Capítulo 30

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Axel volteó a ver en todas direcciones de esa habitación para ver dónde se encontraban las cámaras escondidas, pero no vio nada, así que dirigió su mirada hacía el hombre que se encontraba arrodillado al pie de la cama. Se veía terrible, su apariencia no era la misma que ella reconocía, parecía derrotado y eso la hizo enfadar, lejos de conmoverla. No sabía si era el agotamiento físico, el hecho de que había estado demasiado emocional antes de caer inconsciente o la pesadilla que había tenido minutos atrás y de la cual él la había hecho regresar a la realidad, pero no pudo evitar soltar una risa, pero no una risa alegre ni mucho menos, sino más bien una risa llena de ironía.

No pretendía burlarse de él y su manera de pedir perdón, pero se le hacía muy poco al estilo que Dominic Bryce solía tener. Él levantó la cabeza cuando escucho la risa y la observó, lleno de pánico en la mirada.

Si antes Axel, había tenido dudas de que Dominic ya estaba enterado de toda la verdad, ahora, al verlo arrodillado junto a ella, no le quedaba duda alguna de que ya sabía absolutamente todo. Entonces, ¿por qué no sentía alivio alguno? Tal vez por qué por mucho tiempo esperó y deseó que él llegara hasta ella, con esas mismas palabras sin necesidad de que nadie le convenciera de que ella había sido inocente de lo que se le acusaba, pero tampoco desvalorizaba lo que estaba haciendo, así que cuando lo vio, observarla con el ceño fruncido, ella recompuso la compostura.

- Dominic Bryce... En verdad, después de todos estos años, esperaba una disculpa más elaborada – no entendía porque sonreía como idiota, tampoco porque el corazón se le aceleraba más de lo debido ante su presencia y porque las palmas de las manos le sudaban ante su contacto cálido.

Dominic, lejos de molestarse por sus palabras, sonrió, aliviando el ambiente de tensión que había invadido la habitación de los tres hermanos Bryce.

- Axelle Rose Alwood, te debo muchísimo más que una simple disculpa, eso lo tengo presente, pero quise empezar por decirlo con palabras – ninguno de los dos rompió el contacto que tenía con las manos, era muy agradable –. Axel, no quiero ser ególatra, pero sé que aun permanezco en tus pensamientos, al igual que tú en los míos.

No pensaba admitir eso, aunque fuese cierto. Se quedaba pendiente de él, se perdía en cada palabra que decía, cuando escuchaba su nombre era como si un nuevo caos dentro de ella naciera, pero no, no lo admitiría.

- Si, estás siendo ególatra – sus miradas estaban clavada una en la otra y en ambas se reflejaba un miedo inexplicable –. No creas que por qué has abierto los ojos, luego de todo este tiempo, yo sigo siendo la misma persona.

Dominic se levantó del suelo y se sentó en la cama, junto a ella, su cercanía le hacía temblar y no era de miedo precisamente.

- Lo sé, ya no eres la misma, pero yo tampoco y voy a probártelo, solo dame la oportunidad de hacerlo.

Axel estaba segura a un mil por ciento de que Vivian Bryce, había hablado con su hijo de la misma forma en la que habló con ella y no sabía que decir, que hacer, una respuesta con sarcasmo o la ironía no servía en ese caso. Estaba hablando de una oportunidad de intentar algo, juntos. Pero estaba asustada, ya antes había estado en esa posición, con los mismos sentimientos, las mismas palabras de esperanza y todo se había ido al carajo y realmente temía que en esta ocasión ocurriera lo mismo. Ya se estaba imaginando a sí misma, llorando en su habitación, sin saber qué rumbo tomaría su vida, pero recordó que su vida se encontraba justo en ese punto, en la deriva.

"Si nunca lo intentas, nunca lo sabrás"

Malditas palabras que seguían en su cabeza y la confundían aún más. Si quería ganar, debía arriesgar. Pero, ¿estaba dispuesta a perderlo todo nuevamente si no resultaba?

Regresa a mi Lado✔ (Parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora