33. Horizonte

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"- No tengo idea de que voy a decir.

- Simplemente se tú misma. Eso será suficiente para gustarles.

- Eso espero cielo, la verdad es que estoy bastante nerviosa.- dijo Katie apoyando su cabeza en el hombro de Robb.

- No tienes por qué estarlo. Les caerás bien, lo sé.

Robb y Katie viajaban en los asientos traseros de una enorme limusina, conducida por el chófer oficial de Kenneth Brody.

- ¿Cómo son? Apenas me has hablado de ellos.

- Bueno... mi padre es un hombre difícil. Es complicado que entre en confianza con desconocidos, pero una vez entras en su zona de amistad es alguien con quien te puedes divertir. Tiene un gran corazón.

- ¿Y que hay de Matt?- preguntó Katie mirando directamente a Robb a los ojos.- Me muero de ganas por conocer a tu hermano gemelo.

- Bueno en el caso de Matt... es un gran hermano. Tiene mucho genio y eso a veces le lleva malas pasadas, pero en el fondo es un buen tío. No ha llevado bien el accidente... ya sabes.

- Normal. Siento mucho lo que ocurrió cielo, no me hago una idea del infierno por el que pasasteis.

Robb estrechó la mano de Katie con sus dos manos y le dedicó una sonrisa cargada de amor.

- Fue muy duro para todos. Todavía me cuesta pensar que mi madre se fue aquel día. Pero siempre estará en mi corazón. Por suerte, te tengo a ti, para hacer que mis días vayan sobre ruedas.

- Te quiero.- dijo Katie volviendo a recostarse sobre Robb.

En apenas unos minutos, la limusina se detuvo frente a las puertas de la compleja mansión Brody. Poca distancia separaba la facultad de Robb y Katie de ella.

El parking estaba rodeado de inmensa vegetación. Un jardín enorme se encontraba en frente de la enorme fachada.

Tras despedirse del chofer, Robb y Katie salieron del vehículo y comenzaron a andar por el camino de gravilla que conducía a la puerta principal.

- No puedo evitar sentirme tonta por estar nerviosa.- dijo Katie mirando sus zapatos.

- Creo que es el momento de que te conozcan. En breves cumplimos nuestro primer año, ya se puede considerar oficial.- dijo Robb mientras reía.

- Mañana cenaremos con mis padres.- contestó Katie dando un golpecito cariñoso en el costado de Robb.

- Ya discutiremos eso.- agregó Robb riendo.

- ¿Aún no saben que tienes novia?

- Imagino que algo sospecharan. Pero decirles, no les he dicho nada. Hoy es el día.

- ¿Y Matt? ¿Tiene novia?

- No precisamente... suele traer a chicas a casa, pero nada serio. No le gusta el compromiso.

- De verdad, me muero de ganas por ver a tu gemelo. Va a ser raro, muy raro.

- Imagino que sí. Debe ser raro jajaja.

Robb y Katie llegaron a la puerta. Robb apretó el timbre y comenzó a mirar a Katie. Esta se colocaba firme mientras sacudía sus manos enérgicamente.

Tras unos segundos, la enorme puerta comenzó a abrirse lentamente y de detrás de ella apareció la figura de Kenneth Brody.

Había cogido un par de kilos a causa de su minusvalía y estaba postrado en una gran y moderna silla de ruedas, la cual dirigía con una especie de pantalla táctil.

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