Dominic necesitaba dormir, pero no podía ya que no dejaba de pensar en Axel desde la mañana -en realidad desde que la volvió a ver después de todo ese tiempo-, sabía que ella había continuado su vida al igual que él lo había hecho, pero saber que se iba a casar fue demasiado para él y verla abrazar con mucho cariño a ese hombre en el estacionamiento del hospital le caló en lo más profundo y no comprendía porqué.
Sabía que no merecía que él estuviera gastando su tiempo y energías pensando en ella y en lo que hacía, pero él no podía gobernar sobre su mente en ese momento y solo deseaba irse de ese lugar, a pesar de que encontraba a si mismo buscando motivo tras motivo para no hacerlo.
Richard no había aceptado recibir la terapia física en el hospital en el que Dominic le había dicho, el muy obstinado quería quedarse en ese lugar y él sabía a qué se debía eso y Christina, lejos de ayudar a la causa, se puso de parte de su novio.
- Dom, nos quedaremos -le había dicho su cuñada-. Si quieres irte, de acuerdo, no hay nada que te obligue a quedarte, pero la boda de nuestra amiga es en dos semanas y la verdad no sería bueno para Richard estar de un lugar a otro en este instante.
En eso coincidía con ella, pero saber que faltaba tan poco para que Axel se casara le hizo sentir una agonía inexplicable, a tal punto que le costaba respirar y Elsa estaba empezando a notarlo. Justo esa mañana, luego de ver a Axel marcharse del hospital en su auto, con el que debía ser su prometido, Elsa notó algo extraño en él.
- Dime la verdad, Dominic. ¿Qué está ocurriendo contigo? No eres el mismo desde que estamos en este lugar. ¿Esa mujer te sigue afectando? ¿Todavía sientes algo por ella?
Dominic no pudo responder a ninguna de sus preguntas porque realmente no tenía ni idea de que era lo que estaba sintiendo exactamente. Quería a Elsa, ella había vuelto a ser todo lo que había sido en el pasado, era nuevamente la mujer de la que él se había enamorado perdidamente tantos años atrás, pero el ver a Axel, la mujer que creyó era el amor de su vida y con la que solo por un par de meses fue inmensamente feliz, le hacía dudar de todo lo que creía hasta entonces.
- Ya basta Dominic, eres un hombre lo suficientemente grande como para estar en estás estupideces -se regañó a sí mismo. Se levantó de la cama y vio a su móvil, eran las once de la noche y él estaba sin poder pegar un solo ojo.
Se dirigió hasta la cocina y sacó la botella de vino que tenía descorchada en la nevera.
- Axelle Rose Alwood, definitivamente eres mi maldición -murmuró luego de su quinta copa-. Te vas a casar y vas a ser feliz, ¿y yo qué tengo? Me dejaste sin nada.
Escuchó la puerta de la habitación abrirse y supuso que debía ser Elsa. Esta lo observó con detenimiento desde la puerta de la entrada y negó con la cabeza.
- Hola, linda -le saludó él. Estaba algo ebrio y lo notaba por la forma en la que arrastraba las palabras y su cuerpo estaba relajado.
- Hola -Elsa respondió al saludo. Se acercó hasta donde él estaba y se sirvió una copa con lo último que quedaba del vino-. ¿Qué estamos celebrando?
- Que ya dieron de alta a Christina. Que Richard es un terco, imbécil -Dom alzó la copa y brindó con la mujer.
Elsa permaneció en silencio por varios segundos, pero no le apartó la mirada de encima. Parecía dudosa, pero se fue relajando poco a poco.
- Debo regresar mañana a casa, el trabajo me llama -le informó, luego de beberse todo el contenido de la copa de un solo trago-. ¿Irás más tarde al hospital?
Dom asintió con la cabeza y Elsa resopló con frustración. Sabía a qué se debía eso, pero Dom no quería abarcar el tema, aunque sabía que era inevitable.
ESTÁS LEYENDO
Regresa a mi Lado✔ (Parte II)
RomanceSegunda parte de "Quédate a mi Lado" Axel y Dominic, luego de seis años y de continuar sus vidas por separado, ambos tiene planes muy distintos. Pero un acontecimiento inesperado hizo que ambos se reencontraran y los sentimientos que creían exti...