CAPITULO 16

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Aún sin saber la ubicación de Eren se encontraban tanteando posibles lugares, mientras Levi y Mikasa iban de vuelta al interior del muro Sina para hallar alguna cara conocida de la tropa que se llevó a Eren, y poder sacarle información, ambos eran excelentes en el camuflaje y lograron dar con uno de ellos.
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-¿Qué mierdas quieren? – no podía creer que seguir a una chica sola pasando la media noche le ocasionaría tantos problemas, era la primera vez en tal caso que resultó no ser una inofensiva chica.

El silencio le causaba más temor, la tela en su cabeza fue retirada, maldijo al reconocer esas caras, ambos son…“Ackerman” pensó empezando a temer aún más, pero haciendo lo posible por no perder la compostura, esos tontos de sus hombres no lograron cumplir su misión, y tanto que se les encargó tener cuidado, una maldita señal, no fueron capaces de enviar una maldita señal.

- Ya sabes lo que queremos, así que habla de una vez si no quieres despedirte de tus dedos.

-¿Para qué quieren a ese monstruo? – gritó sin caer en la desesperación de las palabras del hombre con fama del más fuerte de la humanidad.

Un puñetazo se estrelló en su nariz, tan rápido que no lo vio venir, un dolor intenso lo invadió y ni hablar de la sangre ya escurriéndole.

-Mikasa, cálmate.

El hombre con la cabeza baja gimoteando de dolor le provocó aunque un poco de consuelo, por lo de ese día, si, él era el hombre que la golpeó y ordenó llevarse a Eren.

-jajaja…. – oía su propia risa yendo de un muy bajo volumen a aumento – ¿te molesta que me refiera a él como monstruo? Muchacha.

Claramente el tipo quería provocarla, esta vez no se contendría.

-¡Cálmate!
La orden de Levi surgió anticipada a cualquier movimiento suyo, por lo visto le había leído la mente.

Echó una rápida mirada alrededor queriendo reconocer el lugar donde se encontraba.

-Si quieren información tendrán que buscarla en otro, porque de mí no conseguirán nada.

Mikasa respiro profundo tratando de calmar los nervios y rabia.

-Dígame teniente Shock ¿cierto?, ¿qué es lo que quiere? ¿Cuál es su meta en todo esto?

-Nuestra meta no es tan distinta en realidad capitán Levi.

- ¡No diga estupideces, ustedes quieren matar a Eren!

- ¿Y se ha preguntado la razón?, dígame acaso se ha puesto a pensar el motivo por el cual ese muchacho debe morir?

- ¿Dónde lo tienen? ¡Hablé de una vez!

-Nunca se lo diré, ¡ese maldito debe morir!

- ¿Cuál es su razón teniente? - Preguntó Levi mirando de soslayo severamente a la chica, ella y él eran muy parecidos pero cuando se trataba de Jaeger la chica rompía con el semblante tan propio de ellos - quiero saber la historia, su historia.

Con esa decisión Mikasa no se veía del todo contenta, Levi sabía que no tenían mucho tiempo, pronto empezarían a buscar al teniente y ellos no podían ser vistos.

Pasó unos segundos y el teniente no daba respuesta alguna.

-Capitán ya no pienso perder más tiempo, debem…

-Yo vivía dentro el muro Sina - empezó el teniente - a pesar de vivir en los interiores y ser alguien adinerado me metí a ser un soldado, me esforcé para ser de los mejores e ingresar a la policía Militar, y así lo hice.

Luego de mirar a ambos directamente a los ojos Schock posó su mirada en el suelo y continuo narrando.

- Ya graduado y recién llegado al muro Sina me llegó la noticia del fallecimiento de mis padres, sólo me quedaban mi hermana viuda y su hija, me prometí protegerlas, cada día sin ningún peligro, viendo el vicio en mis compañeros me hizo pensar que tomé una mala decisión al ingresar a la vida militar, todos los días iguales, mi hermana y sobrina era lo que me sacaba de esa miserable rutina, pero ese día… ¡ese día!... justo unas horas antes me deje convencer con mis compañeros de abandonar mi puesto para ir a beber…

Cada palabra acompañaba un gran pesar en Shock, Levi y Mikasa se dieron cuenta que aquel hombre cargaba un gran peso sobre sus hombros.

-Los sonidos, ¡esos tremendos sonidos!  Fuertes, acompañados de temblores… de un momento a otro parte del bar en el que nos encontrábamos se caía en pedazos.

Levi y Mikasa oían atentos a aquel hombre sin perder la seriedad en sus rostros.

-Eran dos titanes, dos titanes de 15 metros peleando y destruyendo todo a su paso, era la primera vez que veía a tales monstruos en vivo. El desastre que iban dejando… el pánico me invadió al ver la iglesia deshecha, con el DMT aceleré, mi hermana y mi sobrina iban a estar ahí, pero no las encontré, entre todos esos cuerpos no las encontré… por un momento la esperanza me dio un respiro tranquilizador hasta que a lo lejos vi una pequeña sombra moverse, al parecer de una niño, corrí hacía él, además de mi deber de soldado algo me impulsaba a alcanzar a ese niño, a pesar del polvo a una cuadra ya logré distinguir de quien se trataba, era una pequeña… era mi sobrina…

Shock cerró los ojos con fuerza - la llamé, y entonces volteó, parecía totalmente ida… ya a unos metros de ella los temblores regresaron y a pesar que lo intenté no pude alcanzarla… no pude impedir que un muro le caiga encima.

Levi y Mikasa quedaron algo turbados con el relato, tantas muertes tras ellos, tanta gente civil como soldados se quedaron en el camino, no tenían de otra que seguir adelante, no tuvieron otra opción que tomar la mejor decisión para la humanidad, pasar de largo las vidas tomadas por el daño colateral a causa de lograr atrapar al titán hembra.

-Entré a ser un soldado aún en contra de mi familia con la meta de protegerlos, pero al volver no pude ni hacer las paces con mis padres por su muerte, mi hermana no hallada de seguro como mi sobrina murieron por esos monstruos… ¡No protegí a nadie!

-Así que es por eso tu odio – mencionó Levi sin ningún cambio en su rostro.

-Vaya capitán… no es como que esperaba algún consuelo de su parte, pero debo admitir que al menos un minuto de silencio me hubiera complacido.

-Usted tomó decisiones y por cada una hay una consecuencia, como saber la decisión correcta, nadie lo sabe, aprende a vivir con las consecuencias de esas decisiones.

Schock sonrió de forma irónica, mirando de reojo a Levi.

-Bravo capitán, gracias… ahora sé que saldré vivo de esto.

-Tsk… en ningún momento se dijo algo de matarlo, sólo queremos información.

-Mi papel sólo fue de entrega, lo hice, ahí acabo mi trabajo, en estos momentos con suerte el desgraciado ya debe estar muerto.

-Diga todo lo que sabe – dijo Mikasa mirándolo a los ojos con odio.

-No tengo nada contra usted señorita, por lo que deseo realmente que ese vientre no crezca y…

-¿Y que si fuera así? – interrumpió Levi – ¿Qué acaso su odio no es hacia Jaeger?

-Y Leonhard también, no lo olvide, pero la situación es distinta para cada uno, y esto va más allá de una simple venganza.

-Me cansé, Mikasa vámonos.

-Pero… - quiso replicar la chica.

-Es una orden, el teniente no dirá nada.

-¡Oigan! Desátenme.

-No se preocupe teniente, - dándole la espalda Levi contestó - no creo que tarden mucho en hallarlo, quizá sólo unos días, de todas formas si ve por allá, hay charcos, si tiene sed puede arrastrarse hasta allá, eso lo mantendrá vivo – giró la cabeza un poco para mirarlo – Así como usted tiene una historia tras la razón de su odio a esos muchachos, ¿no cree que ellos también tiene una historia? Usted y sus compañeros pudieron evitar muertes ese día, pero no fue así… es cierto que muchas vidas se perdieron, algo que no fuimos capaces de evitar por distintas razones, cada uno de nosotros lleva ese peso, de civiles, camaradas, familia… todo a causa de una meta. Deja de lamentarte de una buena vez y busca tu meta, no la pierdas de nuevo, sigue hasta el final.

Con aquellas palabras el teniente quedó aturdido y no volvieron a oír su voz, su retirada fue rápida y silenciosa hasta llegar a los caballos, se notaba la preocupación en ambos rostros en especial de la azabache, ya no sabía qué hacer.

-Sé dónde hacen esos tratos, así que deja de poner esa jodida cara depresiva Ackerman, me enfermas.

-Si capitán, pero como…

Levi le mostró un papel

-Esto estaba en su pantalón del teniente, tiene esta dirección, no especifica mucho, pero sirve, ya había oído sobre este lugar antes en los bares de por aquí.

Sintió un poco de calma permitiéndose respirar profundo, aún había esperanzas – gracias – susurró, sabía que el capitán la había oído.

-No está muy lejos, hay unas cuantas casas, alguna que otra abandonada, el terreno es grande, tendremos que separarnos, es probable que si lo tienen cautivado sea en ese lugar o cerca.

-Sí.

- Mikasa, no es seguro que lo encontremos ahí, pero los demás también lo están buscando, de todas formas, quiero que estés preparada para todo, y no pierdas el control, no te des al descubierto ¿entendido?

Mikasa sabía a qué se estaba refiriendo, pero a pesar del temor, él no estaba muerto, no podía estarlo.

-Sí – dijo no muy convencida.

-Ya es casi las 5 de la mañana, en la noche nos volveremos a encontrar justo aquí, busca con calma, no te pongas en riesgo si encuentras algo, aquí compartiremos información, y decidiremos que hacer, Hanji y Armin también ya habrán llegado con noticias, confiaré en ti mocosa.

Mikasa sólo asintió. Se adentró a esos campos con su caballo, con la esperanza de encontrarlo, pero no esperó divisarlo a lo lejos apenas avanzado ni medio kilómetro, era él.

Bajó de su caballo y se puso a correr en su dirección con todas las fuerzas que tenía, pero mientras más cerca de él estaba más aumentaba su miedo, mientras mejor rango de visibilidad tenía de él sentía faltarle el oxígeno.

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De verdad siento haber fallado con la fecha de actualización, los exámenes se me vinieron encima y con mi trabajo más estuve medio zombi… jajaja.
Les agradezco a todos por su apoyo, con esta y mis otras dos historias.
Cuídense mucho.

El peso de una promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora