CAPÍTULO 15
JERRY
Llamo a la puerta.
Supongo que una parte de mi espera que realmente me acepten.
No quiero estar alejado de mi familia, pero está claro que no puedo seguir fingiendo.
Al venir hacia aquí con Patrick, antes incluso, cuando me di cuenta de que no quería estar solo y me quedé esperándolo en su coche, comprendí que lo que sentía por él iba más allá de una simple atracción.
Lo sabía, pero si albergaba alguna duda al respecto, desapareció en cuanto me alejé de él.
Comprendí que no quería perder lo que sea que nos une.
Comprendo que pueda estar confundido, incluso que no haya olvidado al amor que perdió, pero sé que miente cuando dice que no tiene corazón.
Al venir aquí conmigo, al no ignorarme cuando le pedí que no me dejase a solas, se ha contradicho a si mismo.
Las luces del interior se encienden y contengo el aliento.
La puerta se abre y es mi padre quien hay al otro lado.
—¿Qué haces aquí? Fui muy claro cuando te dije que ya no eres mi hijo.
—Supongo que soy masoquista y quería que me mirases a los ojos cuando pronunciases esas palabras. No lo hiciste aquel día y no lo estás haciendo ahora.
Le observo apretar la mandíbula y mirar hacia las escaleras donde mi madre aprieta con fuerza la bata alrededor de su cuerpo y me mira como si no me conociese.
Eso debería ser suficiente para mí, pero apartando a mi padre a un lado entro en su casa, en la casa en la que me críe, y decido enfrentarlos de golpe.
—Ya has oído a tu padre. Aquí ya no haces nada.
Esperaba esas palabras. No por ello duelen menos.
—¿Qué está ocurriendo aquí?
Miro a lo alto de las escaleras donde mi abuela espera una respuesta.
—Vuelve a la cama, madre. Jeremiah ya se marchaba.
—Es muy tarde para que se vaya. Ven a darle un beso a tu abuela.
Me acerco con cuidado y espero a que baje el último escalón.
La abrazo con fuerza, consciente de que será la última vez.
—Cariño, mis huesos no son lo que eran…
—Lo siento, nana.
—Aléjate de él, madre. Este chico no es más de la familia.- dicta mi padre con voz potente.
—¿Pero qué estupidez es esa?
—Jeremiah ha decidido vivir en pecado, abuela. —prosigue mi madre. — Ha yacido con hombres.
Miro a mi abuela, aferrándome a lo que puedo y rezando para que ella me siga queriendo.
Levanta la mano y la acerca a mi cara.
Cierro los ojos esperando el golpe, que no llega.
En su lugar, una leve caricia me hace abrir los ojos y mirarla con lágrimas en los ojos.
—Por fin se lo dijiste.
—¿Tú lo sabías? —pregunto asombrado.
—Siempre lo supe, cariño.
—¿Y por qué no me odias?
—Eres mi único nieto, Jerry.
Lloro más fuerte al ver que no me llama Jeremiah.
Nunca me gustó ese nombre. Lo detesto.
La estrecho contra mi cuerpo a pesar de temer hacerle daño.
Ella era a quien más temía decirle la verdad y resulta que ya lo sabía.
—Gracias, nana.
—De nada, mi amor. Ahora ve. Creo que te están esperando.
—Ven conmigo, nana. — digo en un impulso.
—Soy mayor ya para ir a otro lado. Aquí nací y aquí moriré, pero tú no tienes que soportar nada de esto. Sé feliz.
—Te amo, nana.
—Y yo a ti, cariño.
Con el corazón lleno de amor por esa diminuta mujer, la beso en la mejilla y me marcho sin dirigir ni una mirada de reojo a mis padres.
Ahora soy yo el que no les quiere en mi vida.
Tengo el apoyo de la persona más importante en mi vida. Mi nana.
Encuentro a Patrick esperando fuera del coche.
Parece nervioso.
—Gracias por esperar.
Me mira y seguidamente me abraza.
—Escuché todo. Pensé que tardabas mucho y me acerqué por si me necesitabas y lo presencié todo. Tienes una gran mujer ahí dentro.
—Lo sé.- me permito sonreír por primera vez en días.
—¿A dónde quieres ir?
—Contigo.
Le veo asentir antes de subir al coche. Le sigo y espero a que diga algo, lo que sea, pero se mantiene en silencio.
Una hora más tarde, estamos en su apartamento.
Mi respiración se acelera cuando toma mi mano y me lleva a su dormitorio.
—Solo dormiremos. Lo prometo.
Asiento sorprendido mientras ambos nos desprendemos de nuestra ropa.
Una vez en la cama, atrae mi cuerpo hacia el suyo y me abraza.
—Quiero intentarlo.
Es lo último que escucho antes de quedarme dormido.
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Patrick (Serie Love 02) (YA A LA VENTA)
Roman d'amourTodo mi mundo cambió cuando conocí a Ángel. Él fue mi primer y único amigo. También fue mi primer amor. Ángel, el mujeriego, se enamoró también, solo que no de mi. Ahora estoy solo de nuevo. Tengo dinero, mi propia empresa y una promesa que cumplir...