Capítulo 27 (Epílogo)

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-Deberías descansar

Escuchó un tono cansado y serio sacándola de su trance para posar la vista ahora en esa cabellera negra igual a la suya, en ese hombre sentado de espaldas a ella que mantenía con las correas los caballos a galope.

-Aunque lo mires hasta el amanecer no cambiará nada.

No era como si no lo supiera, volvió la mirada devuelta al castaño y soltó un suspiro con frustración

-La fiebre ha bajado – comentó aún sentada a lado del castaño, era probable que el capitán sólo quería conversar, después de todo se habían mantenido un largo tiempo en silencio, estando ambos agotados no podían darse el lujo de dormir antes de alejarse lo suficiente.

-Hanji traía buena medicación encima – comentó tranquilo

-Cuando regrese, por favor dele las gracias.

El sonido de las ruedas pasando por algunas piedras dispersas y toque constante del andar de los caballos fue lo único se oyó por largos segundos.

-Ackerman... ¿qué tan lastimado se encuentra Jaeger ahora a diferencia de cuándo salimos de aquel castillo?

Mikasa se tomó unos segundos en analizar la pregunta, sin llegar a algo en concreto se deslizó hacía Eren, tomando con ambas manos el borde de la capa que lo cubría y empezó a jalarlo a un lado dejando ver el torso desnudo del muchacho.

Mikasa se tomó un tiempo admirandolo, había varias heridas en sus piernas, brazos, torso y abdomen, llegó a su rostro donde se detuvo, él mostraba un gesto tranquilo.

-¿y bien?

-Tiene varias, igual que al instante de salir, pero está estable – respondió saliendo de su letargo.

-Ya es buen rato desde que salimos de ese infierno.

-Si – contestó seria.

-Ackerman... no es que quiera adelantarme a algo aún, pero ¿no te parece que Jaeger ya debería estar sanando?

La azabache no tardó más de unos dos segundos en dar a lo que el capitán se refería, abriendo un poco más de lo usual sus ojos al pensar en esa posibilidad.

-No te ilusiones tanto, aún no hay que dar por sentado ese tema.

Mikasa se mordió el labio inferior ante esa esperanza.

-Ackerman, no es que este cuestionando tus sentimientos por Jaeger, pero si él llegara a ser una persona normal ¿habría alguna diferencia de tu sentir hacía él?

-No

-Mmm...

Mikasa sabía que su respuesta había sido bastante exacta y cortante.

-Eren, siempre para mí fue sólo Eren, no importa que sea o no un titán cambiante – dio respiró hondo y continuo – pero para él no es así, el se odia, el prometió acabar con cada titán sobre la tierra e irónicamente él resultó ser uno, tomó en cuenta acabar con él mismo por culpa de Mortis. Ahora tengo miedo que él rechace su existencia.

-Prometió también casarse contigo ¿verdad?

Sabiendo la respuesta afirmativa de ella no espero escuchar una respuesta y volvió a lo suyo, sin saber que provocó una duda en la azabache.

¿Cuál de las dos promesas valía más para él? – la pregunta no pudo evitar surgir en su mente, el no estar segura de la respuesta le traía una molesta congoja en su pecho.

El peso de una promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora