenía pensado acercase a Dominic así fuese para preguntarle la hora?
- Hasta aquí llegué con tu ridiculez... Adiós, bonita. –pasó al lado de la mujer y la dejó plantada en medio de la cafetería, justo de la misma manera en la que había dejado plantado en media calle días atrás al imbécil de su novio.
Habían pasado cinco días desde que ella y Dominic se volvieron a dirigir la palabra y desde ese día él no había intentado establecer algún tipo de acercamiento con ella y Axel, realmente lo agradecía. Aunque no quisiera aceptarlo, ese hombre continuaba afectando -no de manera positiva- su vida, cada vez que su nombre se repetía en su cabeza sentía como se abría la herida en su corazón que creyó había sanado finalmente.
Cuando no lo encontraba en la habitación de Richard o Christina, se lo encontraba en el área de rehabilitación, vagando por los pasillos del hospital, como un condenado fantasma, a veces solo y otras en compañía de su madre o la bruja esa. Richard, quien iba cada día mejor en su recuperación, no paraba de preguntarle acerca de la cancelación de la boda y Axel tuvo que contarle lo ocurrido. El hombre se molestó muchísimo ya que había creído que con Josh al fin ella podría rehacer su vida, pero lo maldecía por haberse equivocado.
- Ese idiota me va a escuchar -Intentó levantarse de la camilla, luego de que Axel le contara lo que había ocurrido el día que descubrió la infidelidad.
- Deja de moverte, Richard -lo regañó la joven, quien sentía un gran alivio al ver la mejoría que estaba mostrando su amigo.
- ¿Y por qué aun conservas ese anillo en tu dedo? ¡Fue lo primero que debiste tirar! -fue su siguiente pregunta.
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Regresa a mi Lado✔ (Parte II)
RomanceSegunda parte de "Quédate a mi Lado" Axel y Dominic, luego de seis años y de continuar sus vidas por separado, ambos tiene planes muy distintos. Pero un acontecimiento inesperado hizo que ambos se reencontraran y los sentimientos que creían exti...