Eren estaba pasmado, sus ojos mucho más abiertos de lo normal, su boca levemente abierta mostrando temblor en su labio inferior.-Los Ackerman son tan fascinantes – afirmó el hombre degustando la reacción del castaño.
Eren bajo su cabeza tratando de aguantar todo lo que estaba pasando, tratando de no convertirse y destrozar ahora mismo a ese tipo.
-Así que no pienso obtener menos con este trato – reafirmó Mórtis.
Eren bajó del caballo junto a Annie a quien acomodó en el suelo cerca a Levi, antes de ir acercándose paso a paso hacía aquel doctor no pudiendo oír o ver nada que no sea a ese maldito en frente suyo.
-¡Ey! ¡mocoso!, ¿qué crees que estás haciendo?, ¡mierda! vuelve aquí inmediatamente, ¡Jaeguer! – gritó fuerte, pero no parecía surgir ningún efecto en el chico, no debió confiar en el muchacho, no cuando vio esa tela roja, definitivamente no cuando tenía que ver con Ackerman, nunca debió fiarse de ambos jóvenes, definitivamente Ackerman dio un mal paso, una mala decisión, ahora quedaba detener ese tonto que al parecer cometería algo estúpido que puede costar la vida de todos pero con esos tipos rondando detrás suyo y las dos chicas rubias a su cargo, no podía ir tras él, así que optó por su segunda opción.
El estruendo de un disparo se dejó oír, dejando tras de sí el conocido humo verde en el cielo, pero a pesar de esa acción ni Eren ni Mórtis se inmutaron, era como si ambos estuvieran apartados de todos, como si una pared estuviera impidiendo todo lo de su alrededor, o al menos los ojos verdes de Eren no visualizaba, ni captaba nada más que esa mano, esa mano ajena sujetando el inicio de su vínculo con ella, eso que ella siempre portaba con ella.
Hanji y los demás a gran velocidad ya se hallaban en la cima de los muros, extrañados de sólo encontrar unos pocos hombres civiles de los cuales lograron deshacerse con facilidad, vieron la situación, eso no era parte del plan, Eren no debía estar a menos de 50 metros del otro bando, era claro que el chico no había podido mantenerse, estaba claro que a Levi se les fue de las manos, pero al ver esa bufanda en posesión de otro que no fuera Mikasa, entendió, aun así, si Eren llegaba a transformarse la ponía en peligro, debía esperar a tenerla en sus manos antes, pero ya todo quedaba en la decisión de Eren, debían prepararse para improvisar en cuanto suceda.
Ahí parado Eren empuñando ambas manos con tanta fuerza que era notorio el temblar de las mismas, en un segundo ambas rodillas del muchacho tocaron el suelo, siendo sus palmas y su frente las siguientes, dejando escapar un jadeo doloroso de su boca antes de pronunciar con voz desgarrada “POR FAVOR, POR FAVOR...” el aire parecía acabársele con esas palabras ya que antes de continuar tomó una gran bocanada de aire, claramente buscando fuerza en su voz “TE LO SUPLICO…, DÉJALA IR…”
Nadie se esperó lo que el castaño hacía en estos momentos, todos estaban asombrados ante el espectáculo que Jaeger estaba montando, cada cosa que hacía y salía de su boca comenzaba a mover tanto dentro de ellos, llegando a aturdirlos y estremecer con tal panorama, en su mente nunca, nunca se imaginaron a Eren de rodillas suplicando.
-Debo admitir que no esperaba tanto drama viniendo de ti – dijo Mortis que verdaderamente esperaba otra reacción del chico, incluso a sus dos hombres de atrás ya estaba por darles la orden de dispararle dardos para evitar su transformación.
Eren solo podía visualizar el tiempo que paso en manos de ellos, cada maldito minuto, pero ella, ella pasando por lo mismo… era algo que no quería ni imaginar, la culpa le estaba pesando tanto que dolía, debía haber adivinado que ella no le dejaría solo en esto.
-Bueno, creo que ya sabes a quien quiero a cambio… dime, ¿volverás conmigo? ¿me sacarás de este aburrimiento de tu ausencia? Hay aún muchas cosas que quiero comprobar, descubrir.
-Cumpliré todo lo que me digas si no la dañaste – respondió rápidamente elevando la cabeza para ver al hombre, esperanzado de recibir una afirmación.
-En ese caso… - sonrió ampliamente – me alegrará tenerte obediente.
Tras un asentamiento de cabeza de Mortis los hombres detrás suyos ingresaron al castillo para salir tras casi dos minutos que fue una eternidad para Eren quien necesitaba verla con desesperación, casi rozando la angustia a pesar de que le habían confirmado que no había sido dañada donde el alivio que sintió al oírlo duró muy poco, necesitaba tenerla en sus brazos y ver con sus propios ojos que estaba bien, pero los dos tipos salieron cargando a alguien, ¡era ella!, pero…, había una gran mancha rojiza en su blusa cerca de su abdomen que iba creciendo conforme los tipos avanzaban hacia él, tenía los ojos entre cerrados, y movía un poco los pies que no estaba seguro si venia de ella o sólo era ocasionado por el trajín de los tipos.
No estaba seguro en que momento llegó hasta ella antes de que los hombres la soltarán a medio camino y se alejaran, respiró profundo al sentir calor proviniendo de ella, elevó una mano situada en su espalda viendo como esta fue manchada con sangre, la escuchó titubear, palpó su cara buscando contacto con sus ojos, y lo hizo, ella clavó sus pupilas en las de él, abriendo un poco los labios de donde no salió más que sonidos de visibles intentos de pronunciar algo, ya que sus labios no parecían poder moverlos con normalidad, tembloroso la volvió a abrazar desbordando ya las lágrimas contenidas en sus ojos, y entonces vio a Mortis, algo más allá de lo que es el odio invadió todo su ser, deseando poder destrozarlo.
-Esto es más típico de ti – aludió Mortis tras ver esa mirada verdosa fulminante sobre él – yo no mentí, si eso piensas, así que espero cumplas el trato, ya vete despidiendo de ella, que será la última vez que la veas, y también a tus amigos.
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Se me paso la hora, espero les guste el capítulo, quería hacerlo más largo pero, ya quería publicar, al parecer aún habrá unos cuantos capítulos más de lo que tenia planeado antes.
Gracias por todo el apoyo.
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El peso de una promesa
FanfictionDespués de tantas caídas de sus compañeros, por fin estaban exterminando a todos los titanes, por fin podía ver más allá de la venganza y el odio, por fin veía a Mikasa...pero para el cumplimiento de su promesa a su mamá aún faltaba algo, y se lo ha...