Hola chicos, este la primera historia que me animé a hacer. Shingeki No Kyojin m fascinó, el trama, el misterio, etc. Pero como a muchos también me gusta el romance, algo que este anime carece; por el mismo medio, circunstancias no dejan que se desarrolle algo así. Aún así se nota el amor de Mikasa hacía Eren, y eso me encanta.
Así como ya se imaginaran este finc es un EreMika, si no es de su agrado no lo lean, habrá también alguno que otro spoilers, si no siguen el manga están a tiempo de parar la lectura.
Esta narración me pertenece, pero la historia del anime Shingeky No Kyojin y sus fantásticos personajes no, eso le debemos a Isayama.
El peso de una promesa
Capítulo 1
Ya algún tiempo pasó después de su última sangrienta batalla contra los titanes. Pero aún así todos los sobrevivientes de la tropa de reconocimiento seguían en la busca de esas bestias para confirmar una verdadera paz.
A pesar de muchas pérdidas de compañeros sentían más tranquilidad y hasta felicidad de poder vengar a estos mismos y ver como poco a poco ya estaban aniquilando a todos esos monstruos sobre la tierra para por fin ser realmente LIBRES.
Para Eren y sus compañeros no era distinto y más aún por el cambio de Eren en su estado de ánimo. Esto era notado por todos, en especial por Mikasa la cual casi no se separaba del chico.
A pesar de estar acabando con los titanes aún sentía que debía protegerlo, aún temía, era como si algo le susurrara en el oído de que aún peligraba, se debatía con ese pensamiento, trataba de no caer ese pozo oscuro lleno de incertidumbre y frío, que era porque él no estaba.
Eren sonreía de manera sincera y eso dejaba a muchos perplejos ya que el chico no solía hacerlo a menudo antes, por no decir que casi nunca de esa manera, no desde la pérdida de su mamá.
Esa sonrisa contagiaba a casi toda la tropa incluso al capitán Levi que también lo demostraba con una diminuta sonrisa, mientras a Mikasa se le notaba a leguas lo que la sonrisa del castaño le provocaba y no era exactamente por su sonrisa ya que este no era muy distinta al de Levi, lo que más le delataba además de esa mirada única que le dedicaba solo a él era ese notorio rubor que invadía sus mejillas y orejas. Ella amaba esa sonrisa.
Eren analizaba la razón por el que Mikasa estaba a su lado casi todo el tiempo, creía que al reclutarse sería diferente, pero no fue así. Eso lo molestaba porque en su mente estaba la idea de que lo hacía porque creía deberle algo. Lo pensó de ese modo hasta el momento que ella exclamó que él era su única familia y que él moriría si ella no estaba a su lado.
Saber que no era por deuda fue un alivio, pero lo de que moriría sin ella le mosqueaba. Todos notaban lo pegada que ella era con él, lo mucho que lo cuidaba...Dios!! Sabe que debería sentirse agradecido, realmente lo estaba, pero no podía evitar enfurecerse, más que todo consigo mismo ya que ella era mejor en todo y él por más que se esforzaba no lograba alcanzarla.
Ella lo protegía cuando debería ser él quien lo hiciera, sus compañeros incluso llegaban a burlarse y eso era duro para su gran ego, a pesar de que con el tiempo se acostumbró un poco, aún sentía coraje y a veces se descargaba con ella, no por completo en sí porque sabía que no era lo correcto pero al menos se permitía a sí mismo gritarle:
" NO SOY TU HIJO, NI TU HERMANO PEQUEÑO PARA QUE ME CUIDES!"
Se sentía frustrado, deseaba que ella lo notase, pero al parecer no lo hacía. Caía en cuenta lo mucho que ella hacía por él, pero no se arrepentía de gritarle esas palabras, le molestaba pensar realmente que ella lo mirara así, como un hermano o un hijo.
el ¿por qué? Por que ya era un hombre, capaz de cuidarse por sí mismo y también porque... por algo que no sabía con exactitud aun. Estas confusiones iniciaron cuando escuchó rumores; ¿qué ella lo amaba?, no como familia sino como pareja, eso le sorprendió y alegró aún sin poder responderse el porque... pero tenía dudas respecto de ese rumor.
Todas las acciones de ella, también podrían ser por amor a un hermano, un amor bastante obsesivo si lo analizaba...en fin, casi no se sofocaba con ese asunto por todos los acontecimientos que pasaban a su alrededor: la sangre de sus camaradas, su papá, su mamá, SU MAMÁ.
Solía tener sueños con ella, sueños lindos que solían volverse pesadillas de las que no podía despertar, sintiendo como sus lágrimas bajaban por sus mejillas por la impotencia, por su debilidad. Era una tortura, hasta que sentía que alguien agarraba su mano, y todo se desvanecía y daba paso a una paz. No podía despertar aún, sus sueños sí que eran pesados, seguramente por el cansancio de sus transformaciones, pero esa calidez la conocía. Era Mikasa.
¿Por qué estaría a esas horas donde él? O acaso... ¿era su imaginación? Ya muchas veces tuvo esa sensación, pero no se animaba a preguntarle.
Ahora que parecían estar exterminando por fin a los titanes por completo ya no tenia esas pesadillas, se sentía pleno tanto como para gritar al cielo.
"MAMÁ!!, ESTOY POR CUMPLIR MI PROMESA, FALTA POCO, LO ESTOY LOGRANDO JUNTO CON MIKASA Y ARMIN. MAMÁ."
"COMPAÑEROS...LO HICIMOS"- (recordando a sus compañeros caídos, en especial al escuadrón de Levi, Marco, Thomas, Carolina, Hannes,...)
Y así lo hizo, fue una madrugada en que no podía dormir. Alejado de los demás, en solitario, al menos eso creía al no darse cuenta que Mikasa lo había seguido. La misma que al escucharlo también derramó lágrimas de felicidad. Lágrimas silenciosas.
Faltaba un par de horas para el amanecer. Mikasa no lograba dormir bien, las pesadillas la habían atacado. Cuando eso solía ocurrir lograba llegar a la celda donde dormía Eren. Por sus grandes capacidades nadie la sorprendía en el camino a este, mirarlo dormir era muy reconfortante para ella, lograba olvidar totalmente sus pesadillas con sólo ver el pecho de él subiendo y bajando debido a su respiración.
Observarlo le provocaba tantas ganas de recostarse a su lado, abrazarlo. Un ardor en las mejillas le traían a la realidad.
Movió su cabeza de un lado a otro negando para desechar ese pensamiento que la invadía cada vez que lo observaba dormir. Él ya no sufría pesadillas desde hace algún tiempo, pero ella aún sí.
Notó que ya pronto amanecería, con pesar decidió ir a su habitación a tratar de dormir un poco. Ahora se sentía mucho mejor. Más bien les dieron el día libre a todos, por lo que posiblemente todos se levantarían dentro de un buen rato más.
Miró al castaño antes de salir por la puerta
– Hasta más rato, Eren – con un suspiro salió de ahí.
-Mikasa...- Susurró el castaño entre sueños con una media sonrisa poco después que la azabache dejara la habitación.
El día comenzó con un gran sol y una brisa refrescante.
Eren abrió sus ojos sintiendose muy bien, a pesar de que desde hace días tenía revuelta la cabeza pensando en su relación con Mikasa, sabía que este día libre la pasaría con sus amigos. Quería en especial pasar tiempo con Mikasa para descubrir si ese sentimiento era fraternal o no, y si era mutuo, ya que a pesar de que creía ya tener su respuesta al respecto quería saber el de ella.
No quería imponerla a nada. Posiblemente ella al saber su sentir lo aceptaba sólo para que él no sufra. A estas alturas creía a la azabache poder hacer cualquier cosa para evitarle sufrimiento.
Había también la posibilidad que se alejara si su amor era la de una hermana. O por último si ella lo amaba como una mujer a un hombre, pues...
Ese día estaba dispuesto a descubrirlo.
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El peso de una promesa
FanfictionDespués de tantas caídas de sus compañeros, por fin estaban exterminando a todos los titanes, por fin podía ver más allá de la venganza y el odio, por fin veía a Mikasa...pero para el cumplimiento de su promesa a su mamá aún faltaba algo, y se lo ha...