capítulo 2

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Mikasa aún algo cansada se levantó sintiendo la brisa fresca, a pesar del poco dormir estaba de muy buen ánimo, soñó con ese chico de ojos verdes el cuál iluminó su vida desde su primer encuentro, el día más trágico, oscuro, frio...él lo iluminó, le brindó calidez un hogar y aunque sin intención y aun siendo ignorante de eso el deseo enorme de estar a su lado, no como hermana, no como amiga sino como la mujer, su novia, futura esposa y madre de sus hijos, se sonrojó ante este pensamiento y dio un gran suspiro... - Eren, no me he rendido, y no pienso hacerlo porque sé que soy capaz de hacerte feliz, de recuperar por completo al Eren de antes, ya estas por buen camino - sonrió al recordar su sonrisa, tenía el presentimiento que hoy sería un buen día.

Sé vistió rápido, tenía ansias de ver esa mirada, esos ojos verdes con matices azules, oír su voz y con suerte sentir esa calidez que desprende, al menos de su mano.
Entró al comedor donde seguro casi todos estaban ya desayunando, lo divisó.

- Armin quería pedirte un favor...-miró a su amigo rubio sentado frente a él, quien con la mirada le dijo que siguiera - es sobre el día de hoy.
- Claro Eren, mientras este en mi alcance sabes que cuentas conmigo. Adelante, dime de que se trata.
- Bueno iré al grano, quiero pasar este día con Mikasa, es decir... quiero descubrir más de ella, aclarar mis confusiones - se rascó la cabeza con algo de vergüenza - y bueno de alguna manera agradecerle de todo lo que ha hecho y hace por mí, pues.. - fue interrumpido.
- Por supuesto Eren!! Me alegro mucho que hayas pensado en eso - sonrió ampliamente - no te preocupes por mí, el otro día descubrí una biblioteca por este lugar, una forma magnífica de pasar mi día, que espero que ustedes dos lo pasen de la misma manera.
- Quienes dos? - Mikasa logró oír lo último que dijo el rubio, su mirada alegre, cambio drásticamente a una sombría y triste, ya que se imaginó por lo escuchado Eren tenía planes con otra persona, y ella no estaba incluida.
- Mikasa, que bien que ya te levantaste, mencionó con una sonrisa el castaño, observándola con esos ojos verdes los cuales ella quería ver todo su día libre, no, mejor dicho toda su existencia, por un momento olvidó lo que escuchó, hasta que...
- Bueno chicos ya terminé de desayunar, como tenemos el día libre me tomé la libertad de hacer mis propios planes, espero la pasen bien hoy, hasta más tarde chicos - se despidió el rubio de sus amigos y poco antes de alejarse le puso una mano en el hombro de Eren y le dedicó una mirada cómplice, lo cual no pasó desapercibido por Mikasa que en el momento su cabeza estaba hecha un lio, haciéndose varias preguntas.
- Mikasa, oe, Mikasa - el muchacho la vio perdida en sus pensamientos y trataba de llamar su atención, estaba por mover su mano al frente de los ojos de ella, pero escuchó que alguien lo llamaba, era Annie, miró de nuevo a la azabache que seguía perdida en sí, con un semblante obscuro, así que a modo de traerle el desayuno a la misma fue a reunirse con Annie que no estaba muy lejos de donde servían los desayunos.
La azabache pensaba en como haría para acercarse más a Eren, es decir es cierto que estaban juntos la mayoría del tiempo pero ahora quería otro tipo de cercanía, y para rematar las cosas al parecer él ya hizo planes, pero con quién? Y que haría? Por qué no le dijo nada? Y siendo así que debía hacer? Mejor preguntarle a él mismo - Eren... con... - alzó la vista, ya no estaba ahí, dónde esta? Se fue sin avisarle? Sintió como una gran depresión lleno su corazón, se sintió abandonada...pero de pronto escuchó un par de risas.
- Eren...que tal amaneció el joven titan?- dijo Annie a modo de saludo.
Eren la observó con un poco de molestia por su comentario, ya que no era de su gusto ser un titán, al verla sonreir de esa manera recordó todos lo sucesos que pasaron con ella, el titán hembra, la cuál causó tantas muertes que aún no era fácil dejar en el olvido por completo, pero logró el perdón contando su historia y jurando lealtad a la reina, Historia, todo fue para salvar a su padre y volver con él, aunque claro mucho hizo el hecho de que ella por alguna desconocida razón ya no pudo convertirse en titán, Hanji sacó muchas teorías sobre ese asunto, como que cada titán cambiante tenía una cierta cantidad de veces para convertirse, o que el hecho de que Annie pasó mucho tiempo congelada afectó a su ADN, varias teorías sin poderlas confirmar...
- Jajaja, vamos Eren sabes que bromeo -golpeó el hombro con suavidad.
- Si claro, y yo no bromeo cuando digo que es una lástima no poder ver a cierta titán hembra despampanante peleando de nuestro lado - dijo con burla, al ver ese enorme sonrojo en la chica se sintió satisfecho, se había vengado- jajaja ay Annie deberías ver tu cara, jajaja.
Era cierto, pero también era un alivio no ser más un titán cambiante. Lo más rápido que pudo volvió a esa seriedad que la caracterizaba, pero observar a Eren reír era bastante placentero, desprendía una gran calidez. Después de tantos sucesos ellos dos volvieron a ser amigos, más cercanos que antes, no en sí porque pasaban mucho tiempo unidos ya que Mikasa andaba colada a él, pero las veces que lo encontraba sólo, charlaban o entrenaban ya que era muy relajante para ella, tenía confianza en él, lamentaba mucho todo lo que hizo, pero él la reconfortaba a pesar de que él fue una de sus víctimas - En fin Jeager, quería saber si hoy quisieras entrenar? .
- Pues verás...
- Eren!!!
- Mikasa - la vio acercarse bastante molesta y con un aura obscura a su alrededor - ¿Qué pasa Mikasa?
- Me dejaste sola - le dijo al castaño para después voltear a mirar a Annie de forma desafiante.
- No, Mikasa, vine a..
- Sí, a hablar con ella, ya me di cuenta, ¿es con ella tus planes de hoy?
- ¿De qué estás hablando Mikasa?
- Eren, escuché algo de tu conversación con Armin, Eren ella no es de fiar, por favor...
- Basta Mikasa!, por favor te pido yo, ya te lo he dicho, no necesito que me andes cuidando... - Iba a añadir lo que le suele decir constantemente cuando ella se pone en ese plan, pero se arrepintió, se supone que hoy será un buen día, no puede estropearlo, dio un largo suspiro - Mikasa, espérame en la mesa.
- Pero Eren..
- Mikasa por favor...
Resignada se dirigió a la mesa más cercana de donde ellos estaban, se sintió abatida, los observó desde su asiento, no podía evitarlo, sentía que estaba torturándose a ella misma haciéndolo, pero no podía evitarlo.
- Así que ya tienes planes con alguien más Jeager? - Sonó algo molesta la rubia, pero sin ser muy notorio.
- Bueno si, pero es con Mikasa.
- Mmm...por el comportamiento de ella me imagino que aún no le dijiste nada.
- No, aún no tuve la oportunidad, y por cierto, disculpa por lo de hace rato, no sé porque a Mikasa le da esos arranques.
¿Enserio no te diste cuenta? Pensó la rubia, bueno no te puedo culpar, con tantas cosas que pasamos todos... - Si bueno...desde que la conozco ella es así contigo, no te preocupes, ve con ella - lo último lo dijo con un tono amargo alejándose del castaño, se había percatado de la mirada de Mikasa clavada sobre ellos, era tenebroso debía admitirlo, a pesar de que no era la primera vez que sentía esos ojos sobre ella cuando estaba con el castaño. Vaya suerte la de Mikasa, yo también hubiera querido ser rescatada por alguien como Eren, que ilumine su vida, sonrió tristemente- te comprendo Mikasa- susurró.
Eren fue a recoger el desayuno de azabache, por suerte no había fila. Ya con el platón en manos se acercó a la mesa donde ella lo estaba esperando.
- Aquí tienes Mikasa, come.
Ella miró el platón que él le puso al frente, su desayuno, se había olvidado por completo de eso
- Más bien no hubo fila, vamos come, que hoy tenemos un bonito día allá afuera esperándonos
Lo miró sorprendida, él tenía una mirada tranquila con una sonrisa, observándola, volteó la mirada aún molesta - ¿Acaso tus planes no eran con Annie?- menciono con la mirada baja.
Sintió un mal estar al verla así - no.
- Pero...le dijiste a Armin...
- Mikasa, yo si tengo planes con alguien hoy
- Pero...- se sintió confundida, y más deprimida.
- Contigo - la vio alzar la mirada hacia él con asombro - Te lo iba a decir en cuanto estuvieras desayunando.
Miró su desayuno apenada, no debió interrumpir así su charla con Annie ¿por qué se comportó así? Desde la primera vez que miró en sus días de recluta a Eren entrenando con Annie, ya experimento algo así, ese sentimiento molesto, que la quemaba el alma, al explicarle a Armin sobre su sentir él le aseguró que eran CELOS, provocado por el miedo de perder eso que queremos tanto, y no estar dispuesto a compartirlo.
Desde que Eren apareció en su vida representó algo muy importante para ella llegando a ser su razón de vivir, esas veces no lo razonaba tanto ese sentimiento, es decir él era su familia, lo más importante en su mundo y punto. Pero durante todo este tiempo desde sus días de recluta fue experimentando diferentes sentimientos respecto a Eren, como los CELOS, y el hecho de que ya eran jóvenes, y en su alrededor se veía a parejas, juntas, ¿y si Eren conseguía una? No podía visualizar algo así, no quería, él se alejaría, la dejaría, Armin le mencionó que un día cada uno tendría pareja, se casaría y tendría su propia familia, era algo normal, la ley de la vida, ella no podía aceptarlo, y tampoco pudo visualizar a alguien más a su lado, incluso cuando dormia las veces que soñaba sólo aparecía él a su lado, eran los sueños más hermosos que tenía, ella no quería a nadie más, ahí es cuando se dio cuenta, cuando se le cayó la venda... se acordó cuando Eren tenía que mover esa enorme roca, y los planes no estaban resultando, su superior le dijo ve a proteger a quien amas, "es mi familia" respondió esa vez, como aclarando algo de lo que aún no se había dado cuenta, él si era su familia, pero un miembro de esa familia que quería formar con él, no es que sus sentimientos hayan sido diferentes a los de años antes, aunque si en algo, ese mismo sentir creció, desde niña ya lo amaba de esa forma, quería esa calidez solo para ella, todo este tiempo se reprimió, ya que se notaba que a él solo le preocupaba su sueño de salir al exterior, y luego por sed de venganza por la muerte de Carla, matar a todos los titanes, por todo eso se obligó inconscientemente a reprimir todos esos sentimientos, a decirlo en sí, ya que con su actuar era fácil de adivinar...pero no para Eren, con él se debía ser directa.
- Mikasa, come, - escuchó de él, interrumpiendo sus pensamientos - ¿o es que no quieres aprovechar el día de hoy? - ella le dedicó una sonrisa y muy contenta empezó a comer rápidamente, no deseaba perder más tiempo.

El peso de una promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora