CAPÍTULO 20

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-Es increíble… - expresó Armin cuando su amigo termino de narrar.

Hubo un largo silencio entre los cuatro, la situación era bastante delicada, debían formular una estrategia, ya que todo sugería a que era una trampa, ¿cuál era la finalidad de aquella gente? Si el asunto era por venganza hacía Eren ¿por qué no lo mataron cuándo tuvieron la oportunidad? ¿cuál era su finalidad? ¿acaso deseaban vengarse también de la legión? De seguro era eso.

-¿Qué hacemos Levi? – cuestionó Hanji preocupada.

-Eren debe presentarse allá.

-Pero no lo podemos dejar sólo.

-Claro que no lo haremos idiota, pero está claro que es una trampa para nosotros.

Armin se fijó en su amigo el cual tenía la mirada pérdida en la puerta, sintió mucha pena por él. Era tan extraño que Mikasa hasta ahora no regresara, ¿la habrá sucedido algo? No, no debía ser pesimista, deducir algo así no sería bueno para nadie, menos para Eren en estos momentos.

Eren no quería involucrar a nadie más, pero llegado a este punto no había nada que hacer, ellos no aceptarían dejarlo todo en sus manos y pese a todo se sentía agradecido, agradecido de no tener toda la carga sobre él. El solo recordar el trato que recibió sus días de encierro le traían un gran pánico que no revelaría a nadie, él no quería volver a pasar por lo mismo, y eso lo empujaba a ir lo más rápido posible para allá, puesto que ese tipo le mencionó que Annie también estaba encerrada.

También le informaron de Historia, ella había corrido la misma suerte, “ella se lo buscó por metiche” escupió uno de los hombres que lo vigilaba, “ella gobernará de la forma que nosotros queramos, pronto cederá”

Sin darse cuenta se llevó su mano al cuello, palpando la parte inferior de su nuca haciéndole recordar el dolor que experimentó esos días al despertar luego de haber perdido la conciencia en plena sesiones de tortura, dolor es lo que se grabó en él, en todo su cuerpo, incluso su cuello, y columna que gracias a las grilletas no podía alcanzar para brindar algo de consuelo con su tacto, parecía que tan solo fue ayer de todo eso, donde de no ser por el agotamiento extremo nunca hubiera pegado un ojo en esa celda que pese a las condiciones hubiera sido más fácil dormir para salir un poco de todo pero la aparente mirada de una cabeza decapitada cerca de él no lo dejaba, pasando lo grotesco y perturbador oía voces provenientes de esos labios carentes de vida, pese a salir una que otra mosca de ese sitio las voces era claras y repetitivas; “es tu culpa”. 

Esos tipos buscaban venganza, y lo comprendía, él causó muchas muertes al pelear con Annie dentro el muro, no se satisfarían con haberlo tenido en agonía todo ese tiempo, “sé que volverás, tienes que hacerlo, no tienes de otra, al menos si quieres salvarlas y también a la humanidad… volverás y espero no solo, aquí esperare”, querían también a la legión, y eso no lo podía permitir.

-No te sientas culpable – interrumpió el rubio los pensamientos del castaño – hiciste lo que pudiste con respecto a todo, ahora debemos avisar a los demás.

-Mikasa... – susurró y rememoró todo lo ocurrido con ella hasta su partida, esbozó una triste sonrisa, al menos lejos de él estará a salvo - ¿Sabes algo de ella?

- pues…

El sonido de varios caballos fue percibido por los cuatro, Levi fue el primero en reconocer una voz, era la de Mike ¿Cómo sabían su ubicación exacta? Esa información no la dio a conocer a nadie, sólo los 5 sabían.

-Debió ser Mikasa la que fue a informar. – afirmó Levi, tomando otro sorbo de su té – Ackerman decidió enviarnos apoyo sin esperar órdenes mías antes – sonrió – no sé si deba felicitarla o castigarla cuando la vea.

El peso de una promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora