23. Manada

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Los chillidos y gritos desalmados de Jessica resonaban en la tranquilidad de la noche. Apoyados en la puerta de la cabaña, Klork y Madison centraban su mirada en un punto fijo, inmersos en sus pensamientos y en su dolor. 

Los minutos pasaban y Jessica no salía del interior de la cabaña, llorando con rabia sobre el cadáver de Mike. Fue entonces cuando Madison decidió entrar, debían seguir su rumbo hacia la costa si querían volver algún día a casa.

- Vamos Jess, debemos irnos. No me hago una idea de lo duro que será para ti, pero Mike querría que siguieramos nuestro camino para ponernos a salvo.

Jessica levanto la mirada y observó a Madison directamente a los ojos. Sus párpados estaban rojos debido al llanto y sus ojos estaban cubiertos por finas venas rojas.

- Un minuto, solo necesito un minuto.- Dijo Jessica secándose las lágrimas con una de sus mangas.

Madison asintió a la vez que dedicaba una cálida sonrisa a su amiga. Comprendía que había sido un golpe durisimo para ella y entendía que fuera difícil desprenderse de Mike.

Una vez Madison cerró la puerta de nuevo a sus espaldas, Jessica se apoyó de nuevo sobre el pecho de Mike y comenzó a hablar:

- ¿Recuerdas nuestro primer revolcón? Yo la recuerdo como si fuera ayer.- una pequeña sonrisa apareció entre los   agrietados labios de Jessica.- Yo era nueva en el instituto y no conocía a nadie. Me senté en mi nueva aula y me tocó de compañera a Madison. Las primeras semanas fueron horribles. Nos llevabamos a matar. No había día que no discutieramos o que no nos insultaramos. Pero con el paso del tiempo nuestras diferencias quedaron a un lado y comenzamos a ver el lado positivo cada una de la otra. Empezamos a caernos bien y a discutir menos y se convirtió en mi primera amiga de la universidad . Ella me presento al grupo, fue mi puerta hacia vosotros.- Jessica acariciaba la fría cara de Mike con suavidad mientras hablaba.- Un día me dijo que estaba enamorada de Matt, y quedé sorprendida, creo que soy la única a la que se lo confeso, aunque todos nos dieramos cuenta. Me invito a ir con ella a ver jugar al equipo de rugby de la academia ,donde jugaba Matt, y acepte... fue allí cuando te vi, cuando te quitaste el casco al acabar el partido, supe que tenías que ser mío. Madison me dijo que eras amigo de los chicos del grupo y que no solias estar mucho por la universidad porque andabas liado con la academia militar, y la convencí para que me diera tu teléfono. Te observe durante meses esperando una mirada por tu parte, soñando con tenerte en mi cama... hasta que decidí colarme en vuestros vestuarios y ya sabes lo que pasó. Fuiste mi primer amor, perdí la virginidad contigo, te convertiste en mi príncipe azul de quinceañera, todo lo que hacía giraba en torno a ti. Fueron dos años geniales, los más felices de mi vida sin duda.- las lágrimas volvieron a recorrer el rostro de Jessica y comenzó a hablar entrecortada por el llanto- Me pusiste el mundo a mis pies, cada vez que te tenía a mi lado se detenía el resto del mundo. Todos los rollos de internados, expulsiones de colegios y de discusiones con mis padres acabaron, gracias solamente a ti... era la chica más afortunada del mundo. Hasta que te fuiste. Me dejaste para centrarte en tu carrera... no querías una viuda que llorará tu posible muerte en combate... y aquí me tienes.- Jessica abrazaba con fuerza a Mike.- Mi cuento de hadas se desmoronó y toda la oscuridad volvió de nuevo. Me culpaba a mi misma de lo ocurrido, quizás no era suficiente buena, no era lo suficientemente guapa o sexy para ti... me culpe durante años de nuestra separación... y busque la aprobación en otros chicos por inseguridad en mi misma. Me acostaba con el primero que veía por el simple e imbécil hecho de sentirme deseada, por sentirme querida. Pero en nadie encontraba lo que tu me dabas, eran simples polvos sin sentimiento. Uno detrás de otro, como pañuelos de usar y tirar, intentando frenar mi inseguridad. Hace cinco años desde que me dejaste y no he dejado de pensar ni un solo día en ti, en lo que podríamos estar construyendo en estos momentos juntos. Siempre fui borde contigo para tratar de hacerte ver que no me importabas una mierda y que me caias como el culo, engañandome a mi misma. No puedo odiarte, solo puedo quererte. Siempre estaras en mi corazon, Mike. Siempre te querré. Siempre serás mi primer y único amor verdadero.

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