CAPÍTULO 24

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Eren sintió su pecho algo mojado, con los ojos abiertos a medias elevó un poco el lado derecho del rostro que posaba sobre la almohada para darse cuenta que había saliva en ella, otra vez había vuelto a empaparla, creía haber dejado atrás tal cosa, por lo visto había regresado, probablemente Mikasa se reiría si lo viera, eso le recordó a la calidez del medio cuerpo de la azabache que reposaba sobre él, al fijar en ella su vista tuvo que contenerse para no reír y despertarla, tal imagen era digna de ternura y gracia, por lo visto él no era el único con ese problema, eso explicaba porque sentía su pecho así, aunque la verdad, no le importaba para nada tener algo de su saliva sobre su pecho, ya ansiaba verla despertarse.

El rayo de tonalidad verde dio paso a un titán peculiar de melena castaña y ojos verdes resplandecientes alzándose y corriendo a una velocidad monstruosa hacia donde Armin se hallaba con Mikasa en brazos. No sabía porque justamente se le vino ese recuerdo de unos días antes que ella se alejara de su lado, en otra situación hubiera sonreído de gran manera ante tal recuerdo, pero ahora sólo lo llenaba de más angustia, como si algo le gritara que esos momentos estaban ahora muy lejos de su alcance.

Sobre la muralla se hallaba muchos de la policía militar, todos con el mismo aspecto, todos amarrados y amordazados, balanceándose de un lado a otro en un vano intento de soltarse del amarre, quizá más movidos por la angustia que les acometía, ver como uno a uno iba convirtiéndose antes de llegar al suelo en eso que tanto temieron, odiaron; dirigiendo sus ojos a Eren como último acto antes de ser lanzados, probablemente algunos culpándolo de su triste destino, otros con arrepentimiento, siendo el terror el sentimiento en común.

Muchos de los titanes parecían anormales, la velocidad con la acometían daba esa impresión, podían los humanos ser convertidos y eso cambiaba muchas cosas, todo este tiempo mataron a gente transformadas en esas cosas, pero no era hora de cuestionamientos o lamentos, ya estaba hecho, y lo más probable era que ese tormento los seguiría, pero ahora sólo importaba proteger a los suyos.

Armin gritó para que todos fueran a encontrarse con Eren, aún con Historia, Annie y Mikasa en brazos, Connie, Jean, él y otros corrieron a todo lo que sus piernas podían dar siendo Sasha la últim cuidando sus espaldas. En estos momentos no podían estar más agradecidos de su estado físico debido al riguroso entrenamiento a lo que habían sido sometidos por su capitán que por cierto habían perdido de vista, ni a Hange, ni a Mike se los veía cerca.

La distancia entre ellos y Eren ya era nula desde que lo vieron por encima de ellos con un tremendo salto que derribó a un titán de once metros que ya casi rozaba con sus dedos a Connie, para luego mandar a volar de una patada a otro de 4 metros que ya clavaba sus dientes en su pierna. Un rugido fue la señal para que ellos escalen sobre él, ya listo buscó rápidamente con la mirada a los demás no logrando darse el suficiente tiempo al verse rodeado, un titán de 10 metros el primero en lanzarse hacía él que logró esquivar por un movimiento brusco que lo alarmó al ver que por poco todos sobre su espalda caen por su causa, tenía que hacer algo pronto, otro titán de 11 metros se abalanzó hacía su cuello poniendo su brazo a cambio donde se clavó profundamente cada diente, esto era lo que debía aprovechar, con furia movió su brazo girando con él una vuelta completa para derribar los titanes a su alrededor chocándola luego fuertemente contra el suelo quedando de esa manera la cabeza de aquel titán completamente destrozada, sin pensarlo más aprovechó la brecha iniciando la carrera, rugiendo en el trayecto con la esperanza que lo entendieran y así todos sobre él se sujetarán con fuerza.

Lograron llegar, la torre era mucho más alto de lo común, todos empezaron a escalar rápidamente. Eren notó como Mikasa se sujetaba de Armin, al parecer el adormecimiento ya estaba pasando gracias a Hange. Volvió a darse vuelta al recordar a sus superiores, los titanes ya estaban cerca y no había rastro de ellos, pero un disparo y un gemido de dolor no lo dejó mirar más allá.

-¡Sasha! - gritó Armin al ver a su amiga con el brazo derecho sangrando, dirigiéndose luego al culpable.

El rugido de Eren sonó fuerte, amenazante al ver a Mortis sujetar un arma apuntando hacía sus amigos, deseó una vez más poder partirlo en dos con sus propias manos, pero escalar ahora mientras sus amigos subían podía ser muy arriesgado, pero antes de cometer una locura Mike salió detrás del doctor rompiendo la muñeca que sostenía el arma.

-Aaaaahhhrg!!!...

-Todo esto ya me olía a podrido, y por lo visto la fuente principal eres tú.

-Maldito - chilló Mortis - Ahhrrrgg... mierda, me rompiste la muñeca.

-No será lo único que tendrás roto.

Eren respiró hondo al ver a todos entrar, ahora debía ir a por los demás.

Ya tenía unos tres acercándose y unos desgarradores gritos le recordaban que no tenía mucho tiempo para lidiar con ellos y a pesar que fueran personas como él no era la misma situación, ellos eran como los comunes, sólo con la meta de llevar humanos a su boca.

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-¿estás bien?

-¿qué pregunta es esa cuatro ojos? Tú eres la que está sangrando.

Hanji se agarró el costado derecho bajo la costilla, si no hubiera sido por Levi de seguro a estas horas sólo habría quedado medio cuerpo de ella.

-Tonta, si me hubieras esperado ese titán no te hubiera agarrado de tu ropa.
-Si lo hubieras matado antes no habría tenido que cortar parte de mi ropa.

-Sí, y si no fueras una inútil tu ropa sería la única afectada ahora, pero no. - soltó enojado Levi tras matar tres titanes ya próximos a ellos.

-Levi, si seguimos así moriremos ambos.

-Cállate.

-Levi ahí vienen cuatro - habló poniéndose de pie.

-Quédate ahí yo...

-Sé que puedes derribarlos, sé que eres capaz de matar a muchos tú sólo Levi, pero... sin estorbo y... no quiero ser la causa de tu muerte.

-Hanji hazme caso.

-Dos de los que se acercan son anormales, no te quedan muchas cuchillas, si no es el cansancio la falta de equipo te matará - sentenció mirándolo de manera seria.

Apretando los dientes se fijó confirmando que sólo le quedaba un cambio más de cuchillas, y a ella también.

-Oye Levi... - levantó la vista a ella sintiendo ya los titanes cerca.

La mueca que tenía impresa en el rostro se desvaneció al mirarla sonriendo.

-Estás muy sucio, Levi.

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Eren había conseguido llevar a más gente al castillo, lastimosamente no todos completos. Faltaba más de la tercera parte de sus compañeros, no había logrado dar con sus superiores y sus heridas ya no se estaban regenerando.

-¿Hey monstruo, tu odias a los titanes, y resultaron ser humanos, sabes cómo logré descubrir eso, gracias a quién logré tal cosa? - gritó Mortis formando una sonrisa malévola que Eren podía ver desde su posición, el hombre apoyado con su pecho en la ventana ya que al parecer tenía las manos sujetas tras su espalda continuó gritando - ¡Ese es el motivo por el que te quería, ese es el verdadero motivo por el que te necesitaba!

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Los estudios y prácticas quieren matarme, los exámenes finales ufff... jajaja. Muchas gracias a todas las personas que me siguen y me dan motivación con sus votos y comentarios, espero este diciembre poder dedicarle más a esta pareja.
Por cierto, escribí un nuevo one shot que titula "Olvidemos", si es que no lo pasaron a leer anímense, lo publiqué antes de que salga el cap 99 del manga.
Gracias por leer.

El peso de una promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora