CAPÍTULO 21

3K 201 28
                                    

Ya llevaban como media hora cabalgando en campos abiertos, no se veía muchos civiles, y los pocos que los volteaban a ver se metían rápidamente con su familia a su respectiva casa con los semblantes temerosos, dedujeron que probablemente se manifestó erróneas deducciones sobre la legión de reconocimiento y el joven titán cambiante, por lo que ante un gesto del capitán Eren se colocó la capucha de manera de no ser tan visible.

Por alguna razón Eren se sentía inquieto, tanto que el camino se le hacía realmente tortuoso, quería llegar de una vez, esto debía acabarse de una buena vez para así poder verla, para…

-Hey! Mocoso… no te distraigas
Miró hacía el capitán donde notó que veía algo al frente, entonces volteó hacía esa dirección y pudo ver a la distancia unas murallas rodeando un castillo, las puertas se hallaban abiertas, lo cual era extraño. ¿No debían ir solo el capitán y el hacía ahí? Fue cuando volteó a sus espaldas y se sorprendió al no ver a nadie.

-Jaeger, los demás se fueron hace un buen rato – replicó seriamente – por cosas como esa debes estar atento, enfócate en la misión.

-Si señor – respondió arrepentido por su distracción, sintiéndose cual niño regañado - al parecer nos están esperando.

-Sí, no creo que esas puertas siempre hayan estado abiertas – la velocidad de su caballo bajo un poco siendo imitado por el del castaño – tsk, algo me dice que no será nada sencillo esta misión.

Ya estando a menos de cuatrocientos metros miraron por todo lado, algo andaba mal.

-¿No se suponía que eran muchos? – preguntó confundido, mientras Levi seguía buscando con la mirada a alguien sobre las murallas, o en alguna torre.

-Sí… o será que nos equivocamos en la ubicación – respondió ya pasando de forma lenta por la gran puerta que daba al patio del castillo, atento a cualquier movimiento – por la falta de gente, y la asquerosidad de este lugar parece estar abandonado desde hace bastante tiempo.

-No creo que nos hayamos equivocado en la ubicación capitán, quizá se hayan trasladado, o la mugre puede ser dejadez de los que habitaban aquí, ya estando acostumbrados a ello – explicó Eren notando que ciertamente le hacía falta una buena limpieza al lugar, pero no era algo exagerado como Levi hacía denotar.

-Sí, olvidaba los cerdos que pueden llegar a ser incluso los de la policía Militar.

Ya estando ambos en medio de ese campo rodeado de murallas y a metros de las graderías que daban al castillo se escuchó el cerrar de las grandes puertas que daban al territorio, Levi no se veía sorprendido a diferencia de Eren.

-Por fin llegaste, mi joven titán, mi joven monstruo.

Un hombre bastante mayor salió del castillo con una sonrisa en el rostro tras su sarcástica bienvenida, parado sobre las graderías con la mirada posada en el capitán, sonriendo aún más.

-Capitán, un verdadero gusto tenerlo aquí, he oído maravillas sobre usted, aunque no haya tenido el placer de verlo en vivo hasta ahora.

-¿Quién es usted? – cuestionó Eren no pudiendo ya con la curiosidad y escalofríos que le ocasionaba esa voz, a pesar de no haber visto esa cara antes.

-Oh, perdonen mi falta de educación - Soy el doctor Mortis

Eren, no había oído ese nombre antes, y tampoco había visto antes a ese tipo de cabellos desalineados, con abundantes canas incluso en la barba de su mentón, pero al voltear y observar el rostro del capitán y ver por uno segundo asombro en sus ojos, supo que él era el único ahí que desconocía al hombre frente a ellos.

-Pasamos buenos ratos – habló con los ojos posados en los verdes de Eren - aún puedo oír tus gritos ahogados cuando el filo de mis cuchillos tocaba tu piel – con una felicidad macabra parecía visualizar esos momentos mientras hablaba – era una verdadera lástima no haber podido ver en tus ojos el dolor antes que desmayaras, los tontos de la policía Militar no me permitían extraerte la venda de ellos.

Eren sentía su propia respiración fuerte golpearle los oídos, las risas que propinaba ese sujeto parecían no parar, o ¿acaso solo era en su cabeza?… debía mantener la calma, agarró con fuerza la cuerda de su caballo a pesar de sentir sus manos sudorosas se obligó a sí mismo a erguirse y no dejarse llevar por sus emociones, el miedo, angustia, enojo, rabia, aunque sus ojos reflejen todo eso, sus acciones no lo harían, no le ganarían esta vez.

-Mantente así Jaeger, no lo dejes provocarte – habló bajo Levi, para luego echar un vistazo alrededor despreocupadamente a la vista de Mortis.

-Y dime doctor Mortis, ¿dónde están los demás?

-Te refieres a los de la policía Militar, ah son unos inútiles, ninguno llega ni a los talones del capitán Ackerman, y por lo que he visto de ningún Ackerman.

¿Qué? ¿de ningún Ackerman? ¿Acaso se estaba refiriendo a Mikasa? – pensó Eren con la angustia apunto de apoderarse de él, retrayéndose ante ese pensamiento y respirando hondo observó al maniático frente a él, pero antes que abriera la boca Levi se le había adelantado. 

-Si los de la policía Militar no están con usted Doctor, entonces…

-No te apresures capitán, en ningún momento dije que no estén aquí.

Tras un chasquido de sus dedos dos hombres civiles salieron cargando a dos chicas de cabello rubio.

Eran Historia y Annie, ambas se hallaban amordazadas, ciegas por la venda sobre sus ojos. A simple vista podía decirse que se hallaban completas, con moretones, en especial Annie, pero para el alivio completas.

-Supongo que habéis venido a buscar un trato.

Levi bajó del caballo dispuesto a hablar, pero le sorprendió ver a ambas muchachas ser despojadas de esos trapos sobre sus ojos, y sus ataduras para luego ser empujadas mediante una patada sobre sus espaldas hacía ellos.

Saliendo de la sorpresa ambos fueron a su encuentro, siendo Annie la primera en llegar hasta Eren, desvaneciéndose antes de tocarlo, pasando de la misma manera con Levi e Historia quién llegó un poco después debido a la patada en su espalda que a diferencia de Annie ella si cayó bruscamente al suelo.

Aún confundidos revisaron superficialmente a ambas muchachas antes de mirar con confusión al doctor.

-Ellas no son de valor para mí – objetó despreocupado

-¿Acaso…

-Leonhard definitivamente dejó de ser un monstruo y creo ya pagó la suficiente capitán – sonriendo hacia notar un anillo en su dedo la cual pertenecía a Annie – y la reina Historia simplemente no entra en mis planes – afirmó - solo te necesito a ti.

Eren sentía su mirada abrumadora en él – Nunca cederé ante ti – exclamó con furia Eren - yo no te ayudaré a subir al poder, yo…

-jajaja…

El doctor soltó largas carcajadas interrumpiendo al castaño

-Crees… - aún jadeaba levemente por su anterior risotada – ¿ustedes creyeron que gobernar es una de mis metas? Jajaja, están equivocados, yo no tengo la misma mentalidad que los inútiles de la policía Militar.

-De todas maneras, aún no hicimos ningún trato que recuerde – habló sereno Levi - y nosotros ya tenemos lo que queremos.

-Jajaja, lo dudo, por si no se han dado cuenta se encuentran encerrados dentro estas murallas.

-Deberías saber que una simple puerta no nos detendrá – objetó Levi ya en su caballo con una pequeña rubia desvanecida en brazos al igual que Eren, dieron la espalda al doctor empezando a dirigirse a las murallas para usar su equipo tridimensional.

-Quizá la puerta no, ¿pero acaso esto tampoco?

Eren al voltear no podía creer lo que veía… conocía esa tela, conocía demasiado bien esa tela roja en esa sucia mano, golpeándole el recuerdo de lo dicho antes por aquel hombre, “por lo que he visto de ningún Ackerman”, entonces Mikasa… no… no por favor…

-Alguien me visitó un poco antes que ustedes – informó con una sonrisa triunfante – Aquí comienza nuestro trato.

*******
Espero les guste este cap.
Para algunos quizá les suene el nombre Mortis que ya en un capítulo anterior mencioné, este nombre lo saque de revistas antiguas, de igual manera siendo un doctor, científico loco.

El próximo cap será más largo, y si quieren pueden pasar por otra de mis historias recientemente publicadas "Todo por una carta". Un abrazo a todos y gracias por leer.


El peso de una promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora