El peso de una promesa

CAPÍTULO 13

Mikasa entre mis brazos  jadeando y apretándome más a ella… su sonrisa… Un fuerte estruendo de la puerta siendo derribada, varias sombras, gritos y…  sangre.

Desperté dando profundas aspiraciones de aire con mi nariz, tratando de recuperar oxígeno, un fuerte olor nauseabundo penetró mis fosas nasales, no podía ver nada, todo estaba completamente oscuro y el ambiente helaba.

Traté de moverme pero además del fuerte dolor que sentí en mi cuerpo me percaté que tenía grilletes en mis muñecas, me sentí perdido sobre esta situación, mis últimos recuerdos fueron con Mikas… ¡Mikasa! ¿Dónde esta ella?

-¿Mmmm… - no pude pronunciar correctamente su nombre, en mi boca tenía un objeto obstruyendo mi boca, la impotencia me llevó a patalear, moverme lo más que podía, mis pies eran los únicos que tenían libertad.

Entre tanta oscuridad pude vislumbrar una luz acercándose junto a unos pasos, la tenue iluminación no tuvo  mayor alcance que el suelo debido a la puerta que me separaban de ese alguien allá atrás.

-¡Oye tú!, ¡monstruo!, deja de hacer ruido si no quieres que entre, y créeme eso no será nada agradable, menos para ti.
Sin dar importancia a la amenaza me revolví más que antes, necesitaba saber de Mikasa.

Pasando unos segundos pude oír la cerradura abriéndose provocando que la luz se extienda un poco más mostrando una sombra de alguien alto, robusto, con algo parecido a una macana en su mano derecha, y con más objetos amenazantes en su cinturón.

-Te lo advertí maldito monstruo, creo que yo seré el primero en tener el placer de probar esa cosa que te pusieron – el rencor en sus palabras era tan palpable, en todo esa masa corporal frente a él podía ver como por sus poros salía odio.
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-Cálmate Mikasa, déjame curarte.

-Agg!!... ¡Como quieres que me calme Armin!, necesito ir por Eren.

-sshhhh…. Baja el volumen Mikasa, recuerda que estaremos vigilados, en especial tú.

No lograba apaciguarse, no saber de Eren la estaba matando.

¿Por qué esas personas se lo llevaron?

Flashback

Luego de ver como la puerta cayó, varias hombres ingresaron rodeando la cama donde se encontraba con Eren, trate de incorporarme igual que él pero me detuvo, me cubrió y me sonrió mientras sentía su mano deslizarse por mi cabello.

-Descuida, te protegeré Mikasa, lo prometo, todo estará bien.
Las palabras de Eren fuera no lograron tranquilizarla, quería respuestas, pero esas miradas sobre ellos… Los hombres presentes sólo nos dieron la espalda en su mismo lugar mientras Eren se vestía, para mi desgracia no encontraba mis ropas, así que me envolví de las sábanas.

-Eren, ¿qué está pasando?

-…  - un fuerte golpe en la nuca con la escopeta fue estrellada en Eren.

-¡Eren!

Me levanté envuelta, sin importarme mi estado para matar a ese desgraciado pero la escopeta apuntó hacía Eren en señal de amenaza, me quede petrificada sin saber cómo proceder, ya que Eren se quedó inconsciente por semejante golpe.

-¿Qué es lo que quieren? – solté furiosa.

-Descuide mi dama pero ¿no es obvio?, vinimos por el monstruo – dijo señalando a Eren con sus ojos.

-¿A qué se refiere?, ¡Eren no es ningún monstruo!

-Pues no todos pensamos igual que usted. Por cierto, siento haber interrumpido en semejante situación, pero mentiría que de no haberlo visto, no lo hubiera creído, tú, muchacha sí que estas loca – formó una sonrisa repulsiva mientras se acercaba a ella, agarró su mejilla  con su mano libre – debo admitir que este monstruo tiene excelentes gustos.