25. Mansión

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El sol se alzaba triunfante entre las nubes. La luz de un nuevo día llegaba, dejando atrás la oscuridad y peligro de la oscura noche.

En una de las celdas del coliseo, un cubo de agua fue derramado sobre el rostro de Slayer, que aún seguía desmayado tras la paliza que el mismo se ocasiono.

- Vamos, no tengo todo el puto día.- dijo Matt a Slayer al ver que este comenzaba a mover con lentitud su cabeza.

Poco a poco este empezó a abrir los ojos con dificultad, haciendo que su cabeza le diera mil vueltas a causa de los golpes.

Su nariz estaba destrozada. De ella asomaba un trozo de hueso y sangre seca ocupaba toda su cara.

De igual manera se encontraba su muñeca, partida e inutilizada. Algunas sacerdotisas se habían encargado de vendársela y de colocarle un trozo de madera a modo de entablillado, con tal de que esta curara.

Matt golpeó repetidamente el rostro de Slayer con la palma de su mano y chasqueo el dedo a poca distancia de su cara.

- ¿Qué ha pasado?- preguntó Slayer mirando aturdido al sitio donde se encontraba.

Slayer se encontraba sentado en una silla, en la celda donde anteriormente se encontraba Robb. Su torso y rostro estaban mojados a causa del cubazo de agua que le había dado Matt. Los únicos que estaban allí eran ellos dos.

- Me encantaría que tu me respondieras a esa pregunta.- contestó Matt mirándole fijamente, con rostro serio.- ¡Eras el encargado de la seguridad de las celdas y al acabar la batalla estabas echándote una siesta y todos los presos se han fugado!

- Lo último que recuerdo es escuchar un ruido procedente de las escaleras, y al bajar alguien me golpeo el rostro contra uno de los pilares. Quedé aturdido y intente darle un puñetazo, pero me lo bloqueo y me partió la muñeca. Es lo último de lo que guardo memoria.

- ¿Cómo era?

- No logré distinguir su rostro.

- ¿Un solo hombre te noqueó a ti y mato a seis guardias?- Matt comenzó a dar vueltas en círculos mientras rascaba su barbilla.- Mike... estoy seguro de que los sacó Mike.

- Señor...

Matt se giró hacia Slayer y le miró fijamente.

- ¿Qué?

- Estoy seguro de que fuera quien fuera no lo hizo solo.

- ¿En que te basas para decir eso?

- Cuando caí al suelo, segundos antes de desmayarme, escuche como alguien hablaba. Creo que puedo recordar sus palabras...- dijo Slayer fingiendo estar realizando un gran esfuerzo por hacer memoria.

Matt se acercó a Slayer y se colocó a poca distancia de él. Slayer siguió hablando:

- Joder... ¿qué decía?- se decía Slayer a si mismo- vale, vale, lo tengo.

-¡Vamos!- gritó Matt.

- Estoy seguro de que dijo... "Vamos date prisa, nadie poder verme aquí o matarme."

Matt miró desconcertado a Slayer.

- ¿Era una mujer?- dijo Matt pensando en Hunter.

- No, era voz ronca, de hombre. 

Matt cerró los ojos con rabia:

- ¿Estas seguro de eso?- preguntó Matt señalándole con el dedo índice.

- Completamente.

Matt comenzó a andar en círculos mientras apretaba con fuerza sus puños.

-¡Puto Tres Dedos!¡Traidor de mierda!¡Sabía que no podía fiarme de él!

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